Solo había pasado un año de la tercera entrega de Final Fantasy cuando Squaresoft estrenó en la Super Famicom (Super Nintendo Entertainment System en occidente) el cuarto capítulo de esta saga (en América nombrado como Final Fantasy II) en aquel lejano 19 de julio de 1991. A América llegó hasta octubre del mismo año y el viejo continente tuvo que esperar la versión de PlayStation. Es increíble como pasa el tiempo ¿Cierto?

La historia de Cecil y compañía vino a marcar un antes y después en la saga al introducir un sistema de combate que fue referente por muchos años, me refiero al sistema “Batalla en Tiempo Activo” (ATBActive Time Battle).  Además, Final Fantasy IV (FFIV) nos ofrecía una trama extensa y elaborada, con más personajes y giros de trama dentro de su marco de acción.

Esta mítica entrega ha tenido múltiples versiones en diferentes sistemas y presentan distintas bondades, contenido adicional y ajustes de dificultad, siendo más llevadera en FFIV Easy Type o un poco más complicada en el remake en 3D lanzado originalmente para Nintendo DS (actualmente puedes jugarlo en móviles y Steam).

Entonces, si hay varias versiones con contenido adicional, mejoras de guión y otros ajustes… ¿Por qué comprar este remaster para PC y dispositivos móviles que nadie pidió? Porque, siendo honestos, de todo lo que podíamos esperar de la conferencia de Square Enix, Pixel Remaster fue lo último que se nos cruzó por la cabeza a muchos de nosotros.  En esta reseña te vengo a contar porque rayos valdría la pena comprar (o no) este remaster de un juego de hace tres décadas que se publicita como una experiencia “de lo mas cercana a su lanzamiento original”.

Debo decir que me he jugado varias versiones de este título. Para ser más específica, las versiones de Game Boy Advance (GBA), PlayStation Portable (PSP), Nintendo DS (NDS) y el port de este último para Steam. Y es que FFIV es uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos y quizá podrían pensar que este escrito estará barnizado con todo mi hype y amor cero objetivo, pero justamente por tener esta experiencia, quise plasmar con estas letras mis mas sincera opinión. No podía dejar de pensar en esa sensación de vivir la experiencia concebida para la Super Famicom, y por ende, me fue imposible no compararlo con sus lanzamientos posteriores.

Amor, traición y redención

Cecil Harvey es nuestro protagonista; siendo capitán de las Alas Rojas, la mayor fuerza militar del reino conocido como Baronia, comienza a sentir muchas dudas sobre el rumbo que está tomando no sólo la milicia del país, sino también su propia vida. Jamás se imaginó haciendo misiones donde salieran perjudicados los más inocentes.

Estas inquietudes fueron tomadas como motivos de alta traición, por lo que el monarca lo releva de su puesto y le encomienda la misión, junto a su amigo Kain Highwind, de entregar un misterioso artefacto al pueblo de Mist. A raíz de lo ocurrido en ese pueblo, Cecil comienza su camino del héroe, tratando de descubrir el porqué de todos estos acontecimientos tan extraños, donde las únicas pistas que tenemos son el aumento en el número de monstruos y la silenciosa segunda luna que parece emitir un presagio…

No diré nada más, aunque han pasado 30 años desde la publicación del videojuego, no quiero arruinarte el viaje si es que no lo has vivido. Probablemente la aventura de Cecil y compañía sea de las historias que se recuerdan con más cariño. Tenemos que ver este punto con perspectiva histórica: el camino de expiación de Cecil rompió el molde narrativo (o mejor dicho, la falta de éste) que se tenía hasta ese momento al contarnos una historia bien dirigida, con un buen ritmo narrativo y llena de giros sorpresivos.

Y es que el juego se esmera mucho en cultivar las relaciones interpersonales de los integrantes del equipo, y no sólo eso, el villano también tiene profundidad y tela que cortar como parte de su historia, logrando un impacto muy difícil de olvidar.

Y si, para los estándares actuales esta trama es sumamente sencilla, de eso no hay duda. Pero tampoco tengo ninguna duda en afirmar que esta historia es sólida y funciona dentro de su sencillez. Simplemente, no necesita nada más.

La historia es totalmente lineal pero tienes cierta libertad para explorar tu mapa, lo que te lleva a descubrir secretos que complementarán tu aventura.

La espada de un verdadero caballero

El sistema de combate es el ya mas que conocido «Batalla en Tiempo Activo” (ATB – Active Time Battle). Es muy sencillo de entender, al llenarse la barra de acción de los personajes, procedes a realizar una acción que puede ser desde un ataque normal hasta hechizos y habilidades especiales únicas de cada personaje como, por ejemplo, las invocaciones de Rydia.

La velocidad del combate es rápida y muy dinámica, la mejor que he visto entre versiones. De hecho, después de haber jugado esta versión, las otras me parece que van a pasos de tortuga.

Cabe destacar que FFIV fue concebido prescindiendo totalmente de la personalización por oficios. Aquí cada miembro de tu equipo tiene un oficio predeterminado y habilidades que aprende ya sea por subir de nivel, en momentos específicos de la trama o por ciertas pruebas que superas.

Hasta aquí, todo bien, no difiere de la idea original excepto por un par de cosas: la presencia de un modo de combate automático y la posibilidad de pasar el turno cuando varios personajes tienen disponible su barra de acción.

