De la mano de Supermassive Games nos llega una nueva aventura cinéfila. Con una dilatada producción a sus espaldas, continúan la fórmula que tan bien les funcionó con Until Dawn y nos ofrecen un excelente The Quarry que sin reinventar el género sí es capaz de sobresalir con respecto a la competencia.

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1 The Quarry como aventura gráfica

The Quarry como aventura gráfica

No me imagino un mundo más subjetivo de analizar que el cine, más incluso que el musical. Multitud de parámetros como géneros, guiones, actuaciones, fotografía… En parte depende de si el crítico está condicionado previamente por los antecedentes del director, o sus gustos personales sobre por ejemplo cosas como que no le encaje el trabajo de un actor, o la ambientación en una ciudad determinada, más allá de si el título es una obra maestra o un producto mediocre.

En los videojuegos tenemos algunas cosas en común pero sin llegar a manejar tantas variables. Está claro que si a alguien no le gustan los JRPG difícilmente va a ser capaz de ver lo bueno de ningún tótem del mercado. Pero cuando llegamos a las aventuras gráficas interactivas como este The Quarry, los puristas del género arquean una ceja e inmediatamente advierten que tienen poco o nada que ver con los clásicos que todos recordamos. Y si le añadimos la vertiente cinéfila entonces entramos ya en un mundo demasiado subjetivo.

En cualquier caso, Farenheit, Heavy Rain, Life is Strange, los títulos de Telltale Games, el mismo Until dawn o más recientemente As Dusk Falls o Open Roads proponen un tipo de acción más orientado a descubrir la historia detrás que a superar retos jugables. Viene de serie con este subgénero, y si no te va aquello de avanzar casi sin posibilidad de error mejor no sigas leyendo. Después podemos discutir si argumentalmente se adaptan o no, porque hay aventuras románticas, de terror, históricas o cómicas, y aunque la mecánica te resulte interesante, The Quarry es ante todo una historia de terror y sustos.

Gráficos de infarto

Como en su predecesor, The Quarry nos propone una suerte de película con diferentes caminos y finales que podremos obtener en función de diferentes elecciones a lo largo del juego. En esta ocasión el argumento gira entorno a un grupo de monitores a punto de cerrar el campamento de verano de Hackett’s Quarry. Mientras preparan sus cosas para abandonar el lugar, algo inesperado sucede y deciden pasar una noche más en el lugar, ajenos a los sucesos que la luna llena va a desencadenar.

Inspirado en los films clásicos de los 80 y 90 como La matanza de Texas, Evil Dead, Las colinas tienen ojos o La Cosa, nos encontramos con un título que en lo técnico y artístico se ve muy trabajado. Todas las escenas del juego se mueven en tiempo real utilizando el Unreal Engine, que se luce exhibiendo una iluminación excepcional tanto en interiores como exteriores.

Para la realización, el desarrollador ha contado con actores reales, técnicas de motion capture y animación facial que añaden espectacularidad al resultado final. La elección de los diferentes planos, escenas y localizaciones, así como el diseño de los escenarios nos acercan más a esa América profunda que hemos visto en cantidad de películas.

Mención especial además para el doblaje, íntegramente en español. Reconozco que soy más de dejar el inglés siempre que puedo pero dada la cantidad de escenas y líneas de diálogo, los podcast opcionales que se pueden escuchar o ese diálogo de más de cinco minutos durante los créditos finales, se agradece el esfuerzo, máxime cuando la actuación del doblaje es tan buena y profesional como esta. El único pero, y es entendible, es que el motor 3D cuadra los labios con las voces originales, al pasar al castellano se pierde esa sincronía.

Acción limitada pero muy accesible

El elenco de personajes, tanto jugables como los miembros de la familia Hackett, es muy variado y acertado, con rostros reconocibles que añaden ese toque de sofá. Combina partes narrativas donde nos limitamos a «visualizar» una película con momentos interactivos que van desde explorar el escenario controlando a uno de los monitores, hasta otros en los que hay que manejar una escopeta o apretar una tecla en un momento dado, los consabidos Quick Time Events.

El objetivo del juego es llegar al final con al menos un protagonista. Hay logros por hacerlo con todos los monitores, por encontrar todas las cartas de Tarot esparcidas por los escenarios, por conseguir las pistas y pruebas de cada capítulo que ayudan a entender la historia detrás de este The Quarry y por recorrer todas las posibilidades argumentales que condicionan nuestras elecciones.

Destacar además que The Quarry ha puesto especial interés en la accesibilidad del juego, con multitud de ajustes tanto en la configuración del mando como en los aspectos visuales o la mecánica de los Quick Time Events y los tiempos determinados para escoger una opción. Hay que aplaudir este grado de configuración, huelga decir que cuantos más podamos jugar mucho mejor.

Conclusión

Dividido en diez capítulos de una hora aproximadamente, nos encontramos ante un título muy interesante. En este análisis no he querido entrar a valorar el subgénero como tal, donde todos tenemos una opinión, sino a The Quarry como miembro destacado, ya que si bien en lo jugable no aporta demasiado al género, en la vertiente técnica y artística el sabor final es muy bueno.

La duración real estriba en lo bueno que seas la primera vez que lo juegas. Cuantos más personajes mantengas con vida mayores logros conseguirás y la necesidad de volver a jugarlo disminuirá. Lo normal es que vuelvas a The Quarry entre dos y tres veces, con la ventaja de que a partir de la segunda se abre la posibilidad de escoger capítulo y rebobinar hasta tres elecciones.

Os dejo el enlace a la página web oficial del juego. Hemos realizado el análisis de este juego en Xbox Series S aprovechando que está disponible en Game Pass como os contamos recientemente.

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