El pasado lunes se anunciaron los nominados al juego del año y, un evento que se celebrará la madrugada del próximo 7 al 8 de diciembre. La lista ha dejado las mismas controversias que lleva haciendo años atrás, ya que entre los nominados está Alan Wake 2, Baldur’s Gate 3, Marvel’s Spider-Man 2, Super Mario Bros Wonder, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y Resident Evil. De estos se quedaron dos dudas, lo primero fue que no apareciese Starfield entre uno de ellos, pero ¿Resident Evil 4 Remake como nominado? Lo que se comenzó a debatir si una nueva versión de un juego tiene derecho a dichos premios.
«Tal vez sea una buena toma, pero no creo que los remakes deban ser nominados para GOTY», tuiteó @Fightincowboy , obteniendo más de 3.000 me gusta al momento de escribir este artículo. «Pensé que Resident Evil 4 era un juego cinco de cinco, pero me resulta extraño que un remake tenga prioridad para una nominación sobre un juego nuevo. Estaría bien con una nueva categoría para mejor remake/remasterización. Simplemente creo que es extraño ver que una nueva versión de un título existente tenga la oportunidad de algo que es fresco y nuevo».
Resident Evil 4 Remake es un gran juego, pero a lo mejor no como GOTY
Si bien Resident Evil 4 es una nueva versión, sigue siendo un juego completamente nuevo, creado desde cero con nuevas mecánicas y jugabilidad, al tiempo que utiliza aspectos del contenido beta cortado y altera dramáticamente el tono y la atmósfera. Como dice nuestro colaborador Yeray en su análisis: «se ha mejorado considerablemente la ambientación a nivel gráfico y sonoro, siendo un título muchísimo más jugable que su original y que ha enriquecido bastante su narrativa«.
Es un punto divisivo, pero muchos de los comentarios coinciden con la publicación original. «Creo que parte del problema es que los remakes se han vuelto tan populares que han acaparado la mayor parte de la atención (recursos) de la industria para obtener resultados de alta calidad», dijo @ewmpsi.
Periodista, escritora y curiosa. Detrás de cada afición y de cada hobby, siempre han estado presente los videojuegos en su vida. Comenzó conociendo los orígenes con una Atari 2600 y descubriendo la edad de oro del software español en un auténtico 8 bits con un Amstrad Cpc 464.