Hay una cosa que me tiene muy indignado respecto An English Haunting y es la insistencia en decir que la aventura está ambientada en la Inglaterra victoriana. Ante estas fake news me veo en la obligación de desmentirlo y aclarar que la época victoriana termina en 1901 mientras que la aventura transcurre en 1907, en plena época georgiana. Ahora que ya he soltado la chorrada, vamos a ponernos en serio.
An English Haunting es la segunda aventura comercial de Postmodern adventures (José María Meléndez) tras la magnífica Nightmare Frames. Ya antes nos había sorprendido para bien con las aventuras gratuitas Urban Witch Story, Dead Dimension o Billy Masters Was Right, muy recomendables todas. En esta ocasión viene acompañado por la gente de EnComplot Games (The Season of the Warlock) que le han ayudado en labores de producción entre otras cosas.
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An English Haunting, que aprenda Iker Jiménez
Hay ciertas constantes que se repiten en la obra de Postmodern. La más obvia es su amor por el género de terror (y sus subgéneros) que impregna cada una de sus aventuras y es obvio que se mueve muy cómodo entre sus códigos. Pero si hay algo que me fascina y de lo que An English Haunting es un claro ejemplo, es su maestría a la hora de transportarnos a los mundos que nos muestra.
Ya sea por una labor de documentación exhaustiva, por tener una idea muy clara de lo que quiere transmitir o una mezcla de las dos, la Inglaterra de An English Haunting se siente totalmente auténtica, viva. Como en casi todas sus aventuras, nos lleva a una época concreta en un entorno real (o, cuanto menos, realista y verosímil) para ir introduciendo elementos fantásticos y/o terroríficos poco a poco.
En este caso toca ponerse en la piel del profesor universitario Patrick Moore, cuyo departamento de investigaciones metafísicas peligra tras la desaparición de su compañero que además parece haber robado una importante donación de las arcas de la universidad. Tras ese incidente tenemos 72 horas para demostrar lo indemostrable, la existencia el más allá.
Este punto de partida nos sirve para explorar un Londres de principios del SXX con una burguesía totalmente obsesionada con el más allá, donde conoceremos mediums, investigadores de lo sobrenatural, sociedades dedicadas a lo oculto con más o menos seriedad y algún que otro personaje famoso de la época, con un contraste brutal respecto a las clases populares cuyo día a día pasa más por la supervivencia que por el espiritismo.
El retrato de la Inglaterra georgiana que presenta An English Haunting no cae en la idealización o romantización de una época sucia, fascinante pero compleja, con muchos problemas sociales derivados de la segunda revolución industrial, una moral rancia basada en las apariencias (muy deudora de la victoriana) y una corrupción que afecta a todos los estratos sociales. Una Inglaterra llena de tópicos pero a la vez muy real y palpable.
Por supuesto, a todo esto ayuda la gran calidad de los diálogos en An English Haunting, otra de las constantes de Postmodern. Conversaciones interesantes e inteligentes, con un punto de humor e ironía muy propios del autor, que consiguen caracterizar a los personajes con apenas un par de frases y que nunca renuncian a la naturalidad para dar pistas.
Es cierto que no todos los personajes de An English Haunting están tan bien caracterizados como el protagonista o varios de los secundarios pero tampoco es necesario y en ningún momento tendrás la sensación que la única razón de ser de un personaje, por poco importante que sea, es estar ahí solo para formar parte de un puzle.
Terror sí pero más sutil
La forma de acercarse al terror de An English Haunting es más sutil que en Nightmare Frames, con más peso en el misterio y el terror psicológico, alejándose del estilo de serie B ochentero para empaparse más de la tradición literaria de la época, a la que el mismo juego homenajea. Un miedo más de fondo y cocinado a fuego lento, por lo menos hasta el tercio final.
Eso no quita que haya algún que otro momento realmente terrorífico, algo que tiene mucho mérito cuando partes de un género tan calmado como es la aventura y con gráficos pixel art que los aleja de estilos más realistas. Hay un momento concreto que no voy a desvelar que me resultó realmente impactante y me hizo saltar de la silla, entre otras cosas por el gran pulso de Postmodern a la hora de gestionar la anticipación.
Aunque el final de An English Haunting, sin dejar de estar bastante bien, no resulta tan satisfactorio como lo fue el de Nightmare Frames (sé que hay gente que no coincide conmigo pero me pareció un final apoteósico) el desarrollo de la trama y como se va desenvolviendo el misterio está resuelto de forma excelente, al nivel de su anterior juego.
Hablemos de interfaz y diseño
Pero hablemos de como se juega. Tenemos las típicas mecánicas de aventura, con inventario y posibilidad e combinar objetos, sus conversaciones con diferentes opciones, etc. Aunque An English Haunting ha simplificado aún más la interfaz, toda interacción posible se hace con un solo botón del ratón.
A nivel personal prefiero tener un botón para mirar y otro para el resto de interacciones pero es sabido que mucha gente entonces olvida que tiene ese segundo botón para observar, además al poco rato de juego ya me había olvidado completamente y realmente no tengo la sensación de haber renunciado a mucha información con esta interfaz tan simplificada.
