Es posible que conozcas Limbo, Inside, Braid o incluso Never Alone. Todos ellos tienen en común su contribución al género de puzles y a que durante la etapa Xbox 360 y Playstation 3 destacaran entre tantos otros juegos más comerciales. De hecho, los dos primeros llevan el sello de Jeppe Carlsen, diseñador de los rompecabezas por entonces en la desarrolladora Playground Games.

Carlsen vuelve a embarcarse con Cocoon en una aventura profesional, ahora junto a los desarrolladores Geometric Interactive, un título que mantiene ciertas maneras de los trabajos anteriores. A saber: control muy simple de cruceta y un único botón, una historia y mecánicas sin explicar para que el jugador vaya descubriendo el contexto, y sesudos acertijos que resuelven a partes iguales la misión principal y los secretos opcionales.

La nueva dimensión en Cocoon

Pero como todo en la vida, hay que evolucionar. Y Cocoon lo hace añadiendo una nueva dimensión, y no me refiero a moverte en 3D, que ahora puedes, sino a tener que visitar varios mundos en paralelo para resolver un puzle. Limbo e Inside basaban su fuerza en la retórica de la angustia y en avanzar de forma lineal o «side-scrolling» resolviendo pequeños obstáculos, pero ahora hay cierta libertad para visitar varias estancias, y digo cierta porque igualmente el orden correcto es único y si no se descubre ese «primero A, luego B, tras ello C» no se llega muy lejos.

Mundo Cocoon

El protagonista de Cocoon es una especie de bicho alado, tal vez una cigarra, capaz únicamente de activar resortes con sus manos y transportar a sus espaldas esferas de colores. Empezamos en un desierto y aprendemos que tocando cosas y colocando las bolas de cristal en pequeños soportes abrimos nuevos caminos, pero con el tiempo tendremos que buscar la manera de activar interruptores que no están inicialmente a nuestro alcance, y que hay que gestionar a la vez bolas de diferentes colores con propiedades dispares.

A veces los soportes están en medio de un estanque vacío, y al depositar una bola el estanque se llena de agua del mismo color y te permite sumergirte en él, teletransportándote a un mundo paralelo donde el puzle continúa. ¿Lo más loco? Que puedes hundir contigo una segunda bola, avanzar con ella hasta activar algo en ese submundo y volver al anterior para seguir adelante. Y cuidado, hay tantos mundos alternativos como colores, y los podrás, deberás, enlazar de alguna manera.

Mundo Cocoon

Esa es la nueva dimensión de la que hablaba. Ya no es solamente buscar en la pantalla el elemento diferencial, es encontrar un orden lógico de la situación, ser capaz de ver que hay cosas en otros planos que condicionan el avance y que requieren ser resueltas a veces individualmente y a veces en bloque, como un efecto dominó. Créeme, la cosa se va a complicar un poco, pero no puedo destriparlo, has de descubrirlo tú porque es parte del encanto del juego. Y es absolutamente guiado, no temas.

Entorno preciosista

Para desarrollar este Cocoon, Geometric Interactive utiliza el últimamente polémico motor Unity. Eso facilita que aparezca en muchas plataformas, tanto consolas de sobremesa y PC como portátiles tipo Switch o Steam Deck y sucedáneos. Pero impide que técnicamente pueda sorprender, aunque en absoluto es importante en un juego de acertijos. Es lo esperado, el motor se muestra muy sólido en todas las plataformas cuando la carga no es muy elevada, y permite entornos preciosistas como ya vimos en Sonic Superstars.

Mundo Cocoon

A la hora de hacer este análisis utilicé una Series S con Game Pass, dado que estaba disponible de salida en ese servicio. Lo primero que me llamó la atención fue la iluminación del juego, realmente me parecía tan bien hecha que dudaba si utilizaba algún tipo de Ray Tracing, pero obviamente esto no es posible en consolas «antiguas». En su lugar exprime a tope una gran paleta de colores, un bonito diseño de mapas y una preciosista combinación de ambientes a ratos tecnológicos, en ocasiones desérticos y a menudo paradisiacos, ensamblados cual maquetas de Lego sobre parajes naturales sin rastro de vida.

Esa total ausencia de actividad más allá de los enemigos de final de fase, que siguen un patrón hostil en nuestra contra y que será obligatorio comprender y contrarrestar para avanzar, y determinados aparatos electrónicos que de vez en cuando nos ayudarán a despejar el camino. Esa quietud que nos impide morir de ninguna manera, que nada nos puede atacar, ni podemos caer al vacío. Esa solitud que me parece está acertadamente buscada y plasmada para evitar confusiones en la resolución de puzles.

Dificultad moderada

Cocoon no es un juego excesivamente largo, entre cinco y diez horas dependiendo de tu habilidad con los puzles, las ganas de desbloquear logros secundarios descubriendo estatuas de ancestros y, sobre todo, tu grado de perseverancia ante un bloqueo. Con este juego me ha pasado que un puzle me ha enganchado por dos horas sin éxito y al día siguiente en quince minutos había dado con la solución. Lo que viene siendo pura obcecación, resignación y purgado de ideas en la almohada, y resolución con la mente despejada.

Mundo Cocoon

La mayoría de los puzles, y remarco lo de la mayoría, siguen una lógica perfecta. No hay cosa que me irrite más en estos juegos que encontrar un desafío arbitrario, y en Cocoon no hay de eso, aunque avanzada la aventura encontraremos bolas blancas que permiten disparar flechas de luz y algún improperio me han hecho exclamar.

Después están los puzles que combinan intelecto y habilidad. Son los elegidos para los duelos con los jefes de final de fase, mitad intelecto para identificar un patrón de vulnerabilidad y mitad habilidad para ejecutar la contrapartida clave.

Y finalmente están los puzles de sólo habilidad, que no los considero como tales y que aparecen en un par de ocasiones. No van a variar mi nota final ni mi opinión sobre el juego, pero en mi gusto personal no me parece acertada romper de esta manera la dinámica de esfuerzo mental; es algo que tenía sentido en el contexto de huir hacia adelante de Limbo o Inside, pero no aquí en Cocoon.

Conclusiones

Jeppe Carlsen se alía con Geometric Interactive para realizar un juego de puzles redondo. Destacan tanto su apartado artístico, combinando en los escenarios naturaleza y tecnología, como la habilidad para enganchar al jugador con sus desafiantes acertijos.

Como ya hemos explicado, pasarte el juego no te llevará mucho tiempo, y conseguir el 100% tampoco es excesivamente complicado. Conociendo la obra anterior de Carlsen, en esta ocasión con Cocoon ha apostado por no generar ese vínculo emocional con el personaje, hasta el punto que a veces cuesta entender el desenlace. Se lo vamos a perdonar porque el resto es realmente bueno.

Análisis: Cocoon
Artísticamente es muy bonitoLa mecánica de los puzles es perfectaMuy rejugable para conseguir el 100%
Puede resultar algo cortoLos puzles de habilidad pura pueden no gustar
8Nota Final
Historia7
Jugabilidad9
Gráficos7