Hater, que palabra más triste y tan usada para no estar en nuestro diccionario.
Ey, tú. Tú que estás leyendo esto y que te agradezco mucho que lo hagas. Gracias por regalarme tu tiempo. Tu tiempo, esa cosa con tanto valor que nunca vuelve. Esa cosa que nunca se recupera. A mí me parece asombroso que de entre todas las cosas que puedes hacer con el tiempo (que es todo), hayas decidido usarlo en estar aquí. Que me regales tu tiempo me parece el mejor de los regalos. El tiempo también da experiencia y conocimientos. Y permite mirar desde otra perspectiva el suceder de las cosas. Errekgamer es una web de videojuegos y voy a hacer un viaje por la historia a raíz de algo que parece que sucede en el presente pero que lleva sucediendo desde hace algunas décadas. Eso sí, sin armar el revuelo que se está armando, sin llegar a los insultos malintencionados, sin llegar al odio que en nuestra afición no debería existir.
¿Puedo llamarte hater? Sí, mi querido hater, seguramente que cuando hayas visto el título por alguna red social te has animado a entrar para alimentar el salseo que gobierna ese tiempo que se escapa como el agua entre los dientes, que se pierde y que te impide aprovecharlo en algo más satisfactorio que en generar polémica. Craso error haber entrado para esto. Esta mal llamada guerra de consolas no es de ahora. No es algo que está en el día a día desde que internet le ha dado voz a todo el mundo que opina desde el desconocimiento más absoluto y, supongo, que desde la frustración que da no tener tiempo para abarcar tanto. Mi querido hater, ¿te quedas conmigo? Vamos a hacer un viaje al pasado y vamos a intentar ver el futuro.
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Empiezan los 90
Y ya teníamos con nosotros a N.E.S, a Gameboy, a Game Gear, a Master System, a Mega Drive y a Atari Lynx. Seguro que había más, recuerdo todas las clónicas que traían un montón de juegos dentro, pero el mercado y los medios de por aquel entonces se movían con estas marcas. Hubo de esperar a 1992 para disponer de Super N.E.S, de Turbografx y de Neo Geo. Algo más tarde llegarían MEGA-CD, Atari Jaguar, Panasonic 3DO, Philiphs CD-I y Mega 32X. Y, por supuesto, no olvidamos que los ordenadores Amstrad CPC, ZX Spectrum, Commodore 64 y los MSX seguían con nosotros. Y soñábamos con Amiga 500, con Atari St y con PC. Si en aquella época hubiera habido el acceso a Internet que hay hoy, no me quiero ni imaginar la de tinta electrónica que se hubiera derramado… Mirad cuántos bandos podía haber. Hasta los usuarios de ordenadores podían enfrentar sus sistemas. Esas batallas de hoy porqué tarjeta gráfica es más potente o qué RAM es más rápida se puede trasladar a la marca y si sigues la actualidad ya sabes qué pasaría. Que el tiempo que puedes emplear en disfrutar jugando, lo gastas en perderlo, valga la redundacia, en un debate que no tiene sentido.
Cuando el acceso a Internet no era de dominio popular, las propias marcas se encargaban de poner de manifiesto los defectos del rival. SEGA fue la más agresiva en este aspecto. Recuerdo los primeros anuncios de Mega Drive que vi, en la que anunciaban packs de la consola con varios de sus juegos más potentes, como aquel de Castle of Illusion, con un encabezado que rezaba «Parece cosa de magia» y aquellos anuncios te vendían la consola. La imagen, el color, la exaltación de las virtudes… Pero poco después llegaron anuncios nuevos lanzando comparativas que algunos se tomaban demasiado en serio. Aquel anuncio de «De juguete (Game Boy) y De jugones (Game Gear)» era una precampaña bélica y un saber poner las ventajas en liza escondiendo los defectos, que también los tenía, y bastante serios.
