ANÁLISIS: SOVEREIGN SYNDICATE

DIOS SALVE A LA REINA… Y QUE LA MAGIA Y EL VAPOR SALVEN AL IMPERIO BRITÁNICO 

Que salve a la reina Victoria, por supuesto, pues con Sovereign Syndicate, nos encontramos ante una ucronía steampunk ambientada en el Londres de la época victoriana del siglo XIX. Un Londres, y un Imperio Británico muy similares, en algunos aspectos, a lo que uno se podría esperar por lo que siempre nos han contado los historiadores y narradores de le época, pero al mismo tiempo, un mundo completamente distinto y fascinante, al introducir todo tipo de razas mitológicas que conviven en perfecta armonía con el ser humano, nuevas tecnologías basadas en la ciencia del vapor y por supuesto por la constante presencia de la magia. 

De este modo, el pequeño estudio independiente, los canadienses de Crimson Herring Studios, nos traen lo que viene a ser su opera prima, un interesante RPG narrativo de fantasía oscura, claramente influenciado por el tipo de jugabilidad que ya vimos en Disco Elysium, por la ambientación del excelente Arcanum: Of Steamworks and Magick Obscura, algunos detalles de la saga Shadowrun o la magnífica visión literaria de Charles Dickens a la hora de describir los bajos fondos del Londres victoriano y sus diversos personajes. 

Así pues, con estos ambiciosos mimbres y estas meritorias influencias, este Sovereign Syndycate ha venido para hacerse un hueco dentro del género e intentar destacar con una interesante propuesta narrativa, mucha personalidad propia y una puesta en escena realmente atractiva. 

Veamos que tal es el juego y si la propuesta de los desarrolladores merece realmente la pena.

Un hombre lobo en Londres…y más, mucho más 

Un asesino en serie, se sospecha que un hombre lobo, está acabando salvajemente con las prostitutas del East End londinense y tiene a toda la ciudad aterrorizada, las peligrosas bandas de los muelles están tramando algo turbio y algunos de los empresarios industriales más poderosos del páis están desarrollando algunas nuevas tecnologías un tanto oscuras y peligrosas. 

Y mientras todo esto acontece entran en escena nuestros tres protagonistas. Atticus Daley, un minotauro adicto al opio y al alcohol, Clara Reed, una dama de la noche humana con un pasado que prefiere mantener en el olvido y Theodore Redgrave, un enano ex militar, ingeniero y cazador de monstuos que siempre va acompañado por su inseparable autómata Otto.

Tres perfectos desconocidos cuyas historias irán convergiendo poco a poco, a medida que avanza el juego, y que están destinados a unir sus fuerzas si quieren resolver los problemas a los que se tienen que enfrentar cada uno y que al parecer están más relacionados entre sí de lo que parece. 

Como telón de fondo, las sucias calles de los muelles de Londres, donde se mezclan todo tipo de razas, culturas y personajes dickensianos, donde los habitantes de los bajos fondos son los verdaderos protagonistas y el peligro acecha detrás de cada esquina, desde los oscuros callejones hasta los fumaderos de opio. 

La historia al principio tarda un poco en arrancar, pero conforme van pasando los capítulos, se va haciendo realmente interesante, todo se va relacionando y definitivamente llega a enganchar. Una trama siniestra e intrigante al mismo tiempo que merece realmente la pena.  

Con las fuerzas del Tarot y el Sovereign Syndicate hemos topado 

Con un sistema de juego que recuerda mucho al ya mencionado Disco Elysium, el juego apuesta por un concepto narrativo del rol que en realidad lo acercaría bastante al género de las aventuras gráficas… si no fuera por la libertad de elección que constantemente permite el juego, sin duda uno de sus puntos más fuertes, tal y como veremos a continuación. 

