Darius Gaiden salió para Sega Saturn en Japón en 1994, los europeos y americanos tuvimos que esperar a 1995 para disfrutarlo. Darius es una saga que cuenta con muchos títulos y a veces resulta complicado enumerarlos, aunque sea una tarea innecesaria porque todos los capítulos son idependientes entre sí. Darius Gaiden se correspondería con el tercer lanzamiento de la saga y la versión que se marcó Akklaim bajo licencia de Taito fue absolutamente demoledora para los 32 bits de Sega.
Hace eones, dos pilotos llamados Proco y Tiat iniciaron su viaje a un nuevo mundo. Al mismo tiempo, una enorme flota de emigración partió de una estrella moribunda, Darius, llegando finalmente a un pequeño planeta que llamaron «Vadis»
Con el paso de los años, la estrella Darius se recuperó y la gente se preparó con entusiasmo para volver a casa.
Pero, cuando se acercaba el momento del embarque, una fuerza misteriosa destruyó la enorme terminal de emigración y toda la flota de naves de transporte. El escuadrón de naves de ataque Silver Hawk fue aplastado… Sólo algunos se salvaron.
Mientras la gente aturdida se dedicaba a reconstruir sus transportes, los halcones plateados restantes partieron en misión hacia Darius en busca de respuestas y, si fuese necesario, para destruir a un enemigo que ni siquiera conocían ni sabían por qué les había atacado.
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Apartado técnico de Darius Gaiden
Hay que reseñar que Darius Gaiden no tuvo versión arcade y se lanzó directamente en los sistemas domésticos. Sega Saturn y Sony PlayStation fueron los sistemas agraciados con su presencia. La saga Darius se caracterizó desde su comienzo por juntar dos o tres pantallas y ofrecer una perspectiva inmersiva al jugador de tal manera que llegaba a aislarse de lo que sucedía a su alrededor. Darius Gaiden se adaptó a los televisores de aquella época, muebles casi cuadrados que eliminaba la perspectiva panorámica.
Aquí quizá perdamos algo que sí que daba el formato panorámico. Y es un campo de visión amplio. Darius siempre ha sido una saga en la que los reflejos son tu arma principal para poder esquivar el fuego enemigo. En espacios donde todo se empequeñece, tener menos campo de visión hace aún más complicado esquivarlo pero aún así la adaptación «a la pantalla cuadrada» de Darius Gaiden es excelente. Si ya conoces la saga, sabes que estás en un Darius, escenarios detallados, sprites grandes y multitud de balas enemigas que hay que esquivar. Todo ello con un movimiento fluido y suave.
Darius Gaiden es un espectáculo visual multicolor, lleno de imaginación, con enemigos sorprendentes y jefes finales enormes. Todo ambientado en la fauna marina mezclado con el imaginario espacial. Pero no te distraigas mucho contemplándolo, el espectáculo es tan grande como los peligros y necesitaras de toda la concentración posible para llevar al Silver Hawk a su destino.
La saga Darius siempre ha ido acompañada de unas melodías rítmicas que ayudaban a meterse de lleno en el Siver Hawk. Los primeros muebles arcades se aprovecharon del buen hacer de Hisayoshi Ogura. Aquellos altavoces enormes estremecían con el sonido de la llegada del jefe de fase. Y las melodías siempre acompañaban. Este Darius Gaiden de Saturn conserva esa espectacularidad sonora, las melodías tienen esa intensidad que te pone en guardia mientras esquivas las balas muchas veces sin saber cómo has sido capaz de pasar por ahí y las alarmas que te indican que te prepares porque viene el jefe retumba en tus oídos.
El formato CD se dejó notar en este título. La calidad del sonido subió enteros con respecto a lo que habíamos escuchado en las consolas de 8 y 16 bits y solo, y quizá solo, Darius Plus para el CD de Turbografx alcanzó una cota de calidad superior de aquellos juegos, pero aún así queda lejos de este título para los 32 bits de Sega.
La sencillez es su mejor virtud
En la vieja escuela, en los barrios viejos y en sus sistios más oscuros, hablo de los recreativos llenos de personajes que inspiraban a los desarrolladores para crear a los macarras de los beat em’up, había tres o cuatro muebles con juegos de naves, como se le conocía popularmente. Y solían estar ocupados. Los matamarcianos gozaban de una salud inmensa. Siempre creí que su fórmula apostante por la acción directa y sin complicaciones, retándote a ir superando niveles eran la clave de tu éxito. Juan Carmona llegaba a la cuarta pantalla, pues Andrés Heredia tenía que llegar a la sexta. Y así se pasaban los días con las máquinas de naves llenas.
Darius Gaiden sigue apostando por aquella fórmula. Y funciona a la perfección. Nada más ver la introducción del éxodo fallido, aparecemos en nuestro Silver Hawk y la pantalla se nos empieza a llenar de malas ideas de los enemigos. Y antes de calentar ya estamos disparando para defendernos. A medida que avanzamos por los escenarios y derribando enemigos, podremos recolectar medallas de power-ups, que mejorarán el poder de nuestro disparo, nos otorgará nuevos cañones para disparan en otras direcciones y un escudo que agradeceremos infinitamente. Además, contamos con tres bombas para cuando la cosa se ponga fea, poder limpiar la pantalla de enemigos.