Y en vez de los foros y las webs de Internet, existía los bancos de los parques, los recreos del colegio e incluso los ratos libres de clase para debatir sobre nuestros sistemas y nuestros juegos. Muchas veces usábamos esos anuncios que veíamos en la prensa o en la televisión para hacer comentarios sobre ese sistema que no teníamos. Yo tengo Game Boy y me parece que la Game Gear es una comepilas de mucho cuidado. Yo tengo Game Gear y me parece que la Game Boy se ve menos que el cuarto de las ratas… Pero luego nos dejaban jugar a Sonic en Game Gear y al Tetris o a Super Mario Land en Game Boy y… y… y disfrutábamos como los enanos que éramos. Ya daba igual los colores, las pilas, el sonido o la velocidad. Solo importaba la magia del videojuego que nos estaba hechizando. Sí, has leído bien, el videojuego, no el sistema que hacía posible sentir aquella magia. Echando la vista atrás, parece increíble que hayan pasado treinta años de aquello. ¿Sabes que en aquellos tiempos nos podíamos comprar como mucho dos juegos al año? Y rara vez teníamos dos sistemas distintos. Esto permitía que los juegos se exprimiesen como ahora no se hace, y defendíamos nuestro sistema y en piques de críos atacábamos a la competencia, pero luego guardábamos un silencio casi sepulcral cuando podíamos probar ese sistema que no teníamos en casa en casa de ese amigo que diez minutos antes nos había oído gastar una broma sobre su sistema. Sí, mi querido hater; así de tontos llegamos a ser hace treinta años.
SEGA, la pionera del hate entre compañías
Las páginas de las revistas eran el escaparate para ese hate que hoy gobierna la mayoría de los medios y foros de Internet. Y el público se dejaba influenciar por esos anuncios más de lo deseable, llegando el caso de que algunos usaban los mensajes para atacar a la compañía que consideraba rival de su sistema. Sega lanzó una campaña de derribo contra Nintendo que no tiene desperdicio. Quizá si Turbografx hubiera tenido más presencia y si Neo Geo no hubiera sido tan inalcanzable la estrategia de SEGA hubiera cambiado. SEGA se dedicó a señalar los puntos flacos de sus rivales. En el caso de Game Boy la ausencia de color y el sonido que podía ofrecer, en el caso de Super Nintendo, la menor velocidad de su CPU (¡¡3,5 Mhz!!) frente a los 7Mhz que alcanzaba el Motorola 6800 de la Mega Drive, presumiendo de compartir procesador con los ordenadores Amiga, que era lo más cercano a tener una recreativa en casa por aquel entonces. Luego vino el MEGA CD y SEGA lanzó la campaña del canal pirata SEGA y el mensaje de que ya quedaba poca basura porque la enterró el MEGA CD. Hubo gente que acusó a SEGA de defender la piratería con ese canal pirata, hubo gente que decía que esperando los tiempos de carga del MEGA CD podía prepararse el examen del día siguiente, también hubo gente que decía que los títulos de SNES eran más lentos que el caballo del malo sin las dos patas de atrás… Y hubo gente que decía de todo y no tenía razón en nada. Las revistas de la época, conscientes de la potencia que el salseo tenía, crearon secciones como Tribuna Abierta en la que los usuarios mandaban cartas acordándose del árbol genealógico de otros usuarios. La diferencia es que por aquel entonces había que esperar un mes para leer las respuestas en las revistas y ahora, a los dos segundos tienes una respuesta en los foros de Internet. Y aquella publicidad de SEGA estaba bastante presente en todas aquellas cartas.
