Análisis: Kena Bridge of Spirits

Escribo estas palabras justo recién finalizado Kena: Bridge of Spirits. Casi 14 horas en uno de los mundos más bonitos en los que he podido jugar, donde han sabido combinar a la perfección la narrativa con la exploración, los puzles, las plataformas y algunos combates desafiantes. Desarrollado y publicado por Ember Lab, esta hermosa aventura te lleva por un viaje que te prometo no he sabido parar de explorar y explorar y, sin querer, sentir empatía por sus protagonistas. Unos protagonistas que te llegarán al fondo de tu corazón y que la historia te hará soltar alguna lágrima.

Una carga narrativa fundamental

Kena, nombre que ahora será parte de muchos fans de esta industria, es una joven guía espiritual que ayuda a pastorear los espíritus de este mundo para llevarlo a otro lugar. Sin embargo, tras una gran catástrofe, ha llegado la corrupción a cada rincón de una aldea y está haciendo que la tierra no esté en su forma natural. Es por ello, que algunos aldeanos necesitarán de tu ayuda para limpiar la tierra y restaurar todo su hogar. La historia pasa por diferentes áreas, cada cual más impresionante que la anterior, y todos ellas permanecen conectadas.

Y antes de seguir no puedo no nombrar a los entrañables y adorables Rot, una especie de osito negro y chiquitito que te acompañarán en tu aventura, además de ayudarte en combates, puzles y bueno, convertirse en la parte fundamental de tu camino. Es posible que, a medida que avanzas por algunas zonas, necesites de sus habilidades para poder limpiar la corrupción y continuar, pero siempre con un objetivo: ayudar a un total de tres espíritus, quienes podrás buscar sus reliquias para conocer más de su historia y honrar su muerte, mientras conectas con el mundo que te rodea.

Y sí, exactamente es como te explico anteriormente, el peso narrativo de este juego es increíble y juega un papel muy importante, ya que estaremos continuamente pensando en qué ocurrirá o qué será lo que nos depara más tarde. Sumado a ello, la forma en cómo subes de nivel también la he podido apreciar, ya que gracias a esta te conectas con todo el mundo que te rodea y, si eres un buen explorador, recibirás buenas recompensas. En sí, crea una sensación como si estuvieras explorando un mundo que parece familiar y se siente diferente a la vez, lo que ha fortalecido el núcleo emocional de la narración.

No reinventa, pero aprovecha cada mecánica para hacerla suya

La exploración en Kena: Bridge of Spirits es prácticamente fundamental, el mapa se irá descubriendo según avanzas y también aparecerán puntos de viaje rápido que servirán de ayuda para moverte de un lado para otro mientras, no solo completas la historia, sino también buscas coleccionables. Porque sí, en Kena hay hasta un total de seis coleccionables que pueden ser estéticos como los sombreros (poner sombreros a los Rots es parte de la esencia de este juego) y otros más ajustados a la historia como los santuarios florales o los lugares de meditación.

No obstante, la plataforma no se ha reinventado, pero se ejecuta de una manera excelente, ya que la capacidad de poder atravesar y seguir por todo el entorno aumenta a medida que avanzas con el juego. Cuando aprendes la habilidad del arco, este llegará a convertirse en algo tan importante que te ayudará, no solo a disparar a los enemigos, sino a transportarte a unas flores azules o a disparar bombas para crear plataformas desde piedras destruidas. Las habilidades que Kena va adquiriendo son previamente inaccesibles, pero al final te permite tener una experiencia de plataforma muy atractiva y en ser un complemento importante.

Algunos acertijos también serán en parte bastante importantes, sobre todo para conseguir coleccionables. No obstante, el camino es tan lineal que, aunque te permita perderte por sus bosques, casas y montañas, al final todo está bastante bien definido para que continúes sin ningún problema. Es un juego que al final, por mucho que no sea innovador, no le hace falta, porque ¿para qué reinventar si con lo que hay es bastante? Saltar de cornisa en cornisa, deslizarte por un barranco o nadar hacia algún escondite, todo era fundamental y una parte que ha hecho que continuamente sienta como que estaba descubriendo algo nuevo. Por lo que, el diseño de nivel es único y han logrado que se aprecie claramente cuándo termina uno y cuándo comienza el siguiente.

