Como mera opinión personal he querido adentrarme en este universo de los videojuegos indies y comentar lo que hasta día de hoy ha sido mi experiencia jugando a ellos. Hace tiempo lo llevaba pensando y es que esta industria cada vez está teniendo más éxito, están logrando tener unos videojuegos totalmente auténticos y con una elaboración que puede parecer fascinante al lado de un triple A. No me cabe la menor duda que este gran desarrollo viene con un esfuerzo previo de muchos meses e incluso años en los que la dedicación ha sido plena en ese videojuego, pero también hay que destacar aquellos indies que sin aparentar ser un videojuego atractivo, lo pruebas y se convierte en una obra que no te esperabas para nada.


Hellblade: Senua’s Sacrifice

Antes que nada estaría bien explicar, ¿Qué son los videojuegos indies/independientes? Son videojuegos creados por un individuo o pequeños grupos de personas, sin apoyo financiero de distribuidores y de una gran empresa. La característica fundamental de estos juegos son la innovación, el entusiasmo por ofrecer una gran calidad y avance, pero sobre todo, el de mostrar el cariño de cómo se puede crear un videojuego desde cero.

Mi inclinación hacia este género comenzó hace muchos años y todo gracias a la plataforma de Valve conocida como Steam. Esta plataforma ha dado la oportunidad a muchos videojuegos independientes en poder distribuirse de manera digital. Una distribución que ha ayudado que diversos desarrolladores de este tipo de juegos hayan podido dar salida a sus proyectos y además, sacar un beneficio económico, que nunca viene mal. Puede que llegase un poco tarde a esta industria, ya que los videojuegos indies existen desde hace décadas, recuerdo ese The Binding of Isaac que tanto me enganchó, pasando por otros videojuegos como el Super Meat Boy, Spelunky, Braid o Papers Please, fueron algunos de los que me abrieron a este paraíso tan grande que sin duda no conocía para nada.



Cuando trabajaba en la radio en un programa de videojuegos, me dieron a elegir la sección en la que me quería especializar y sin duda remarqué la de los videojuegos independientes. Gracias a ello podía seguir investigando y ampliando mi campo de conocimientos sobre obras que no parecían salir muy respaldadas, pero que estaban ahí. Y nosotros teníamos que darle esa oportunidad. Al final el haber optado por centrarme en estos videojuegos me ha abierto la posibilidad de conocer gente que trabaja duro día y noche para que nosotros podamos disfrutarlo. Personas que no se ponen a pensar en cuantas reseñas tendrá o la nota que recibirá, si no en que su proyecto ha dado por finalizado y por fin han conseguido lo que tanto llevaban esperando.


Ary and Secret of Seasons

Hace un par de años mi biblioteca de Steam se amplió un poco más a lo que eran estos videojuegos y hace tan solo unos meses he podido ampliarla mucho más. Desde que me dieron la oportunidad para abrirme camino en mi práctica con los análisis de videojuegos indies, me di cuenta de la apreciación y visión que podía llegar a tener con alguno de ellos. Pero esto es como una moneda, tiene doble cara: la buena y la mala. La parte buena es sencilla, estudias los videojuegos indies que van a salir próximamente o los que consideras que puedes hacer un análisis, acudes a los desarrolladores para que te proporcionen una clave, ya que este análisis se va a subir a un medio (por lo que no deja de ser un trabajo para ti). Buscas esa comunicación insistente con las personas que están detrás del videojuego, te contestan, te dan la clave, lo pruebas y creas el análisis. Lo bonito viene ahora, la muy buena actitud que adoptan siendo agradecidos y dando a conocer tú trabajo. Porque al fin y al cabo de eso se trata, de que haya un gran feedback con los creadores de estos videojuegos.

