Análisis: Cat and Ghostly Road

Siempre me ha gustado más hablar de lo que me apasiona que de lo que no me gusta. Sé que el noble arte de la crítica destructiva es más viral, al final la reacción visceral es lo que vende en el mundo actual pero no es mi estilo. Bien, pues creo que con Cat and Ghostly Road voy a hacer una excepción. Es una lástima porque tiene buenas ideas pero al ponerlas en práctica todo hace aguas.

Cat and Ghostly Road es una aventura gráfica del estudio BOV Games lanzada en 2020 que ahora llega a consolas de la mano del publisher Sometimes You, los cuales también se han encargado del port.

Cat and Ghostly Road, sobre gatos y demonios

En Cat and Ghostly Road nos pondremos en la piel de un gato que fue rescatado de la muerte por un amable pintor y empiezan a vivir juntos pero un día aparece un demonio que se lleva el alma de su salvador. Entonces el gato emprenderá un viaje por el mundo de los fantasmas y espíritus para rescatar a su preciado compañero de vida.

Si hay algo que hace bien Cat and Ghostly Road es la atmósfera muy única y casi zen que impregna el juego. Con una ambientación totalmente oriental, muy basada en leyendas y mitología china, consigue trasladarnos a lugares y presentarnos seres de lo más variopinto e interesante. Diría que hay bastante mezcla de mitologías y tradiciones varias pero no estoy seguro, no soy un experto en estos temas.

La secuencia introductoria no está mal y consigue meternos en situación de manera efectiva. Tras el rescate del gato, a punto de morir en la nieve, controlamos al pintor en una secuencia que sirve de tutorial. Una secuencia corta y muy sencilla que nos presenta los controles básicos, efectiva pero en la que ya podemos atisbar algunos de los problemas que arrastrará el juego.

A gato viejo todo son pulgas

El primer problema en Cat and Ghostly Road es el esquema de control. Para poner en contexto he jugado la versión de switch pero supongo que funcionará igual en las otras plataformas. La interfaz es point and click, heredada de la versión PC, pero con un girito. En Cat and Ghostly Road usaremos los dos sticks analógicos; con el izquierdo movemos al personaje y con el derecho movemos el cursor, ninguno de los dos resulta satisfactorio.

Para empezar es innecesario mover directamente el personaje en una aventura point and click, ya tenemos un cursor para interactuar con los elementos del escenario pero es que además el gato se mueve muy lento, a lo que le tenemos que sumar unos escenarios largos y de los cuales no puedes salir hasta llegar al extremo.

Esto es algo que se nota especialmente en la segunda mitad de Cat and Ghostly Road, donde a lo mejor tenemos que caminar hasta el final del escenario para recoger un objeto que usaremos en un elemento del principio del mismo. Aún sabiendo las soluciones y economizando viajes nos pasaríamos la mitad del juego caminando a ritmo de, bueno, de gato. De gato muy tranquilo.

Pero es que el control del cursor tampoco es mejor. Como he dicho lo manejamos con el otro stick analógico y hay muchas aventuras que usan ese sistema, normalmente con resultados más que decentes. La diferencia es que las otras aprovechan ese stick, según lo muevas más o menos el cursor cambiará de velocidad. En Cat and Ghostly Road eso no pasa, la velocidad siempre será la misma.

En definitiva, en Cat and Ghostly Road tenemos un cursor que va demasiado lento para recorrer toda la pantalla con comodidad pero demasiado rápido para hacer movimientos precisos, lo que dificulta mucho la interacción con objetos pequeños. El modo portátil funciona igual, nada de aprovechar la pantalla táctil.

Por supuesto, esto es un problema propio del port y no del juego original pero también hay problemas de diseño que se han heredado sumado a ciertos bugs y glitches que acaban hundiendo la experiencia.

Casi pero no

En cuanto a los puzles de Cat and Ghostly Road, el diseño básico, el esqueleto, no está mal. Nos encontramos ante una aventura sencilla con soluciones bastante lógicas y simples cuyo reto se basa más en como se nos presentan. En bastantes casos el objetivo inmediato no queda muy claro, dejándonos con la pregunta de que tenemos que hacer en lugar de como hacerlo.

Hay varias formas de guiar al jugador en ese sentido, darle pistas a través de los diálogos o las descripciones y aquí es donde vemos otro problema: lo escueto de sus diálogos. Cuando hablemos con otros personajes lo normal es que nos digan una frase o dos sin posibilidad de contestarles ni mantener ningún tipo de conversación.

Entiendo que esta austeridad en las palabras es una decisión de diseño pero el problema viene cuando los escuetos diálogos de Cat and Ghostly Road ni son especialmente útiles ni están especialmente bien escritos, normalmente resultando en personajes que hablan de forma totalmente artificial y mecánica.