Al activar el modo autocombate, nuestros personajes ejecutarán la última acción de la batalla anterior. Con respecto al pase de turnos, nos facilita muchísimo el ritmo de las batallas. En el juego original (y algunas versiones, como la de GBA), una vez llena la barra de acción de un personaje, debíamos ejecutar inmediatamente un comando para que el siguiente personaje disponible actuara. Ahora, gracias a este sistema (implementado en el remake para NDS y el remaster de PSP), podemos mantener a uno o varios personajes con su barra de acción preparada para ejecutar un comando en el momento que necesitemos.

Estas mecánicas implementadas representan una ventaja y comodidad enorme haciendo la travesía un poco más llevadera. Algunas mazmorras en este juego llegan a ser agotadoras… Si, es contigo, Torre de Babel. Ciertas mazmorras tienen varios niveles, son monótonas  y con monstruos que verás más repetidos que los cromos de tu álbum que no pudiste completar… Que, pensándolo bien, completar el bestiario es una odisea asi que… Por ahí van los tiros.

Como función extra, tenemos un comando que nos permite hacer un guardado rápido de nuestra partida, proporcionándonos la ventaja de salvar en cualquier punto del juego.

Brillando con luz propia y melodías etéreas

Y aquí el meollo del asunto. Este juego no lleva la etiqueta Pixel Remaster nada mas porque se ve bonito en la portada. Aquí se retomó el pixel art característico de la máquina que vio nacer este título y recibió un tratamiento para que luzca reluciente en HD, es un lavado de cara que le sienta de maravilla aunque, si así lo prefieres, puedes activarle un filtro retro para darle ese toque que te sumergirá aún más en esa experiencia concebida inicialmente.

No todo son pixeles sin adulterar, también recibió un cariño muy especial en elementos como el agua del mundo superior o la lava del mundo inferior, con aumentos que dan ese efecto 3D que te dejará impresionado. Además, los ataques mágicos son todo un deleite visual.

Pero lo que sin duda te deja sin aliento es la banda sonora totalmente reinterpretada. Atrás quedaron las notas ejecutadas con samples MIDI para deleitarnos ahora con los temas totalmente orquestados, con sonidos de instrumentos reales que lo hacen inolvidable. Basta con escuchar el tema de las Alas Rojas para sentir como se te eriza la piel de emoción o el dulce tema de amor que te conmueve el corazón. ¡Incluso tenemos coros que acentúan los momentos más tristes o dramáticos!

Es toda una experiencia difícil de describir en palabras, pero no puedo dejar pasar lo hermosa que es la nueva banda sonora, no solo por la variedad de instrumentos que se emplearon, sino también porque las canciones han tomado un nuevo soplo de vida, pues algunas piezas añaden un par de nuevas notas.

https://www.youtube.com/watch?v=ZPJbQtKaX7w

Lo que se perdió en el camino

Esta es la parte más difícil de la reseña, hay que ser muy sinceros. Es cierto que el juego cumple con traernos la experiencia del juego lanzado en 1991, pero eso implica dejar fuera todo el post-game que se añadió en versiones posteriores; lógicamente, no forman parte de esa concepción original. Muchos podrían tomarlo como un punto negativo, y no los culpo.

Y ya que estamos con actitud sibarita, debo decir que extrañé un par de easter eggs que si estaban en la versión original, me refiero a la Sala de Desarrolladores y la peculiar revista cuyo contenido hacía sonrojar a Cecil… El Lali-Ho Lascivo (sí, si es lo que estás pensado).

Estas curiosidades son, literalmente, unas reliquias y no comprendo porque no fueron incluidas. Quizá estoy exagerando, pero para mi, fue un escalón abajo en eso de replicar la experiencia original.

Hay otro punto que, si bien no es mal de morirse, no puedo dejar de mencionar. La traducción en castellano de esta versión es ligeramente distinta a la de GBA, NDS y PSP. Me llamó la atención ya que, a lo largo de las demás versiones, se han mantenido una constante con respecto a ciertos términos que en esta versión fueron cambiados. Tal es el caso del nombre dado a la raza Lunaria, ahora bautizados como Selenitas. Sin embargo, esto es algo menor, el argumento se entiende sin mayor complicación y, sinceramente, no es algo que vas a notar si no has jugado otras versiones.

¿Es para mí esta nueva edición de Final Fantasy IV?

Estamos ante una nueva edición del clásico de clásicos que nadie esperaba. En términos generales, cumple como remaster y quiero destacar un aporte muy valioso: el hecho de tener accesible una versión lo más cercana posible a la experiencia original sin necesidad de andar cazando una SNES y el correspondiente cartucho. El valor añadido por la preservación del videojuego es innegable.

Estamos ante una de las mejores versiones con respecto al aspecto gráfico y sonoro. Si eres amante de Final Fantasy y te gustaría revivir ese aire nostálgico, esta sin duda es una edición para ti. Sin embargo, si será tu primer contacto con la cuarta entrega de esta querida saga, debes tener en cuenta que no tendrás mas vida que sacarle al juego una vez lo termines, salvo alcanzar los logros de Steam.

Si te preocupa no tener post-game y no te interesa vivir una aventura a través de pixeles basados en una versión de hace tres décadas, es mejor que vayas directamente con el remake en 3D, actualmente accesible gracias a la distribución digital.

Análisis: Final Fantasy IV Pixel Remaster
Hermosa banda sonora reinterpretadaPixel art en HD bien logrado
Muy poco valor rejugable
9Nota Final
Historia9
Sonido10
Gráficos9
Jugabilidad8
Puntuación de los lectores 1 Voto
6.4