La parte mala en realidad no es tan mala, pero es según como se mire. Tras hacer ese estudio sobre los videojuegos que consideramos analizar, acudes a los desarrolladores y no sólo no encuentras una comunicación, sino que la comunicación es totalmente nula, perdida, sin sentido. Entiendo que un videojuego independiente puede llegar a tener el doble, el triple e incluso muchísimo más trabajo que otros, pero es cuestión de dejar el ego en otro lado. Como en la vida, te puedes encontrar de todo, y así ha sido algunas veces. Típicos desarrolladores que sólo con pedirles el juego como saben que va a ser un éxito no valoran el hecho que les vayas hacer un análisis, sino que lo menosprecian y prefieren no perder el tiempo contigo. Oye señor que a lo mejor soy yo la que lo pierde jugando a tu juego. En definitiva, hay de todo. Lo último que me ocurrió fue solicitar una clave, ellos me respondieron dándome una clave no válida y tras comunicarlo me llamaron ‘estafadora de clave’. Sin duda una anécdota que ahora me hace gracia, pero que en su día no me lo hacía mucho.


A Fold Apart

Cuando me preguntan por los videojuegos indies, lo primero que digo sobre ellos es que son obras de arte, aunque es cierto que es como con todo, hay muy buenos y menos buenos. No creo que por haber realizado una crítica constructiva y haber no recomendado uno de los más de treinta juegos que llevo analizados, haya sido una mancha en mi trayectoria en esta industria. Al revés, considero que siempre hay que saber valorar que alguien pruebe ese videojuego, y si las cosas están mal hay que decirlas. No porque sea independiente significa que sea perfecto o que no lo sea, pero sin duda hay que entender que puede no gustarle a todo el mundo.


Creaks

Lo que más me sorprende es que pase el tiempo que pase no paran de salir al mercado auténticas delicias de videojuegos. Obviamente para gustos los colores, pero recuerdo a la perfección el primer videojuego que supo hacer florecer mis sentimientos y me causó una gran sensación: To The Moon. Su simpleza a la hora de narrar la historia, sus gráficos tan simples y una banda sonora auténtica, provocó que para mí fuese un gran videojuego. Después de él he podido experimentar otras obras de arte como fue Spirit of the North, GRIS o Hellblade, que sin duda aconsejo probar. Junto a cada detalle que demuestran cabe destacar la personalización y originalidad que en muchas ocasiones presentan. Como por ejemplo me pasó con videojuegos tan sencillos como A Fold Apart, mostrando su historia mediante puzles con una hoja de papel; Timelie, mezclando el control del tiempo con los rompecabezas; o historias tan intensas como Little Nightmares o Brothers: A Tale of Two Sons.



Me alegra saber que aquellos videojuegos independientes que en su día no se llegaban a conocer, que no se les prestaba la atención que realmente requerían y que directamente no se llegaba a valorar el trabajo que hay detrás, a día de hoy sea todo lo contrario. Si indagas puedes seguir descubriendo grandes obras de arte que fueron olvidadas o que apenas se conocen, pero ahora es diferente, algunos de ellos han llegado a tener una popularidad tan grande que no se distingue con la de un triple A ¿Quién no ha llegado a escuchar Minecraft? ¿Y Terraria? ¿Y ahora en la actualidad el Among Us o Fall Guys? Pues no olvidarnos de que sí, son videojuegos indies.


Fall Fuys: Seasons 2

En definitiva, seguirán pasando los años y esta industria seguirá creciendo sin control, algo que desde mi punto de vista me parece estupendo. Seguiré centrándome en cada uno de los videojuegos independientes que salgan o que ya estén entre nosotros. Crearé análisis y remarcaré siempre el gran trabajo, desarrollo y esfuerzo que cada persona establece detrás de ellos, porque hay ocasiones que me quedo fascinada de lo que puede hacer sólo una persona. De hecho tengo un dilema y es cuando me preguntan, ¿Cuál es tu género favorito? Siempre digo los videojuegos indies, a lo que me responden “pero si eso no es un género, eso amplía varios de ellos”. Bueno puede que para ti no, pero para mí sí lo es. Es la creatividad en estado puro, es la esencia personificada y sobre todo, es un trabajo enorme que sí, puede ampliar muchos géneros, pero todos y cada uno de ellos son claros de admiración.

Puedes seguir nuestro Mentor de Steam de videojuegos indies.