Análisis: Robin Hood – Sherwood Builders

En esta ocasión, y siguiendo la oleada de lanzamientos del género survival que estamos teniendo este 2024, le ha llegado el turno a Robin Hood – Sherwood Builders, que ya mostró un avance del juego hace un par de años y más recientemente para el público general con su prólogo. Quizás sea la sobresaturación del género, o quizás la reciente calidad de muchos de los juegos lanzados recientemente, pero Robin Hood – Sherwood Builders no termina de brillar, en parte por pequeños detalles relacionados con su jugabilidad algo tosca.

Aún así, estamos ante un juego solido que nos dará una buena cantidad de horas, especialmente si queremos completar su historia y todas sus misiones secundarias.

Por supuesto, es un juego basada en la leyenda de Robin Hood y su banda, que intentan sobrevivir mientras ayudan a los necesitados y se enfrentan al Sheriff de Nottingham y al Príncipe Juan. Junto con Lady Marian y el Fraile Tuck, será nuestro deber guiar a la banda en los tiempos oscuros y sobrevivir ante todo lo que está por llegar.

Basado en la historia de Robin Hood pero con libertades creativas

Posiblemente es imposible o casi imposible que al escuchar el nombre de Robin Hood no te venga a la mente quien es como personaje y a que se dedicaba mayoritariamente. Aunque podemos añadir un poco más de sus origenes:

Según la leyenda, nuestro héroe (o antihéroe según algunos) está a punto de casarse con la bella Marian Gilewater, hija del barón de Arlongford. Pero la ceremonia es interrumpida por una banda de soldados del Príncipe Juan, quienes irrumpen en la capilla y declaran a Robin Hood «un hombre fuera de la ley». Este consigue huir con sus fieles amigos y compañeros y se refugia en el bosque de Sherwood, convirtiéndose así en el príncipe de los ladrones.

Marian, encerrada con su propio padre, se escapa y se reúne con su novio, seguida por el cura-confesor, el Hermano Miguel, que cambiará de nombre después por el de «Pequeño Juan».

Mientras tanto, el príncipe Juan se enamora de Marian, la busca desesperadamente y quema el castillo de su padre. Tras mil aventuras en el bosque, Robin Hood y sus amigos encuentran un caballero desconocido: el rey Ricardo, que vuelve de la Tierra Santa. Éste devuelve sus títulos nobiliarios a Robin y a los demás perseguidos y este puede, por fin, desposar a su amada.

Con esto, sus desarrolladores de MeanAstronauts han trabajado en expandir esa parte de la historia en la que, despojado de su nombre y huyendo de la ley, Robin Hood y sus compañeros deben vivir en el bosque de Sherwood.

¿Como es vivir jugar en los bosques de Sherwood?

Una de las cosas buenas de la industria de los juegos en los últimos años, es que muchos desarrolladores dan la oportunidad de probar o darle un tiento al juego mediante una demo o una versión aparte con el subtitulo de «prólogo» para ir metiéndonos en situación, enterarnos de la historia o simplemente ver si es ese tipo de juego por la que aligeraremos nuestra cartera. En lo personal, animo a cualquiera interesado en Robin Hood – Sherwood Builders a experimentarlo un poco porque gran parte de la decisión va a venir por su jugabilidad.

Uno de los puntos negativos en lo que muchos jugadores coinciden (aunque esperamos que sus desarrolladores puedan retocar un poco el sistema), es su jugabilidad torpe a la hora de moverse y pelear. Lejos de lo que ofrece el tráiler, nos encontraremos en una situación mucho más rígida de lo que nos gustaría sentir, especialmente teniendo a uno de los mejores arqueros y truhanes del mundo como personaje jugable. Puede recordar un poco a los juegos no tan modernos, que si bien cumple su función y si pasas por alto este problema, te va a divertir, es quizás algo que no termina de cuajar bien.

Además, esta torpeza la hemos experimentado por parte de los enemigos, donde uno de los bosses iniciales al final de una mina en una de las primeras misiones, se nos ha caído muerto al suelo simplemente porque decidió subirse a la mesa (mal de alturas supongo). Esto podría haber sido hasta divertido, si no fuera porque su recompensa se quedó intocable en el suelo. Es uno de los ejemplos a los que nos hemos enfrentado durante nuestra partida de Robin Hood – Sherwood Builders, pero bien es cierto que la mayoría del tiempo ha transcurrido sin este tipo de problemas.

Un juego que mezcla muchas cosas relativamente bien

Es cierto que Robin Hood – Sherwood Builders es un juego de supervivencia y además, un juego de construcción (a su manera) que mezcla componentes de acción y rpg (por sus niveles y habilidades) para conseguir que nos metamos bien en la piel de nuestro protagonista. Pero sus distintos géneros cuadran casi casi bien.

Su componente de supervivencia está bien: recolectamos materiales aquí y allá, desde piedras y madera hasta metales para fabricarnos en nuestro campamento/aldea mejores armas y armaduras. Podremos (y debemos) cazar mientras vigilamos nuestra necesidad de comer y beber haciendo frente a los peligros de la naturaleza y del hombre. No sorprende, pero encaja en lo que el juego ofrece.

Su apartado de gestión y construcción es quizás el más débil de los tres, ya que nos limita solo al área de la aldea (un área fija) para ir ampliando y mejorando las necesidades de nuestros compañeros. Aún así, al salir del tutorial tendremos vía libre para ir gestionando a nuestro antojo (dentro de sus limitaciones, claro).

Y por último, todo lo relacionado con el movimiento, combate y acción en general. Para los que hemos jugado mucho y visto diversos motores de juego o decisiones a la hora de como se juega, Robin Hood tiene una buena idea pero se ve enturbiada por unos controles y una sensación jugable algo caótica: animaciones que tardan en más de lo que parece en empezar o en terminar, movimiento tosco, pequeños saltos extraños con el entorno, y una lista que sigue y sigue. Por suerte, el juego tiene una amplia variedad de mejoras pasivas y la posibilidad de conseguir mejor equipo, además de disponer de dos modos de combate diferentes.

Conclusión

Si bien no es mal juego, Robin Hood – Sherwood Builders no destaca principalmente por ninguna de sus características, haciéndolo un juego entre «suficiente» y «bien» pero que nos dará una buena cantidad de diversión si no nos molestan esos pequeños detalles sobre su control y jugabilidad.

Uno de sus puntos fuertes es ser un juego de supervivencia con una historia y unos personajes con conversaciones y aspiraciones más allá de lo habitual. Por lo demás, esperamos que el juego tenga algún parche poslanzamiento que incluya alguna mejora de calidad de vida y corrección de algunos bugs menores. En cualquier caso, siempre podéis probarlo previamente gracias al prólogo o demo.

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por MeanAstronauts team