Las descripciones de los objetos también serán en su mayoría muy escuetas y a veces no aportando ninguna información útil. Otro problema es como esos textos no varían tras un acontecimiento, dándose situaciones en las que un personaje te hace referencia a un puzle ya solucionado como si aún no lo estuviera.

Esto pasa hasta en los textos del tutorial. Por ejemplo: cuando subimos a la planta principal de la casa del principio nos sale un cartel que nos explica una mecánica y ese cartel volverá a salir cada vez que entremos de nuevo en ese escenario, lo hayamos leído las veces que lo hayamos leído.

Por supuesto no tenemos ningún tipo de respuesta personalizada a nuestras acciones. Si intentamos combinar dos objetos de forma incorrecta el juego simplemente no nos deja pero, lo que es más grave, si intentamos combinar un objeto con un elemento del escenario, nos mostrará la misma descripción del elemento que nos muestra cuando interactuamos sin objeto.

Otra cosa que tampoco ayuda es como la mayoría de puzles planteados no sabemos porque lo hacemos hasta una vez solucionados. Tiene sentido en los casos que un personaje nos pide ayuda porque somos un buen gatito pero será muy normal solucionar puzles simplemente porque están ahí, sin que a priori parezcan tener ninguna relación con nuestro objetivo.

El tercer ojo de los gatos

Hay una mecánica que sí está bien resuelta en Cat and Ghostly Road, resulta que los gatos pueden ver cosas fuera de la percepción humana así que tendremos un botón dedicado a nuestra vista espectral, lo que nos permitirá ver fantasmas y otros elementos sobrenaturales que no son normalmente visibles. Seguramente esto sea lo mejor del juego y aporta variedad a los puzles.

Otra habilidad que conseguiremos más adelante y que también está asignada a un botón es la de convertirnos en un furro, o sea en un gato antropomórfico. Esta mecánica resulta totalmente desaprovechada y solo se utiliza en un puzle, lo podrían haber dejado como un objeto de un solo uso y el juego sería exactamente igual.

En cuanto al aspecto gráfico también nos encontramos con una de cal y otra de arena. A nivel puramente estético me parece bonito pero poco coherente, con elementos más pictóricos pero algunas texturas (sobretodo en las piedras) demasiado realistas. Aún así la sensación general es buena, algunos escenarios son realmente bonitos, además el diseño de los monstruos y espíritus me ha gustado mucho.

Lo que falla de los escenarios es la información visual. Normalmente no uso la opción de resaltar los hotspots del escenario pero en Cat and Ghostly Road me ha resultado inevitable. Hay muchos elementos en los escenarios y a veces con texturas demasiado recargadas, cuesta ver que elementos son interactuables o no.

Tampoco ayuda lo barroco de los escenarios (en gran parte por esas texturas recargadas) ni que algunos objetos sean pequeños y se confundan con los colores de fondo, a lo que se suma lo tedioso e incómodo que es hacer una barrida de la pantalla con ese cursor tan lento. Lo más irónico es que hasta con el resaltador de hotspots es fácil pasar por alto objetos.

Una cosa que me ha llamado mucho la atención es lo natural que resulta la animación de caminar del gato protagonista, diría que es el único elemento animado de forma tradicional mientras que el resto tiran de esa animación de esqueleto que les da un movimiento mucho menos natural, más como de marioneta.

Un port mejorable

En cuanto a los bugs me he encontrado con que al intentar cambiar el idioma (no tiene castellano, lástima) me iniciaba partida directamente, que la animación de caminar seguía aunque el personaje se había parado o que no se activaba cuando me movía, en una ocasión no me aparecía un personaje que tenía que salir con la visión espectral (al tercer intento apareció mágicamente) y un objeto que no me dejaba coger también hasta varios intentos.

La mayoría de bugs en Cat and Ghostly Road son chorradas pero sí que ha habido un par que han afectado al desarrollo de la partida. En ese sentido y el del control hay mucho margen de mejora así que espero que la gente de Sometimes You pueda parchearlo, la experiencia ganaría mucho con un par de cambios y arreglos.

En conclusión

Cat and Ghostly Road es un juego que me enfada. Tenía mucho potencial y muy buenas ideas, algunos puzles interesantes y una ambientación que me gusta mucho. Los elementos están ahí pero a la hora de implementarlos y combinarlos entre si todo empieza a desmoronarse. Es una aventura funcional, no comete errores muy graves pero si muchos pequeños que se van acumulando y lastran la experiencia.

En definitiva, nos encontramos ante un port mediocre de un juego mediocre. Si crees que el juego te puede llegar a gustar por su temática y ambientación, mejor juégalo en PC.

Cat and Ghostly Road está disponible para Steam, Switch, PS4/5, XBOX Series.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con una clave proporcionada por PR Hound