Los personajes no se pueden elegir y ya vienen predefinidos para la aventura, sin embargo, cuando juguemos con ellos por primera vez tendremos una pequeña opción para personalizarlos eligiendo entre los cuatros temperamentos posibles, sanguíneo, colérico, melancólico y flemático, y cuál de ellos será el principal que gobierne sobre el personaje en cuestión. Cuanto más usemos las habilidades, o temperamentos, más subirán de nivel y más opciones se nos irán abriendo dentro de la aventura, por lo que la elección inicial y el uso de las habilidades, irán marcando el rumbo de la historia para cada personaje y esta puede cambiar entre partida y partida para cada uno de ellos. 

En el juego no hay combate, bueno, si lo hay, pero es también narrativo y en donde no podremos hacer otra cosa que tomar alguna que otra decisión y probar fortuna. El elemento de rol, aparte de la toma de decisiones y las posibles ramificaciones del juego gracias a los temperamentos/habilidades de cada personaje, viene dado por un sistema de tiradas y porcentajes donde los habituales dados son sustituidos en esta ocasión por una baraja del Tarot, cada carta con valor determinado que sumara al valor de nuestros temperamentos para saber si hemos logrado o no tener éxito en la acción o conversación. 

Además, si vamos progresando adecuadamente en la aventura los personajes irán encontrando nuevas cartas que añadir a sus barajas, lo cual a su vez además de potenciar sus diferentes temperamentos nos brindarán nuevas opciones de dialogo y elecciones. Si a eso le sumamos que cuando más elijamos un temperamento, más posibilidades de pasar las tiradas tendremos, y encima se nos irán abriendo más posibilidades… las variantes son enormes dentro de la misma aventura, lo cual asegura una alta rejugabilidad del título que esta funcione realmente bien. 

Como buen juego narrativo que se precie, es evidente que nos vamos a encontrar con mucho texto que leer. Muchas descripciones, muchos diálogos con otros personajes y también muchas conversaciones internas de cada personaje. Según los temperamentos que hayamos elegido para ellos, las conversaciones internas serán diferentes y a menudo describirán de varias formas diferentes lo que le va ocurriendo a los personajes para ayudarnos a tomar una decisión. Una ingeniosa forma para conseguir que la narrativa del juego cobre el debido protagonismo a la hora de tomar las decisiones. 

Importante indicar que el juego no está traducido al castellano, lo cual es una verdadera pena porque el juego exige un buen nivel de inglés, con muchos modismos y jergas, para poder disfrutarlo como se merece. 

El diseño artístico es muy agradable y la puesta en escena realmente funciona. Con una vista isométrica bastante limpia y con escenas que se nos presentan con un estilo cómic bastante atractivo, lo cierto es que la impresión final es bastante buena y positiva. 

Sin embargo, la banda sonora y el apartado sonoro son mucho más discretos, siendo estos últimos prácticamente inapreciables en algunas ocasiones. Una banda sonora más variada y un posible doblaje le hubieran venido muy bien al juego, aunque también se entiende que de poder introducirlos hubiera sido mucho más costoso su desarrollo. 

Conclusiones de un pobre y atormentado ciudadano victoriano 

Estamos ante un juego con personalidad propia, un juego capaz de desconcertar al jugador tradicional de los juegos de rol y confundir a más de uno con su atractiva vista isométrica. Un juego que exige leer mucho y que por lo tanto espantará a unos al mismo tiempo que atraerá a otros. 

Ante todo, es un juego interesante y diferente, o sea que vale su peso en oro. No es un juego perfecto, y se le nota algunas limitaciones técnicas y presupuestarias, pero es un juego hecho con mucha atención por los detalles, con una narración sólida y con una prodigiosa libertad a la hora de tomar decisiones que si son importantes. 

RECOMENDADO para los amantes del steampunk, para los que disfrutan de las buenas narrativas y para los que siempre han querido pertenecer a una raza que lleve cuernos. 

ABSTENERSE los más puristas, los intolerantes del género, los que siempre se andan quejando si tienen que leer mucho y sobre todo los que no soportan que les cambien la historia de un momento a otro y sin avisar.  

Sovereign Syndicate actualmente solo está disponible en PC y se puede comprar en Steam y GOG.

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Terminals.io