ANÁLISIS: COLOSSAL CAVE

TODO COMENZÓ EN UNA CUEVA 

 
Allá por los años setenta del pasado siglo, cuando los ordenadores todavía eran maquinas inmensas que solo algunas entidades privilegiadas podrían tener, universidades y estamentos oficiales en la mayoría de los casos, fue cuando Willie Crowther, un programador aficionado a la espeleología, crearía la primera versión de Colossal Cave para entretener a sus hijas y dar rienda suelta a su afición por las cuevas y el Parque Nacional de Mammoth Cave de Kentucky. Apenas un año después, un estudiante de Stanford muy aficionado a la obra de Tolkien, Don Woods, descubrió el juego y se unió a Crowther para crear lo que sería la versión definitiva de la primera aventura de la historia de los videojuegos. 
 
A partir de ahí comenzó el mito y todo lo que vino después ya forma parte de la historia de la industria. 

Con el paso del tiempo ha habido muchas versiones, y con muchos nombres, de Colossal Cave, siendo probablemente la española La Aventura Original una de las mejores que jamás se han hecho, pese a lo cual no deja de ser algo sorprendente que sea ahora, en 2023, casi cincuenta años después de la salida del juego original, que asistamos nuevamente la aparición de una nueva versión de la aventura, en este caso un remake que viene nada más y nada menos que de la mano de Roberta Williams, otro mito y leyenda del género de las aventuras, y Cygnus Entertainment. 
 
Veamos si juego y diseñadora han sabido estar a la altura. 

Y en el principio solo fue la palabra 

 
Hablar de Colossal Cave es hablar del principio de todo. De una época anterior a la de las aventuras gráficas tal y como las conocemos hoy en día y donde solo podíamos comunicarnos con el ordenador a través de unos pocos comandos de texto que este podía reconocer con lo que la frustración y la dificultad estaban más que aseguradas porque no solo había que descubrir que hacer en cada acertijo que nos planteaba el juego sino con que comandos hacerlo. 
 
Para colmo, en los primeros años del género los medios eran tan limitados que los juegos no incluían ningún tipo de imagen, ni siquiera estáticas, por lo que todo solo había un texto en la pantalla y todo se dejaba a la imaginación del jugador. De ahí que, desde sus inicios al género de la aventura, ya sea conversacional o gráfica, siempre se la haya relacionado intensamente con el mundo de la literatura, la creación de historias y como las puede vivir desde «dentro» el jugador/lector. 

Eran otros tiempos y las limitaciones muy obvias, pero no dejaba de tener su encanto enfrentarte a una aventura solo con tu imaginación, tecleando comandos como un poseso y haciéndote tú mismo los mapas de los escenarios para estar seguro de que no se te quedaba nada por investigar. 

Pero por poderoso y seductor que sea el reverso tenebroso de la nostalgia no solo del pasado vive el jugador y es indispensable comprobar que tal le ha ido a Roberta Williams con este remake y si han sabido trasladar la jugabilidad y la esencia de un mito de antaño a los tiempos de hoy en día. 

El momento siempre es aquí y el tiempo siempre es ahora 

 
Lo más importante y lo que define a este remake es que, sin duda alguna, es extremadamente fiel al juego original… lo cual puede ser tan bueno como malo. Realmente se han limitado a hacer un lavado de cara de la versión original, le han añadido gráficos a todo, un auto mapa y cambiado los comandos de texto tecleados por un manejo de ratón point & click mucho más amigable. 
 
Por lo demás todo es exactamente igual, acertijos, tesoros, jugabilidad, descripciones… y es donde a mi parecer se han equivocado de largo. Para lo más nostálgicos y los amantes de la vieja escuela el remake puede tener cierto encanto, como es mi caso, pero difícilmente las nuevas generaciones de aventureros, salvo contadas excepciones, se verán seducidos por una aventura que no ha sabido evolucionar en todo este tiempo y que al fin y al cabo se limita a ser un espejo del juego original. 

Más que un remake lo que hubiera hecho falta es una nueva interpretación del juego, con una historia y unos personajes más elaborados y sobre todo una jugabilidad más sólida y adaptada a los tiempos que corren. En esencia estamos hablando de la primera aventura de la historia, por lo tanto, un juego muy sencillo y básico, excelente para su época, pero que se queda en muy poca cosa para el aventurero contemporáneo. 

Si antaño te podías permitir un juego sin historia, básicamente Colossal Cave trata de entrar en una cueva y resolver acertijos y puzzles para saquear una serie de tesoros, sin personajes ni trasfondos destacables y con el único objetivo de conseguir la puntuación más alta, hoy en día se le tiene que pedir más a una aventura, aún a riesgo de sacrificar algo de fidelidad y el homenaje a un título clásico. 

No ayuda tampoco la escasa calidad gráfica del juego y la ausencia de un diseño artístico de envergadura. Ya puestos a hacer un lavado de cara por lo menos se podían haber volcado en el apartado artístico, encumbrar el remake a base sorprender y maravillar al jugador con unos buenos gráficos y una excelente puesta en escena que le haga olvidar por momentos la sencillez que encierra el juego

A mí me ha gustado, aunque me quedo con alguna de las versiones anteriores, porque soy un incondicional del género y lo llevo jugando casi desde sus inicios, pero considero que un aventurero actual difícilmente se verá atraído por un juego tan simple y sencillo, que más parece un juego de móvil que un mito de las aventuras clásicas. 
 
Quizás hubiera sido mucho más acertado versionar alguna de las otras grandes aventuras conversacionales, más complejas, satisfactorias y desarrolladas que este Colossal Cave. Una aventura que es todo un mito dentro de su género e incluso de la historia de la industria, pero que precisamente por ser la primera dista mucho de encontrarse entre la mejores. 
 
Para los posibles interesados añadir que el mundillo de las aventuras conversacionales en castellano goza de muy buena salud dentro del mundillo del fandom y los aficionados. Constantemente se están publicando juegos muy buenos y gratuitos, algunos desarrollados por los veteranos del género, e incluso es muy fácil hacerse de forma legal con la mayoría de los juegos que salieron en su día. 
 
En definitiva, un juego RECOMENDABLE, pero sin grandes sorpresas, para los nostálgicos y completistas, para los mitómanos del género y los que tienen complejo de urraca. 
 
ABSTENERSE los paladares más exigentes, lo más modernos y los devoradores de novedades. 

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Cygnus Entertainment