Antes de meterme de lleno en el análisis de American Arcadia conviene una pequeña reflexión. Vivimos en la sociedad del like. Las redes sociales, Twitch, YouTube y el teléfono móvil han hecho que cualquiera sea capaz de crear contenido de más o menos calidad. A veces, cuando paseo por la calle me quedo mirando horrorizado a los grupos de chavales, sentados en el parque uno junto a otro en completo silencio. 

Lo que hace veinte años hubiera sido una algarabía de risas, discusiones, gritos, flirteos, emociones… se ha convertido hoy en un silencio incómodo. El silencio que protagonizan esos jóvenes que, a pesar de estar uno al lado del otro, están, en realidad, a un mundo de distancia. Separados por las pantallas de los teléfonos a los que miran ignorando lo que ocurre a su alrededor, obviando que hay ‘otro’ a su lado.

Todo ocurre en su teléfono móvil. Vídeos, contenidos, me gusta, comentarios… toda la existencia se resume a lo ocurre en la pantalla. La vida real se ha convertido para muchos en lo que sucede entre post y publicación. Pero claro, este mundo tiene siete mil millones de habitantes. Solo unos pocos son capaces de atraer la atención mayoritaria del público; a veces por auténtica valía, otras por belleza (real o filtrada) y otras, por mera suerte. Da igual los motivos. El 99% de la gente que postea en redes o sube contenido tiene un impacto relativamente bajo. 

Obviamente, el gasto de tiempo y, si acaso, de dinero, corre a cuenta de ellos. No hay problema. Sigamos mirando a la pantalla, ¿qué será lo próximo? El circo de variedades que es la ‘videorealidad’ en la que hemos convertido nuestra existencia durante este siglo XXI es una maquinaria ansiosa de novedades, de llenar los huecos que esas mismas redes están creando en la vida de muchos con las miserias y alegrías (reales o impostadas) de otros. Vivimos a través de ellos, pero ¿qué hay de nuestras publicaciones?¿Qué pasaría si YouTube se cansará de aguantar mi contenido que deja 20 céntimos de beneficio en publicidad y consume recursos de sus servidores?

Probablemente me borrarían el canal. De la misma manera que la tele y las plataformas de streaming cancelan programas o series por falta de popularidad. Entonces, ya no estaría en las pantallas de los dispositivos, nadie me podría ver, por pocos que fueran, dejaría de existir. Sería irrelevante, prescindible, inexistente para esos niños del parque que me preguntan cuando saben que escribo de videojuegos: ¿cuántas visitas tiene web? Lo único que importa. Los números. Las audiencias. Las estadísticas. Nos hemos resumido a eso, ¿Qué va a pasar cuándo todos esos chavales del parque se den cuenta de ello? ¿Despertarán? ¿O seguirán prefiriendo la ignorancia?

Al comenzar así este texto sobre mi análisis de American Arcadia he estropeado la puntuación SEO del mismo. Al hacer esta reflexión me he condenado a tener muchas menos lecturas, a ‘existir’ un poco menos. Pero si no lo hubiera hecho, no podría demostrar lo potente que es el mensaje que lanza American Arcadia, el nuevo juego de Out of the Blue.

En American Arcadia controlamos a dos personajes

American Arcadia es un juego que alterna dos protagonistas nos encontramos ante un mundo distópico en el que uno de ellos, Trevor, vive dentro de una cúpula en la que se alberga la ciudad de Arcadia. En realidad, estamos ante un enorme plató de televisión que emite 24 horas al día la vida de todos y cada uno de los algo más de 20 mil habitantes que hay en ella.

Como un Show de Truman, pero en el que cada espectador puede elegir a quién quiere ver. Algunos están enganchados a la vida de una estrella del pop, otros prefieren ver al cachas del barrio y muy pocos (nadie) quieren ver a Trevor. Porque Trevor no es interesante, no es histriónico, ni excéntrico, ni busca la fama o el dinero. Solo es un tipo normal.

Alguien que está satisfecho con su vida como es, pero que cuesta un dinero al estudio de televisión al cargo de mantener a todas estas cobayas humanas durante más de 50 temporadas en emisión. A partir de esta premisa se presenta la idea de un título que explora una enorme cantidad de temas morales de lo más interesantes.

