¿Sabéis esos juegos que no sabíais que os eran una necesidad hasta que los probáis? Eso es lo que desde el pasado Steam Next Fest ha ocurrido a un servidor gracias a The Stone of Madness. Lo reconozco, los juegos de sigilo y de estrategia nunca han sido lo mío o al menos, así había sido hasta ahora.
Voy adelantando antes de comenzar este análisis que «The Game Kitchen lo ha vuelto a hacer». Ha sido nuevamente capaz de captar todos los sentidos del jugador. ¿Escapar de un monasterio? Algo que en un principio parece quizás tedioso, acaba siento toda una experiencia, donde cada usuario lo vivirá de una forma distinta y lo logre (o no) a través de distintos caminos.
A lo largo de esta publicación veréis distintas fotos. Hemos tratado en todo momento de ocultar de qué capítulo son, así como no revelar detalles importantes, ya que precisamente una de las mayores gracias del videojuego es trazar nuestros propios caminos y llegar a una misma solución.
Hay mucho por hablar sobre The Stone of Madness, pero antes… ¡Dentro tráiler!
Contenido
La vida monacal no es sencilla
Comenzar rezando maitines, continuar cuidando de las gallinas y las plantas y… ¡Manteniendo a raya a todos los locos! Porque sí, la vida en un monasterio del siglo XVIII es algo movida. Todo parecía funcionar con total normalidad, hasta que hace unos años una orden convirtió una gran parte del lugar se dedicó a la asistencia de locos y enfermos, pero ya sabéis lo que se suele decir: «Hecha la ley, hecha la trampa», por lo que, con la excusa de encerrar a personas con trastornos, ya sabemos que ciertas personas no afines a alguna que otra idea, acabarían ahí.
Esto sería investigado por Alfredo, un sacerdote con gran inteligencia que, por motivos (que no explicaremos ahora) acabó colgando el hábito. Poco a poco reuniremos más personas que se animarán a escapar del monasterio, aunque no sin antes descubrir la corrupción que se está cometiendo.
La historia de The Stone of Madness es cuanto menos interesante, con varias opciones de diálogo en cada personaje, así como dos vías para completar el juego (bastante distintas entre sí). Siempre tendremos la opción de elegir nuestra campaña una vez completemos el prólogo. Es por esto por lo que la rejugabilidad es más que aconsejada, al menos si quieres conocer de verdad la historia oculta del título.
Kyrie Eleison
O lo que es lo mismo, «Señor ten piedad«. Porque sí, vamos a pecar por todos lados, ya sea accediendo a zonas que nos son prohibidas, moviéndonos por el monasterio tras el toque de queda o incluso acabando con la vida de algún guardia. Sea como fuere sí, más nos vale «venir confesados de casa».
El movimiento en The Stone of Madness es algo completamente fluido y agradable, siendo más que recomendable el uso de mando. Es importante recalcar que en ningún momento una escena se hace repetitiva. Esto es gracias a los personajes que podremos desbloquear, siendo un total de cinco. Lo curioso es que cada uno de ellos tiene sus propias habilidades, miedos, salud y beneficios para el grupo.
Alfredo por ejemplo, es un sacerdote inteligente, que puede estudiar por las noches para ganar puntos de revelación e invertirlos en un árbol de habilidades para cualquier personaje, mientras que, Agnis es una auténtica bruja capaz de echar males de ojo a los guardias y permitirnos acceder a zonas con sigilo. Podríamos haceros una lista con todas sus habilidades, pero creemos que sería desgranar mucho la historia que viviréis en el monasterio.
¿Y qué me decís del miedo? Cada personaje tiene sus propias fobias, que les harán perder puntos de cordura. Una vez estos llegan a cero, nuestros protagonistas ganan un trauma extra (con el que también perderán cordura). ¡Ten mucho cuidado, pues tu partida se puede complicar hasta niveles insospechados!
Uno de los conceptos que más nos ha gustado es ese componente de gestión con el que cuenta The Stone of Madness. Tras cada día volvemos a una celda donde podremos recuperar puntos de salud, cordura e incluso sobornar a los guardias para que nos quiten el ojo de encima. Esto es muy importante, pues esta preparación es completamente vital para poder acceder a ciertas zonas. Además, es destacable que nuestro grupo sólo puede estar formado por tres personas, por lo que es posible que tengamos que hacer un par de viajes para llegar a ciertos lugares.
