Análisis: Bread and Fred

Los videojuegos cooperativos son cada día más llamativos y hay un mayor número de ellos. Es posible que esto se deba a la gran cifra de streamer y, a su vez, a la capacidad que tienen para atraer la diversión y el entretenimiento a un conjunto de personas. En Bread and Fred vas a sentir que la magia de la cooperación “existe”, pero la de la frustración también. Sin embargo, aunque su simpleza sea clara, no te dejes engañar y pruébalo porque es el típico juego que te sorprende, pero eso sí, para jugar solo un rato.

Desarrollado por SandCastles Studio y publicado por Apogee Entertainment, Bread and Fred es un videojuego de plataformas cooperativo donde te pondrán a prueba, tanto solo como en compañía, además de conocer la relación que puedes llegar a tener con la persona de al lado para saber si podéis trabajar juntos. Y no, no es nada fácil. Este videojuego lo conocí en la feria Gamergy y me eché unas risas, pero eso se puede transformar en indignación cuando la partida no avanza y el tiempo sí por su alto nivel de dificultad. Si quieres conocer más sobre estos dos pingüinos y cómo quieren escalar una montaña, os cuento un poco más sobre ello.

Toca escalar una montaña, pero atado por una cuerda

Sin detenerme mucho en este apartado, Bread and Fred son los personajes principales de esta aventura y sin duda quieren llevarte de paseo por una montaña, pero sin que sea una hazaña sencilla. Este juego no se para a contarte un argumento extenso o una historia que profundice, sino se centra en la mecánica del cooperativo y en llevarte lo más rápido posible a la plataforma. En este juego tendrás que ponerte en la piel de uno de los dos pingüinos que han querido embarcarse en un peligroso viaje desde su ciudad hasta el pico de una montaña, con la peculiaridad que van atados con una cuerda.

Sí, esto último es lo que hace que dé un vuelco a la jugabilidad y traiga más originalidad a la hora de ponerte en la piel de estos adorables personajes. Desde un extremo de la cuerda a otro, ambos intentarán cooperar sin parar para enfrentarse a diferentes obstáculos, además de obligarse a trabajar completamente en equipo para resolver cada puzle sin caer. En Bread and Fred estos desafíos pueden llegar a ser una comedura de cabeza, pero a la vez una frustración cuando has avanzado “lo suficiente” y caes, volviendo a tener que hacer todo una vez más. Es por ello que la diversión se tuerce cuando llevas un rato y da más protagonismo a la dificultad.

Es completamente necesario dos personas

Al igual que si quieres jugar a It Takes Two necesitas sí o sí a alguien a tu lado, en Bread and Fred ocurre exactamente lo mismo. No es algo obligatorio, al fin y al cabo, te da la opción a que puedas experimentar esta aventura desde un punto de vista solitario, pero no, no lo estarías disfrutando como realmente se merece. Es cierto que la durabilidad de este juego se puede ver afectada por cuánto hábil seas junto con tu compañero en escalar la montaña, pero a veces es un poco complicado encajar bien un salto o avanzar por la plataforma. Por lo que, te animo a guardar tu paciencia e intentes llevarte bien con la parte regresiva del juego, además de aprovecharla para mejorar tus técnicas de movimiento.

La cuerda que atan a Bread and Fred es el detalle más importante del juego, debido a que separados nunca van a poder ir y hace que se comprometan aún más. Si un jugador tira de la cuerda y el otro se para, no se van a mover, eso mismo ocurre si uno salta y el otro no. Pero también facilita la aventura y tiene su parte satisfactoria, ya que gracias a esta se puede usar para balancearse de una plataforma a otra para ganar impulso o, si un personaje cae, el otro le puede recoger sin problema mientras se ancla en el sitio. Al fin y al cabo, es comprender los detalles de estas mecánicas para disfrutar de la acogida que puede tener este juego.

No obstante, la manera que tiene de castigar y de obligarte a repetir una y otra vez las plataformas, se convierte en algo tan constante que puede no gustar demasiado. Bread and Fred tiene muy poco margen de fallo y eso provoca que el tiempo que has invertido en avanzar no sea lo suficiente cuando tienes que volver hacerlo. Los niveles están muy bien diseñados y pretende atraparte, pero es cierto que mejor dosificar un poco el tiempo de Bread and Fred si no quieres terminar por odiar a estos peculiares personajes.

Estilo pixelado con muchos detalles

Al igual que los niveles están bien diseñados, el mapa en general y todo lo que rodea a Bread and Fred también lo está. Tiene un estilo visual pixelado que llama mucho la atención, además de utilizar una paleta de colores con tonos pastel que deleita a la vista. Por otro lado, también han hecho que haya profundidad y han jugado con la iluminación para que los niveles sean mucho más disfrutables. Junto a ello, la banda sonora acompaña bastante al tipo de juego que es, es divertida y no es la típica que te pone nervioso mientras quieres saltar de una plataforma a otra.

Conclusión

En conclusión, Bread and Fred es un buen juego cooperativo de plataformas, la mecánica de la cuerda es algo original y te obliga a gestionar las físicas de cada nivel. Sin embargo, cárgate de paciencia para coordinarte lo suficientemente bien como para no frustrante con cada intento de avanzar, ya que su margen de fallo es muy pequeño y provoca que el nivel de dificultad sea bastante alto. A su vez, es divertido siempre y cuando quieras jugar un rato, ya que Bread and Fred es más un juego casual para dedicarle un tiempo determinado y echarte unas risas que tienes con la persona de al lado, porque sí, las risas están más que aseguradas.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Apogee Entertainment.