He aquí la reseña de Bayonetta 3, el juego que más esperaba de este recién terminado 2022, pero no creáis que esto ha sido así siempre, en su día pasé olímpicamente del primer Bayonetta y no fue hasta 4 años más tarde que me acerqué por primera vez a las aventuras de la Bruja de Umbra y una vez que probé el veneno ya no pude desengancharme. Acto seguido busqué como un poseso la secuela y me reafirmé completamente como fan de esta saga tan fantástica!
Bayonetta 3 es un título desarrollado por Platinum Games bajo la dirección de Yusuke Miyata, la producción de Yuji Nakao y Hideki Kamiya como director ejecutivo. De la publicación de éste se ha encargado la mismísima Nintendo, anunciándolo por primera vez en los Game Awards de 2017.
Contenido
BAYONETTA 3 Y EL MULTIVERSO
El Multiverso está en peligro por culpa de una amenaza llamada Singularidad, que junto a su ejército de Humúnculos (unas armas biológicas creadas por el hombre que no pertenecen ni a Inferno ni a Paradiso) está dedicándose a destruir una infinidad de universos paralelos.
Esta situación insostenible no es soslayada por Bayonetta, que desde la isla de Thule se dispone a viajar a los distintos universos paralelos para detener esta masacre y darle a Singularidad su merecido.
RENDIMIENTO NOTABLE, DISEÑO SOBRESALIENTE, APARTADO SONORO MAGISTRAL
Lo cierto es que Bayonetta 3 luce realmente bien, con un apartado gráfico que está realmente resultón pero que a la hora de pedirle a la máquina que tire de músculo para ejecutar escenarios más grandes hacen que el resultado final esté un pelín por debajo de lo visto en Bayonetta 2 (esto se aprecia sobre todo en efectos como las transparencias que en esta entrega tienen un acabado bastante cutre).
En cuanto al rendimiento lo cierto es que es espectacular, todo se mueve a un ritmo de fluidez altísimo (que rasca solo en momentos muy puntuales) y a una resolución que le sienta de maravilla en portátil, ya que queda perfecto para el tamaño de la pantalla, pero a la hora de pasar el juego a sobremesa le falta un pelín de resolución para estar a la altura de otras producciones, pero no nos entendamos mal, hablamos siempre de un rendimiento correcto.
En el apartado artístico he de decir que el diseño de los Humúnculos son muy buenos pero no están a la altura de los enemigos provenientes de Paradiso e Inferno. El exceso de escenas cinemáticas, tanto en cantidad como en duración, rompen el ritmo a pesar de que están muy guapas en su inmensa mayoría.
Y si hablamos de diseño, al margen del genial aspecto que muestra la propia Bayonetta (el mejor diseño de la trilogía) esta entrega nos presenta a Viola, joven que con una personalidad entrañable, algo patosa e ingenua que se nos presenta como rotundamente inexperta pero con una vitalidad y una voluntad enormes, que además de todo ello aporta los momentos más humorísticos y tiernos de toda la aventura.
En cuanto a la banda sonora, como viene siendo costumbre en la saga, se nos cuida con una selección amplia, variada y con el estilo que casa con lo que esperamos al pensar en la música de Bayonetta.
MÁXIMO EXPONENTE DEL HACK & SLASH
Lo primero que llama la atención en cuanto a diseño jugable de este Bayonetta 3 es que nos encontramos con escenarios más abiertos en los que se potencia y se premia la exploración. Esto se agradece en ocasiones, pero por norma general interrumpe y afecta al ritmo general del juego, con lo que no tengo yo tan claro que pegue demasiado con la fórmula Bayonetta.
Pero cuando llegamos a las peleas volvemos a casa, esto significa que nos encontramos con el estilo de siempre, súper pulido, en el que se nos incita a usar la esquiva como mecánica básica con la que activar el Tiempo Brujo y en dicho momento castigar los adversarios con el mejor surtido de combos que tengamos. Para esto último contaremos con una variedad de armas y demonios enorme, cada uno de ellos con su propio set de movimientos y combos, lo que resulta en un sistema muy profundo.
Y al margen de «volver a casa» nada más empezar el juego nos encontramos con la primera novedad jugable de peso, en Bayonetta 3 poseemos a los demonios, invocándolos y pasando a controlarlos a ellos directamente, generando batallas de kaijus de lo más espectaculares.
Todo esto que comentamos está salpicado continuamente con los momentos locos que posee Bayonetta desde la primera entrega y que tan icónicos se han vuelto para la saga, pero si me apuras, en este Byonetta 3 hay más momentos de este tipo y se dan con más frecuencia, lo que convierte al título en un espectáculo brillante de momentos hilarantes.
Tanto para el personaje en si, como para las armas y los demonios, contamos con árboles de habilidades para irlos potenciando a voluntad y crecer dentro del estilo que queramos tener como jugadores, posibilitando una variedad enorme de opciones y una relativa personalización.
Cada X pantallas podremos jugar unas especieales con Jeanne de estilo artístico/jugable arcade, que mezclan un estilo a lo Metal Gear Solid con clásicos beat´em up 2D y juegos tipo run & gun, haciendo una mezcla de lo más curiosa.
Y por último Viola, que no solo es un personaje nuevo y fresco en cuanto a su concepción artística, si no que cuenta con un set de movimientos propio, fijando su base jugable en los parry, que es lo que usa para provocar el Tiempo Brujo y está armada con una Katana, potenciando mucho más el combate cuerpo a cuerpo, además de que ella no posee a su demonio, lo invoca y éste pelea por su cuenta mientras nosotros seguimos la pelea con Viola… un toque diferente e interesante cuanto menos.
BAYONETTA 3, EL HACK & SLASH MÁS PULIDO
Bayonetta 3 es uno de los mejores juegos de Nintendo Switch, variado, con secciones de plataformeo y puzzles, escenarios amplios y como hack & slash es lo más pulido del género, muy profundo, con una variedad de combos y sets de movimientos únicos para cada uno de los personajes y de las armas (las hay a montones).
Historia simple pero efectista y efectiva que va directa a la patata, no pareciéndome tan brillante e ingeniosa como la del 2 pero colocándose la primera de la trilogía en cuanto a ternura y capacidad de emocionar.