Inicialmente tenía mis reservas sobre Prince of Persia: The Lost Crown, su revelación en el Summer Game Fest fue un más que agradable sorpresa, eso está claro. La dirección artística y los recientes tropiezos de la franquicia en forma de remakes cancelados y unas últimas entregas dos generaciones atrás que no terminaron de cuajar me generaban dudas. Sin embargo, tras jugarlo por primera vez, tengo que reconocer que muchos de mis temores se disiparon en gran medida. 

La saga Prince of Persia vuelve en plena forma

Pasadas ya algunas semanas tras su lanzamiento, he tenido la oportunidad de recorrer Prince of Persia: The Lost Crown con calma, descubriendo todos y cada uno de sus secretos, hasta conseguir hacerme con el 100% del juego, encontrándome cada vez más cautivado por sus mecánicas y lo mucho que aporta a un género que ya de por sí goza de muy de buena salud.

Sabiendo que sus bases y el tipo de juego que ofrece tenía muchos ingredientes para ser una aventura plenamente satisfactoria, la cuestión esencial era si este Metroidvania 2D sería capaz de mantener su atractivo durante todo el juego. Afortunadamente la respuesta a esto ha sido más que afirmativa, aunque existen algunos puntos en los que existe margen de mejora para una próxima entrega la cual me atrevo a pronosticar como un futuro seguro, ya que la rumorología de la industria señala a una nueva entrega en forma de rogue like.

Prince of Persia: The Lost Crown tiene diseño en 2D que, a  pesar de su aparente simpleza, es impecable con una jugabilidad vertiginosa en todos sus apartados que lo convierten en una experiencia excepcional. Este nuevo Prince of Persia es una aventura ágil y vibrante que captura tu atención desde el inicio hasta el final, con sus intrincadas plataformas y combates retadores. 

Prince of Persia: The Lost Crown mantiene la esencia de la franquicia

En esencia, consigue conservar el espíritu de la saga Prince of Persia, integrándola dentro del metroidvania actual de forma solvente y con una identidad única, algo cada vez más difícil atendiendo a lo concurrido se encuentra el género, especialmente dentro de la escena independiente. Prince of Persia: The Lost Crown pone sobre la mesa obstáculos que requieren habilidades o herramientas específicas para avanzar o explorar, algo ya esperado en el género, trayendo consigo una innovadora función: la captura de pantalla.

Gracias a esta ‘habilidad’ podemos fotografiar lugares ya visitados para recordar razones por las que tenemos que volver, algo que facilita sustancialmente la progresión. De hecho, esta funcionalidad es algo que ya venía haciendo yo mismo con mi teléfono móvil, fotografiando el mapa y dentro del bloc de notas tomando ciertos apuntes. 

Puede que los iconos que se pueden marcar en el mapa te parezcan suficientes para esta tarea, pero en Prince of Persia: The Lost Crown existen algunas salas de puzles que requieren de cierto conocimiento que solo con el apoyo visual se pueden entender de forma efectiva. Esta mecánica está muy bien integrada, pero el desafío para Ubisoft radica en cómo fusionar este enfoque metroidvania con la narrativa propia del juego.

La narrativa de The Lost Crown es su punto débil

Quizás no estés al tanto, pero The Lost Crown no se centra en el Príncipe de Persia, aunque sí que hay un príncipe y seguimos estando en Persia. En su lugar, encarnarás a Sargón, un guerrero encargado de rescatar al príncipe raptado. Pronto te ves envuelto en una conspiración que desafía todo lo que Sargón creía saber, impulsándote a viajar en el tiempo para desentrañar los secretos de tus enemigos y encontrar la forma de vencerlos. 

La travesía de Sargón lo lleva a través del Monte Qaf, un sitio mítico donde el tiempo se desdobla de manera no lineal. Aquí es donde el juego retoma los elementos de metroidvania, obligándote a explorar distintos escenarios, cada cual con su propio biomas y elementos característicos únicos. 

A lo largo de la aventura tendremos que cumplir misiones tanto principales como secundarias, interactuar con personajes, obtener nuevas destrezas y objetos de equipamiento, y todo ello mientras avanzas hacia épicos enfrentamientos finales contra jefes que están a un nivel exquisito, tanto en su diseño como en patrones de ataque y comportamiento. 

No obstante, Prince of Persia: The Lost Crown es algo brusco en términos narrativos, muchas partes de su trasfondo y contexto se cuentan a través de objetos o mediante cuadros de diálogo emergentes, por lo que no logra la profundidad de otros títulos de acción y aventura. Puede que aquí se pueda tender a echarle la culpa al género, pero juegos como Blasphemous han demostrado que se puede crear una gran historia y lore dentro del metroidvania.

Los personajes secundarios, aunque presentes, no son particularmente memorables tampoco. De hecho quiero resaltar aquí que, a pesar de que valoro muy positivamente el esfuerzo de Ubisoft de traer el juego con voces al castellano, en el caso de Prince of Persia: The Lost Crown el casting está muy mal escogido, con personajes de edad notoria que tienen voces jóvenes y algunas líneas interpretativas por parte de Sargón que dejan que desear y, sí, te sacan de la experiencia. 

Prince of Persia: The Lost Crown es ideal para Nintendo Switch

A pesar de estas flaquezas, sus puntos positivos son más numerosos e inclinan la balanza de la experiencia hacia lo satisfactorio. Como ilustración, consideremos el diseño de las plataformas, las cuales tienen un diseño tan variado como bien ajustado. Hay que tener en cuenta aquí que, desde su concepción, The Lost Crown fue pensado para Nintendo Switch, plataforma en la que lo hemos analizado en ErreKGamer.