Si algo se criticó en su momento de Nightmare Frames fue tener unos puzles muy fáciles. Si bien es cierto que no eran complicados, considero que era lo que necesitaba esa aventura y estaban muy bien integrados pero aquí Postmodern se ha propuesto dotar de más complejidad al diseño. Nos enfrentamos a puzles que han ganado algo de complejidad y protagonismo pero nos seguimos encontrando con una aventura asequible si prestamos atención y usamos la lógica.
Ciertamente, quién venga buscando un acercamiento al diseño radicalmente diferente a sus anteriores obras se verá decepcionado, si queremos aventuras muy centradas en rompernos la cabeza tenemos algunas recientes (y también españolas) como Las Aventuras del Halcón Negro o The Legend of Skye, de este mismo año y que nos pueden hacer sudar bastante sin ser imposibles.
Pero no, aquí nos movemos en otras coordenadas, con menos peso en la combinación de objetos y la lógica lateral para ponernos retos más realistas que funcionan muy bien en su contexto. Por supuesto, el diseño es tan robusto o más que en sus anteriores juegos, con algún que otro puzle especialmente interesante y original.
Sí que hay cierta parte de An English Haunting en la que tienes varios objetivos simultáneos que veo como una oportunidad perdida a la hora de plantear un desarrollo más abierto. Si bien tengo la sensación de que esos puzles se podrían haber construido como puzles en paralelo, el juego nos obliga a seguir un orden determinado para solucionarlos ya que muchas veces el objeto o la pista para resolver el puzle A se encuentra tras avanzar en el puzle B.
Doy por supuesto que hay razones de ritmo, de diseño y de como se presenta la trama para hacerlo así pero creo que esa parte central hubiera ganado con ese enfoque más abierto. Los puzles están ahí y son buenos, no me malinterpretéis, pero creo que le hubiera dado ese toque extra de dificultad que algunos echaban de menos en el anterior juego mientras limitaría la frustración asociada al bloqueo, permitiendo avanzar en otro puzle si uno se nos resiste demasiado.
Una mejora a nivel visual
En el aspecto visual An English Haunting muestra una clara mejoría respecto a anteriores trabajos de Postmodern. El uso de la iluminación es realmente bueno, manteniendo un estilo muy similar a Nightmare Frames pero con un uso de colores complementarios y ciertos efectos que dan mucho mejor resultado que el típico teñir de negro las partes de sombra. También están muy conseguidos los efectos atmosféricos como la niebla y muchos más detalles del estilo.
También hay multitud de detalles del escenario que ayudan a la inmersión, ya sea en las suciedad de las calles o sus carteles o en los interiores de las casas. En ese aspecto resulta muy interesante como An English Haunting utiliza recursos opcionales como el cine, que proyecta una película real de Georges Méliès que puedes ver enterita (en esa época una “película” de Méliès duraba pocos minutos). Este uso de elementos de la época libres de derechos es muy inteligente y se repite, lo que me da pie para hablar de la música.
La banda sonora de An English Haunting, que en esta ocasión es obra de Matías J. Olmedo y Rubén Giménez, tiene un tono más clásico e instrumental que la de Nightmare Frames y su synthwave, lo cual resulta ideal para la ambientación del juego y aporta mucho a las escenas. Pero lo que marca la diferencia es como se utilizan canciones de la época que van sonando en las situaciones que tiene sentido y de dan una textura muy especial a nivel sonoro.
Este gusto por el detalle no se limita a los apartados visuales y sonoros, la aventura está plagada de ellos. Mención a sucesos y personajes de la época (o su aparición, como he comentado antes), partes opcionales pero que enriquecen el juego como el mentado cine o una librería en la que podremos poner a prueba nuestros conocimientos en literatura clásica de terror (empecé muy bien pero cuando llegaron las preguntas difíciles, ay…) además de leer unas pequeñas historias creadas para la ocasión.
No puedo negar que me maravilla esa atención al detalle teniendo en cuenta la rapidez de José María a la hora de producir nuevas aventuras, recordemos que el grueso de An English Haunting lo ha realizado él solo. Son este tipo de cosas las que pueden hacer que una obra muy buena roce la excelencia.
En conclusión
An English Haunting es otra muestra de la buena salud, por lo menos a nivel creativo, que vive el género de la aventura en España y en general. Buen diseño de puzles, una historia tan absorbente como bien hilvanada, personajes interesantes, un muy buen nivel artístico y una firma autoral que hace únicos a los juegos del estudio.
Por supuesto, Postmodern Adventures ya está trabajando en su nuevo proyecto, esta vez compartiendo las labores de diseño con otra persona, y aquí estamos expectantes por ver con que nos sorprenderá esta vez.
An English Haunting está disponible en Steam e Itch.
Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Postmodern Adventures
Análisis An English Haunting
✅ Lo Bueno:
• Prácticamente todo❌ Lo Malo:
• Podría haber tenido una estructura un poco más abierta en la parte centralSistema operativo: PC
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