Tiny Thor es un homenaje absoluto a los plataformas de la época de los 16 Bits. Ya saben, SNES, Mega Drive, Amiga… El estudio alemán Asylum Square no esconde sus intenciones sino que las lleva como bandera: Crear el tipo de juego que les hubiera gustado jugar entonces. Han escogido tomar un camino muy transitado, sobretodo en el entorno indie. Es muy difícil destacar entre tanto juego retro con el mismo tipo de influencias e intenciones.

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Tiny Thor: A martillazos por la vida

Entonces ¿Qué puede aportar Tiny Thor en este mercado saturado y lleno de títulos míticos? Para empezar una mecánica propia (no me atrevería a decir única pero no se ocurren otros juegos que la apliquen). En tanto que encarnamos a un joven Thor, lo primero que obtendremos y nuestra herramienta principal para interactuar con el mundo es el martillo Mjölnir.

El martillo no es solo un gimmick, su comportamiento y usos cambian totalmente tanto la jugabilidad como el diseño de niveles, que se construyen para aprovechar al máximo sus particularidades Es, por supuesto, nuestra arma principal (siempre nos queda el recurso de saltar sobre algunos enemigos), con la particularidad de que podemos hacerlo rebotar en cualquier pared o límite de la pantalla y vuelve a nosotros en el momento que lo llamemos.

Esto significa que en Tiny Thor el martillo es un elemento esencial y omnipresente, podemos aprovechar sus rebotes para eliminar varios enemigos seguidos, llegar a sitios inaccesibles para recoger gemas (digamos que es el equivalente a las monedas de Mario para simplificar), activar interruptores, romper parte de las paredes, etc…

Pero no nos engañemos, Tiny Thor no es un juego que nos vaya a poner las cosas fáciles. Tanto por influencia de los clásicos de plataformas como por la de indies mucho más nuevos como Celeste es un juego exigente, exasperante en ocasiones.

Algo viejo, algo nuevo…

Esa influencia de plataformas de precisión como el mentado Celeste o Super Meat Boy se muestra en el diseño de niveles como pequeños retos que nos harán explotar al máximo tanto la movilidad de nuestro pequeño protagonista como las posibilidades del martillo. En ese sentido los checkpoints están, en ocasiones, demasiado separados. Sobretodo en niveles más avanzados. No es un problema que rompa el juego en absoluto pero le da una capa extra de frustración que creo innecesaria.

Pero no solo de plataformas vive Tiny Thor, sus influencias también pasan por arcades como Arkanoid o el género shmup (o matamarcianos, si lo prefieren). También están bastante presentes los puzzles, además de reflejos y coordinación tendremos que exprimirnos un poco la cabeza de vez en cuando. La variedad de situaciones es de agradecer.

tiny thor

El control Tiny Thor en al principio parece un poco tosco y lento pero vas entrando en su ritmo se vuelve muy satisfactorio, algo que ayuda las habilidades que vas consiguiendo en la aventura. Si bien no llega a la maestría vista en Celeste, resulta robusto y fiable, algo esencial en este género.

El martillo es muy versátil pero controlarlo requiere concentración y un proceso de aprendizaje, sobretodo a la hora de controlar los rebotes. Tienes dos tipos de ataque; uno rápido que puede ser lanzado en las cuatro direcciones y otro para apuntar libremente. Este último es esencial para progresar y tiene sus particularidades.

Para empezar nos obliga a detenernos mientras apuntamos, además prescinde el stick analógico o ratón para ello, tenemos usar el gamepad del mando (también podemos usar el teclado del PC si nos sentimos valientes). Esto nos obliga a tener mucho cuidado con los tiempos y apuntar con urgencia, creando situaciones muy tensas pero también muy satisfactorias cuando consigues, por ejemplo, matar muchos enemigos en un solo tiro aprovechando los rebotes.

La estructura es muy clásica, también. Tenemos el típico mapa que va abriendo camino al superar niveles de forma lineal pero a veces también nos abrirá un camino a niveles de reto, con una dificultad mucho más alta. La forma de desbloquear esos niveles será a través de gemas rojas, hay tres en cada nivel y normalmente no es obvio como conseguirlas, eso junto a los secretos da rejugabilidad si no somos completistas en la primera vuelta.

También iremos ganando habilidades y podemos comprar pequeñas mejoras con las gemas azules. Las mejoras que compramos afectan poco a la jugabilidad pero cualquier pequeña ayuda es útil en un juego tan exigente. Las habilidades que obtenemos avanzando en la aventura son, en cambio, aportes que cambian nuestra manera de afrontar el juego y nos dan muchos más recursos para enfrentarnos a

Por supuesto, también tenemos mid-bosses y boss final en cada mundo. Por lo general estos jefes finales nos obligarán a rompernos la cabeza y aprender sus patrones, creando un reto a la altura del resto del juego. Los bosses son importantes en este tipo de juegos y Tiny Thor no decepciona en absoluto.

Tiny Thor es una belleza

Los gráficos son una preciosidad. Obra del veterano artista del pixel Henk Nieborg, entre cuyos trabajos se encuentran juegazos como el clásico a reivindicar Adventures of Lomax o los más recientes Xeno Crisis y Battle Axe. Una maravilla con multitud de detalles y una ambientación que a veces te apetece pararte únicamente para admirar el escenario.

La música también me ha gustado mucho y creo que acompaña perfectamente durante todo el juego. Melodías muy clásicas que nos recordarán al estilo de las de esa época pero con su sello personal y mejor calidad de sonido. Loa efectos de sonido también acompañan muy bien y resultan lo bastante contundentes.

En resumen nos encontramos ante un gran juego de plataformas pero duro y que nos exigirá estar completamente atentos. Tiny Thor, como muchos grandes indies, trabaja sobre lo clásico para sumarle suficientes elementos novedosos como para destacar con su propia personalidad. El Martillo es muy versátil y el diseño en general robusto, a veces con un poco de mala leche pero ideal para quienes busquen un reto de plataformas “de los de toda la vida”.

Tiny Thor está disponible en Steam, GOG y Epic.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por PressEngine.

Análisis: Tiny Thor
Diseño de niveles complejo e interesanteEs un placer manejar a Mjölnir una vez dominadoLos gráficos pixel art
En ocasiones resulta demasiado frustranteLos checkpoints a veces están muy alejados entre si
8Nota Final