Expuesto como una distopía orwelliana en la que tendremos que huir de esta cúpula y de una falsa vida con la ayuda de alguien de fuera, American Arcadia establece interesantes debates sobre la sociedad del like de la que hablaba al comienzo, la libertad del individuo, la manipulación mediática y un sinfín de referencias que se desarrollan lo largo de las seis o siete horas que dura la aventura.

La narrativa de American Arcadia es su mejor baza

Lo mejor de American Arcadia reside en su apartado narrativo, fluido y brillante, con momentos espectacularmente escritos y dispuestos para crear en el jugador una sonrisa. Porque American Arcadia se atreve a encarar su propuesta desde el humor, siendo, además una buena comedia, una suerte de vodevil ácido que entre carcajada y carcajada te hace sentir incómodo en tu sofá. Te pone a pensar, a reflexionar, a meditar. Todo con una escenografía excelentemente medida. 

Me encanta que el título sea muy consciente de sí mismo en todo momento. Las secuencias cinemáticas al estilo documental para hablar de hechos pasados, el planteamiento sitcom para aclaraciones y chascarrillos muy al estilo de Modern Family, o todo lo que ocurre mientras jugamos con conversaciones constantes y giros argumentales inesperados hacen que el juego nunca pierda intensidad.

En American Arcadia no faltan referencias al cine y la televisión de todas las épocas. Personajes estereotipados como ese Javert incansable que nos persigue para darnos caza y que es mucho más que una simple referencia a Los Miserables. Los mensajes escondidos y las vueltas de guión son constantes. American Arcadia lo borda como pocas veces he visto en el mundo del videojuego a la hora de llevarte de la mano hacia un final que, sí, puede ser previsible, pero solo porque todo se ha dispuesto por parte de Out of the Blue para que así lo percibas. Nada es casual.

American Arcadia siempre ofrece nuevas mecánicas al jugador

En lo jugable, American Arcadia es un título muy ameno con tres variables fundamentales. Por un lado tenemos las secciones que jugamos con Trevor, aquí somos espectador y por lo tanto vemos todo desde una perspectiva lateral en dos dimensiones dentro de una jugabilidad repleta de plataformas bien medidas y puzles ambientales en los que el ensayo y error lo van a ser todo muy al estilo de juegos como Limbo, Inside, Little Nightmares o Vesper.

No obstante, no se libra de algunos problemas que pueden ser solucionados en el futuro mediante parche o el mismo momento del lanzamiento como que, a veces, los enemigos que nos persiguen nos den caza sin que nosotros hayamos hecho nada mal o diferente a la run anterior. No obstante, los puntos de control en estas secciones son cercanos y la repetición de secciones por este motivo no va a ser algo que acabe pesando demasiado o que me haya estropeado la experiencia.

Cómo he comentado, Trevor no está solo y está siendo ayudado por alguien de fuera. Alguien a quién también controlaremos y que tiene sus propias secciones en este caso vista desde una cámara en primera persona. Aquí el juego vira más al componente de rompecabezas más al estilo de lo que visto a Out of the Blue hacer con Call of the Sea. Y lo cierto es que siguen manteniendo la misma frescura y originalidad a la hora de crear distintos acertijos que brillan por su buen diseño, su ajustada dificultad (siempre desafiante, pero nunca frustrante) y su variedad para no repetir nunca a lo largo de todo el juego.

Trevor y la persona que la ayuda desde fuera están en comunicación. Se pueden hablar y, en algunas secciones tocará controlar a ambos a la vez. En ese caso, el juego nos da la misma perspectiva que para Trevor, pero en algunos momentos podremos entrar en el sistema de cámaras que inunda la ciudad de Arcadia y usarlas para ir pirateando sistemas, abrir y cerrar puertas o activar puentes, por poner algunos ejemplo muy vagos.

Lo mejor de estas secciones es que combinan el ritmo pausado, en el que el uso de las cámaras se extiende para resolver una situación algo más compleja, con otras en las que tendremos que darnos prisa y combinar el control tanto de Trevor como de estos sistemas de pirateo tan al estilo de Watchdogs al mismo tiempo. Una propuesta jugable muy entretenida.