La última polémica de hoy será vieja mañana
No sé cuando se va a publicar este artículo. De hecho, no sé si se va a publicar. Lo que sé es que en este día el mundo del videojuego habla de lo que ha ocurrido con Ninja Theory y sus mejoras en Hellblade para los sistemas Xbox. Ha habido «personas» que han llegado a desearle la muerte a los miembros de la compañía. Lo que opino de esta polémica daría para otro artículo aunque creo que está bastante clara si has llegado hasta aquí en tu lectura. Si este artículo ve la luz, el día que sea, seguro que hay otro tema candente en liza. Y mientras, hay videojuegos que están esperando a mostrar toda la magia que encierran. Los hay para todos los sistemas, sí, ese sistema que tú tienes. Y en vez de descubrir algo que sin duda va a mejorar tu tiempo, te dedicas a escribir cosas que no le importan a nadie. Posiblemente como esté haciendo yo ahora mismo, pero mi escrito no esconde malos deseos ni malas palabras.
Aprovecha tu tiempo
Vamos a ir terminando, mi querido hater. Si todavía sigues por aquí, muchas gracias y te lo digo de forma sincera. En este mundo de la inmediatez, en este mundo donde cualquiera suelta lo primero que le venga la mente y se queda tan tranquilo, deberíamos tener presente algunas cosas. La esencial de todas es el uso del tiempo. El tiempo. El desarrollo de un videojuego puede llevar varios años. Y criticar a un sistema porque no sale un AAA cada semana es olvidar este detalle. Y, por tanto una estupidez. Criticar a una compañía por no darte lo que tú quieres es un acto muy inocente. ¿De verdad piensas que a una multinacional le importa lo más mínimo los deseos individuales? El mercado es un ente que consiste en la oferta y la demanda. Y siempre va a ganar la demanda general. Siempre va a estar por encima de la demanda individual. Te voy a contar lo que yo hago, que sé que no te importa lo más mínimo, pero a mí me ofrece esa paz que otorga el sentir que se aprovecha el tiempo.
Si hay algo que no me llama, directamente lo olvido. Si un sistema determinado no me seduce, no me pongo a escribir ríos de tinta criticando a ese sistema. Y ese tiempo que no estoy haciendo el lila escribiendo cosas que no le interesan a nadie, lo aprovecho para disfrutar de lo que sí me seduce. O también lo aprovecho para hacer el lila escribiendo este artículo, que tampoco le interesa a nadie, pero que sí que me apetece escribir y tengo un medio extraordinario que me permite publicarlo. Tengas el sistema que tengas en casa, disfrútalo. Y si tienes varios, disfrútalos todos. El mejor siempre será el que te esté haciendo sentir la magia en el momento presente. Ya han pasado varios días desde los anuncios del Steam Deck, desde las críticas a Nintendo por el lanzamiento de Skyward Sword y el anuncio de Switch OLED, desde las quejas por la falta de stock de PS5 y Series X, de aquella declaración en la que se afirmaba que Series S no interesa a nadie (ahora me entero que pertenezco a ese género que se llama nadie).
Fíjate en la cantidad de horas que se han perdido criticando prácticamente todo. No hay una unanimidad porque no hay dos opiniones iguales. Ni dos sensibilidades. Porque lo que a mí me parece extraordinario puede ser lo más vulgar para ti y, créeme, ninguno de los dos tiene razón. O la tenemos los dos. Y en vez de perder el tiempo diciendo que esa compañía es esto o lo otro, yo me dedico a exprimir lo que tengo. A llenar el tiempo con lo que me hace vibrar y a obviar lo que me deja indiferente. Este salseo actual no es nuevo por mucho que ahora tenga mucha repercusión. Lleva mucho tiempo. Ese tiempo en el que se han vivido miles de aventuras, en el que se han soñado miles de mundos, en el que se han sentido miles de emociones. El pasado es tiempo perdido pero que deja recuerdos que te hacen feliz en el presente. Y los tienes porque cogiste un mando y sentiste magia, no porque te pusieras a escribir en un foro o a grabar un video despotricando contra todo lo que se menea y lo que no. Piénsalo, mi querido hater. Y muchas gracias por llegar hasta aquí.