Está comenzando una tendencia de grandes AAA y otros juegos que prefieren saltar el formato físico y volverse exclusivos en formato digital, lo que para algunos fans no es tan buena idea. El último fue Senua’s Saga: Hellblade 2, el juego exclusivo para consola de Xbox que llegará este año y al que pudimos saber un poco más durante el evento de Microsoft Developer Direct del jueves pasado. Sin embargo, más tarde también se supo que no llegaría a tener lanzamiento físico, al igual que ocurrió no hace mucho con Alan Wake 2, el juego que fue nominado a GOTY.
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Insatisfacción por parte de los fans de no tener formato físico
La creciente preferencia de algunos juegos por renunciar a ediciones físicas y optar exclusivamente por la distribución digital ha generado una notable insatisfacción entre los aficionados. La decisión de dejar de lado las copias físicas podría percibirse como un menosprecio a aquellos que valoran la tangibilidad de poseer una caja con arte y un manual con el formato físico. Esta desconexión con las expectativas y preferencias tradicionales de los fans podría traducirse en una pérdida de la conexión emocional que muchos jugadores experimentan al agregar títulos a sus estantes.
Además, la dependencia total de la distribución digital puede generar frustración entre aquellos con conexiones a Internet inestables o limitadas. La descarga de juegos digitales puede convertirse en una tarea ardua y limitante para aquellos en áreas con infraestructuras deficientes o en regiones donde las velocidades de conexión son un desafío constante. Este enfoque excluyente podría generar descontento entre aquellos que sienten que se les deja atrás debido a las limitaciones tecnológicas en sus ubicaciones.
La insatisfacción también se manifiesta en las preocupaciones sobre la propiedad y control de los juegos digitales como comentaba la semana pasada el ejecutivo de Ubisoft. La vinculación a plataformas específicas y las restricciones de licencia asociadas pueden interpretarse como una pérdida de autonomía para los consumidores, quienes podrían sentirse limitados en su capacidad para compartir, revender o tener un control pleno sobre sus adquisiciones digitales. Estas restricciones, a menudo opuestas a la filosofía de propiedad que ofrecen formato físico, generan desconfianza y desagrado entre los seguidores más leales.
Los peligros del formato exclusivamente digital
Los juegos exclusivamente digitales suscitan críticas considerables debido a diversos inconvenientes, además, existe una creciente inquietud sobre la preservación a largo plazo de los juegos digitales. La obsolescencia de plataformas y servicios podría resultar en la pérdida irreversible de acceso a juegos comprados, planteando interrogantes sobre la durabilidad y la sostenibilidad de las bibliotecas digitales a lo largo del tiempo.
No es una buena decisión que un videojuego «importante» se salta el formato físico, aunque es cierto que no todos los juegos que se compran en disco se pueden jugar sin conexión o sin los parches del «Día 1», pero la mayoría sí y se puede comprobar desde esta web donde los fans lo han ido documentando.
Por todo ello, es bastante decepcionante ver juegos como Hellblade 2 que Xbox lo confirma exclusivo para la era digital y su formato físico lo deja apartado, eso sí, costará 50 euros, aunque se podrá disfrutar desde el primer día en el Game Pass. Para aquellos que defensores de lo digital sabrán que será un juego más para su biblioteca, pero para aquellos que les gusta coleccionar, sabrán que no podrán conservarlo como a ellos les gustaría. Actualmente, en la industria del videojuegos esta tendencia está aumentándose cada vez, y será una pena ver que el formato físico desaparece poco a poco.