El apartado artístico de American Arcadia derrocha buen gusto

Artísticamente American Arcadia consigue muchísimo con muy poco. Utilizando gráficos low poly y texturas muy sencillas para los escenarios logra, a través del color y un exquisito gusto por los entornos art decó y los estampados más setenteros ir combinando distintos escenarios que suponen un auténtico viaje preciosista desde los años 50 hasta hoy.

Los modelados de los personajes consiguen tener muchísima personalidad a pesar de simplicidad y rápidamente te olvidas de que no existe prácticamente casi ninguna animación facial. Aquí tiene buena culpa de ello el excelente trabajo que se ha hecho por parte de los actores de voz a la hora de dejar interpretaciones del más alto nivel. De hecho, el casting cuenta con voces de juegos anteriores como Call of the Sea que también han trabajado en juegos como el inolvidable Firewatch.

American Arcadia llega con voces en inglés y subtítulos en castellano

Lamentablemente, y a pesar de que se nota que por parte del estudio ha habido ganas de introducir el castellano dentro de las voces, el título solo llega en inglés subtitulado al español. Algo que creo que no se puede producir desde un estudio patrio. El nivel del desarrollo de juegos en España es cada vez mejor, ahí tenemos a la gente de The Game Kitchen con Blasphemous, y no creo que Out of the Blue ande muy por detrás, así que harían bien en tomar nota del esfuerzo de los andaluces por traer de lanzamiento en su segunda entrega de Blasphemous los doblajes al castellano.

A nivel de banda sonora American Arcadia cumple con lo ambiental de manera notable. Las melodías que acompañan a las persecuciones recuerdan a las escuchadas en filmes como Atrápame si Puedes y el tema ‘Don’t be a Fool’ acaba siendo mucho más pegadizo de lo que me gustaría reconocer. 

No obstante, en las secciones finales del juego la banda sonora está prácticamente ausente. Algo que le resta mucha intensidad a un juego que la sostiene de maravilla como ya he comentado. Sospecho que esta ausencia se debe más a un fallo en la versión analizada que de concepto y, al igual que con los problemas con los enemigos y las persecuciones espero que se solucione pronto con algún parche.

Hemos analizado American Arcadia en su versión de PC con un equipo compuesto por una RTX 2080 Super, un procesador AMD Ryzen 7 3800X 8-Core 3.90 GHz y 32 GB de RAM ha corrido sin ningún tipo de problema a 4K y 30 imágenes por segundo. Para conseguir llegar a correrlo a 60 fps me he tenido que conformar con 2K. No obstante, American Arcadia es un juego que brilla más por su apartado artístico que por los gráficos, por lo que con un equipo de gama más baja podrás disfrutar de él igualmente incluso a una resolución de 1080.

Conclusión

American Arcadia es un juego genial. Su historia te atrapa desde el primer minuto y no te suelta hasta el final gracias, no solo a una narrativa excelente y a su ácido sentido del humor que te hará reflexionar profundamente sobre la sociedad del like en la que vivimos, sino que además que sabe conducir sus mecánicas de juego de manera que siempre estamos haciendo algo diferente y muy ameno.

Visualmente es una maravilla, con un apartado artístico que demuestra que no todo en esta vida es la potencia gráfica y que, un buen diseño de personajes y escenarios y una gran actuación vocal (aunque se echa de menos doblaje al castellano) pueden ser ingrediente de sobra para hacer un juego sensacional. Juega American Arcadia ya. No seas tonto.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Out of the Blue

Análisis: American Arcadia
Una historia genial con mucha fuerza y un gran ritmo en la narrativaMecánicas variadas, originales y muy divertidasGran diseño artístico en escenarios que derrochan buen gustoLos personajes destilan personalidad gracias a unas grandes interpretaciones de voz...
...aunque se echa de menos no contar con voces en castellanoAlgunos pequeños fallos y bugs fácilmente solventables con parches postlanzamiento
9Nota Final
Historia10
Narrativa10
Jugabilidad8
Sonido8
Gráficos9