Loca, loca y loca
Y no, no estamos referenciando a Shakira, sino a los múltiples personajes con los que hablaremos en The Stone of Madness. A cada cual parece faltarle un tornillo diferente, aunque parece que tienen «la sartén por el mango» constantemente. Muchas veces pensaremos… ¿Realmente están locos o es que nos están tomando el pelo y son más listos que nosotros?
Cada personaje rebosa personalidad por todos lados, algo que en cierto modo esperábamos viniendo de juegos como The Last Door y la saga Blasphemous. Además, muchas veces sabremos cómo se comportan o qué nos ofrecerán en nuestra aventura con tan solo mirarlos, pues precisamente sus ropajes y formas de comportarse nos hablan mucho de su forma de ser.
Entre la segunda y tercera fase…
¡De Goya! Las referencias están por todas partes. Según jugaba, era imposible no acordarme de «El sueño de la razón produce monstruos», pues precisamente los personajes que se encuentra internos en el monasterio llevan ropajes muy similares al del cuadro, pero todo no acaba ahí, sino que… ¿Qué monstruos? En este misterioso lugar aparecen unas ánimas (exactamente iguales que en el cuadro «Visión Fantasmal») una vez llega el atardecer, por lo que no parece que todo sea fruto de la locura.
Las referencias no sólo son a este pintor, sino que son bastante variadas, encontrando alguna a otros artistas románticos.
Por otro lado, en lo que a música se refiere, nos volvemos a encontrar ante una obra maestra. La mano de Carlos Viola es innegable, con ciertas canciones que nuevamente nos traen esos ritmos de marcha procesional que nos recuerdan mucho a Blasphemous. Por otro lado, las voces corales masculinas, que nos evocan esa idea de las misas, en aquella época en la que sólo podían cantar los hombres en los lugares sagrados (como las iglesias), con esa idea de la música como vehículo de la palabra para acercarnos más a Dios.
Si tuviera que elegir precisamente una pieza musical sería, sin lugar a dudas, la tocata para órgano con la que empieza el título, con la que ya prácticamente nos ponen en tiempo y lugar. Una elección completamente acertada, que agradece el oído de los jugadores.
Es una completa pasada la de referencias que podemos encontrar en su apartado artístico (da para su propio análisis), por lo que no podemos más que aconsejaros prestar atención a todos los detalles (que no son pocos).
Conclusiones de The Stone of Madness
Como bien os hemos adelantado en la introducción a este análisis, The Stone of Madness es todo un deleite para los sentidos:
- Para la vista, ya que el nivel de detallado de los escenarios es impresionante y, gracias a las referencias e inspiraciones sobre las que se trabajan nos dejarán boquiabiertos más de una vez.
- Para el oído, con esa música «se amansa a cualquier fiera» y logra transportarnos de lleno en tiempo y forma a ese monasterio.
- Para el tacto, porque la jugabilidad se siente muy «táctil», con unos controles intuitivos y un gran abanico de posibilidades que se abre al poder alternar entre cualquiera de los tres personajes que estén en escena en el momento que queramos.
- Para el gusto, o más bien el «buen gusto» de elecciones. ¿A qué me estoy refiriendo? A ese diseño de personajes tan detallado, que realmente hace que el jugador se interese por la historia y, no sólo por la suya, sino por la de todos los integrantes del monasterio.
- Y para el olfato, porque sí, no podemos oler un videojuego (aunque ya se encuentra alguna compañía trabajando en esto), pero sí que si contamos con una gran inmersión tal y como logra The Stone of Madness, acabaremos sintiendo esos toques de humedad, frío y de espacio cerrado durante muchos años… ¡En la punta de nuestra nariz!
The Stone of Madness es un guiño al pasado, con una jugabilidad digna del presente y que en el futuro será más que recordado.
Este análisis se ha realizado en PC con una clave proporcionada por The Game Kitchen
Análisis The Stone of Madness
✅ Lo Bueno: • Un apartado artístico sobresaliente • Una narrativa exquisita, no querremos que el juego acabe • Jugabilidad compartida por cinco personajes muy diferentes ❌ Lo Malo: • Ciertas zonas poco intuitivas
Sistema operativo: Steam
9.5