Una curva de dificultad bastante alta

Llego a la parte más importante y criticada del juego: los combates. Por mucho que me haya gustado el juego no me voy a esconder y quiero criticar que los enfrentamientos han sido, en ocasiones, un pequeño calvario y un desafío indeseado. Tanto que pensaba que era un subjefe de algún Dark Souls que había aparecido, pero claro, Kena: Bridge of Spirits adapta los combates también según a la dificultad que hayas elegido jugar, por lo que, la mayoría los maté en fácil y seguí mi aventura centrándome en la exploración que era lo que realmente me interesaba.

Asimismo, la mecánica de los combates son familiares para cualquiera que ya haya jugado a un juego de acción en los últimos años. Tiene un ataque ligero, otro pesado, un escudo para defenderte y la capacidad de parar algún ataque, incluso la opción de usar los Rots para usar sus habilidades. Es verdad que, después de haberte contado todo esto, puedas ver que mecánicamente es bastante competente, pero nunca me pareció que estuviese refinado del todo y considero que necesita un ajuste en algunos aspectos. Pude ver una curva de dificultad incrementarse y no iba paralelamente con las mecánicas. No obstante, mi experiencia dentro de los combates no empañó en absoluto mi disfrute general de Kena.

Un cuento de espíritus en un viaje hermoso

¿He dicho ya que Kena es asombrosamente impresionante? Seguramente que sí, unas cuantas veces. Pero es que, gráficamente es tan bueno y tan característico: tiene unos diseños de niveles singulares, las cinemáticas son increíbles y las transiciones se sienten inmersivas y naturales con transiciones casi perfectas de las cinemáticas a la jugabilidad, que todavía no me creo que Kena: Bridge of Spirits sea el primer trabajo de Ember Lab. Incluso me atrevería a decir que está sobrecargado de ternura, los Rots tienen la culpa. Asimismo, aunque no puedas personalizar la apariencia de Kena, puede ponerle una piña o una tortita en la cabeza a algún Rot, eso vale mucho más.

Junto a los gráficos, la música es completamente imprescindible y va de la mano con lo visual. El uso de instrumentos no tradicionales crea una atmósfera de otro mundo, ya que produce un gran efecto y fortalece todo lo que existe alrededor. Sumado a todo lo anterior, el rendimiento ha ido perfecto. El 4K nativo con una RTX 3060 y una estabilidad a 60 fps, ha hecho que mi disfrute sea mucho más superior. No obstante, en ocasiones he tenido problemas de uso de teclado y ratón, ya que el puntero no localizaba bien algunos puntos de viaje rápido o de opciones (como la interfaz de las mejoras) lo que a veces ha sido un completo lío.

Conclusión

En conclusión, Kena: Bridge of Spirit llega a rozar la perfección, pero no la consigue del todo debido al poco refinamiento de sus combates y lo tedioso que me ha sido a veces jugar con teclado y ratón. Mi experiencia ha estado libre de errores y siendo el primer esfuerzo de un estudio, me ha hecho reflexionar lo siguiente: no entiendo por qué a veces todo gira en torno a lanzar un producto sin terminar solo para recolectar dinero y luego parchearlo durante meses, haciendo que la experiencia del jugador sea mucho peor y la imagen de su producto decaiga. Kena es claramente el ejemplo que podrían seguir muchos desarrolladores, ya que sus animaciones, gráficos, música, narración, jugabilidad, todo es más grande gracias a la suma de sus partes.

Este juego llama a la puerta de “las obras maestras”, pero es cierto que para aquellos que se centran en los combates, se sentirán frustrados, pero si eso no es lo fundamental, este juego será una aventura y una historia tan imprescindible que puede llegar a convertirse en uno de tus juegos favoritos. Y podría estar escribiendo decenas de párrafos sobre la joya que es Kena: Bridge of Spirits y lo difícil que es ignorarlo, pero me quedo diciendo que gracias por crear juegos de este estilo y avivar la llama del amor que siento por los videojuegos.