Este hecho ha asegurado un rendimiento excepcionalmente suave en todas las consolas, normalmente manteniendo una tasa de 60 imágenes por segundo estables o incluso más, aunque en ocasiones se perciben leves descensos en la consola de Nintendo, los cuales no se puede decir que afecten negativamente a la experiencia. 

El juego presenta tramos de dificultad variada, como es normal, esta se va incrementando a medida que desbloqueamos poderes y vamos avanzando en el juego, pero en cada segmento se te invita a demostrar tu dominio de las mecánicas de la forma que prefieras, lo cual es estupendo ya que las distintas habilidades ofrecen variaciones sutiles que brindan a Sargón múltiples formas de enfrentar los retos que se le presentan. 

Combate, plataformas, puzles y progresión: las bases del éxito

Estas habilidades van desde manipular el tiempo hasta teletransportarse, pasando por realizar carreras aéreas, ejecutar saltos dobles, escalar y brincar muros, así como deslizarse y más. En Prince of Persia: The Lost Crown hay un amplio repertorio de técnicas de movimiento que se adaptan a la mayoría de los escenarios en el Monte Qaf. 

Estas habilidades también son cruciales durante los combates, lo que enriquece el sistema de hack n’ slash con un arsenal muy amplio de destrezas y armas que convierten a Sargón en un protagonista ágil y apasionante. La mecánica de combate en The Lost Crown es rica y compleja, lo cual es esencial dada la rapidez y agresividad de los enemigos comunes y, aún más crítico, de los jefes de los cuales ya os he hablado hace unas líneas.

Como es típico en el género metroidvania, dominar Prince of Persia: The Lost Crown no es sencillo; se requiere práctica para dominar el arte de bloquear y esquivar, así como memorizar los patrones de ataque para triunfar sobre los adversarios. En el caso de los jefes, esto a menudo implica aprender a esquivar sus espectaculares y destructivos ataques o habilidades que abarcan todo el escenario para seguir en pie hasta agotar sus extensas barras de vida.

Ubisoft ha gestionado el sistema de progresión de este Prince of Persia de forma bastante gratificante. Recibes mejoras notables y valiosas a un ritmo que mantiene el interés, y puedes potenciar aún más tus ítems preferidos utilizando la moneda obtenida al derrotar enemigos. En ocasiones, necesitarás recursos más escasos para adquirir una mejora, pero generalmente, si prestas atención al mapa y exploras mientras avanzas en la trama principal, dispondrás de abundantes recursos para utilizar a lo largo de todo el juego.

Conseguir el 100% de Prince of Persia: The Lost Crown puede llevar algo más de 30 horas

Además, están los amuletos. Estos proporcionan beneficios personalizables (y mejorables) que potencian a Sargón y sus capacidades. Ya sea incrementar el daño de la espada, añadir un extra de salud u ofrecer protección contra un golpe letal una vez por cada punto de guardado, entre otros tantos. Eso sí, a pesar de que puedas equiparlos según tus preferencias, tendrás que disponer de espacios suficientes en tu collar, los cuales puedes obtener explorando y abriendo cofres.

En el ámbito de la exploración, Prince of Persia: The Lost Crown ha sido concebido de forma que ofrece una abundancia de retos y elementos adicionales para descubrir y conquistar, sin llegar a ser un entorno descomunal que pueda resultar agobiante. Su exploración es accesible y los enigmas se presentan de manera que no es necesario un esfuerzo desmesurado para resolverlos. Ubisoft ha encontrado un balance ideal entre la dificultad y la accesibilidad en cuanto a la exploración se refiere. Contando con dos modos de juego siendo uno de ellos guiado para los menos experimentados en el género.

De la misma forma que la trama principal no se integra de manera totalmente convincente con el aspecto metroidvania del juego, lo mismo ocurre con las misiones secundarias. Muchas de estas últimas consisten en localizar y completar tareas relacionadas con coleccionables dispersos por el Monte Qaf, mientras que otras son relatos secundarios que raramente capturan el interés. 

En su apartado sonoro, fuera de lo ya comentado respecto al doblaje en castellano. Lo cierto es que el juego consigue una banda sonora original muy cautivadora, repleta de melodías que te transportan a sus áridos paisajes y que bien podrían acompañar a cualquier relato de Las Mil y Una Noches.

Conclusión

Prince of Persia: The Lost Crown es una auténtica joya. He disfrutado de lo lindo explorando su universo, solventando sus puzles, superando sus fases de plataformas y enfrentándome a una gran variedad de criaturas y seres sacados de mitos y leyendas, que me da una gran pena haber sacado el 100% del juego.

Algo que se mitiga gracias a la excelente hoja de ruta del juego que además de nuevos modos y desafíos, traerá nuevas zonas en forma de DLC. Sin embargo, el hecho de que posea puntos fuertes no implica que The Lost Crown sea perfecto. Existe espacio para mejorar, especialmente en la forma en que la narrativa se entrelaza con la historia. Ahora que Prince of Persia engrosa la lista de juegos de Ubisoft, la compañía gala dispone de una excelente base sobre la cual avanzar en el futuro.

Análisis: Prince of Persia: The Lost Crown
Gran sistema de progresiónSus fases de plataformas: variadas y desafiantesLos puzles están bien medidos en cuanto a dificultad y son novedosos en su diseñoEl sistema de combate hack and slash es muy gratificante
Su historia y narrativa dejan que desearAlgunos bajones en la tasa de FPS en SwitchEl casting del doblaje al castellano es muy pobre
8Nota Final
Historia9
Jugabilidad10
Gráficos7.5
Narrativa7
Sonido7
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