Manejar el Silver Hawk es muy sencillo. La nave se mueve suavemente, sin la más mínima ralentización gracias a la potencia de los 32 bits de Sega y lo notaremos en un movimiento ágil de nuestra nave y de las naves rivales y sus disparos. Todo se mueve a la velocidad justa para resultar cómodo. El disparo es tan simple como dejar pulsado el botón, y en este tipo de juegos el auto-fire se agradece una barbaridad pues facilita mucho las cosas y alcanzar a los rivales, pues nos permite poder centrarnos algo más en esquivar sin dejar de disparar en ningún momento.
La ayuda de las bombas también es un acierto. A veces, la pantalla se llena de tal manera que la opción de pulsar un botón y se quede limpia al menos durante dos segundos, se agradece. Sobre todo para vejestorios como vuestro tío Midgar cuyos reflejos y habilidad se han mermado con el paso de los años. Y los escudos es otra de sus bendiciones. A lo largo de la partida iremos viendo como la aparición de las medallas que nos otorga el escudo está en sitios estratégicos para lo que se nos viene encima.
Digamos que es una especie de barra de vida que nos permite recibir tres o cuatro imapctos antes de perder la nave, pero que no siempre estará disponible. Por lo tanto, no podemos contar con esa «barra de vida» porque en muchos momentos de la partida, recibir un disparo es irnos a tomar vientos océanicos. Y sí, Darius Gaiden sigue contando con el modo cooperativo donde dos jugadores pueden unir fuerzas para ver quién cae antes… eh, digo, para intentar que el sueño de volver a la estrella Darius se haga realidad.
Y los que hayáis disfrutado de juegos cooperativos de la vieja escuela, junto a un amigo, sabréis que de esa manera los juegos se disfrutaban el doble. Ir comentando la partida, diseñar una estrategia improvisada y mencionar la belleza de los escenarios y del sonido son experiencias que deberían volver al mundo del videojuego como algo habitual y no enfocarlo tanto al online.
Esta fórmula tan sencilla como esquivar, disparar y recoger medallas ofrece un entretenimiento ilimitado. Pasear con el Silver Hawk es una delicia por la suavidad de sus movimientos y el reto que supone seguir avanzando es una motivación. Con Darius Gaiden perderemos la noción del tiempo y nos metermos de lleno a bordo del halcón plateado disfrutando de un paisaje hermoso, unas melodías pegadizas sin que podamos recrearnos mucho tiempo si queremos seguir luchando. Primará más la atención a lo que ocurre que el deleite por la contemplación.
Su último gran acierto es la ruta de viaje elegible según la voluntad del jugador. Serán 7 fases las que tendrás que atravesar para llegar al final de este viaje pero hay 28 escenarios diferentes. Conforme vayas completando niveles se te abrirán accesos de ruta para que elijas a donde quieres ir, la dificultad variará elijas la ruta de arriba, con niveles más sencillos o la de abajo, con niveles más desafiantes. Esto abre más opciones de duración. Ver todos los escenarios te llevará un tiempo considerable.
Concluyendo en la conclusión
Cuando he rejugado Darius Gaiden para hacer este análisis se me han venido a la cabeza elucubraciones de viejo que vivió tiempos mejores. Se me han venido a la mente esos estudios que han demostrado las bondades y beneficios de los videojuegos para la salud. Tras ser alcanzado por el fuego enemigo cinco millones de veces, uno se da cuenta que la edad no perdona y que si los reflejos y la concentración pueden entrenarse, Darius Gaiden es un magnífico ejercicio para hacerlo.
Un reto de los de antes, un viaje que te llevará por escenarios siniestros lleno de malas ideas por parte de los desarrolladores. Darius Gaiden es un espectáculo visual que se disfruta solo con verlo y un espectáculo sonoro que se queda contigo durante mucho tiempo. A eso le añadimos un control sencillo, muy ágil pero que va a exigirte que prestes atención a lo que ocurre y tenemos el espectáculo jugable que te atrapará en su mecánica y sin remedio.
Darius Gaiden tiene todo lo bueno de los juegos clásicos. Es entretenido y adictivo, te invita a que lo intentes hasta llegar al final. Y al rejugarlo, supongo que debido a la edad, he sentido nostalgia porque ya no se hacen viajes de este tipo y he dao gracias a las desarrolladoras indies por regalarnos de vez en cuando esta acción frenética de los salones arcades de antes. Darius Gaiden lo puedes encontrar en el imprescindible recopilatorio Darius Cozmic Collection, un título que reúne las versiones para arcade y para consola de este saga inmortal. Un viaje a las profundiades abisales del espacio, un viaje a una experiencia inolvidable.
Darius es una de las sagas que más me ha evitado a lo largo de los años, el Twins de SNES nunca lo pude pillar, el de Android y Steam están a un precio inalcanzable, mientras que los de Turbographx y Saturn ya alcanzaron la categoría de imposibles.
El único que pude pillar fué Super Nova y encima es Spin Off.
Los precios de ahora por lo retro ha perdido el norte, compañero. Alcanzar estos títulos a día de hoy solo es apto para bolsillos rebosantes. Mi primera experiencia con Darius fue precisamente el Twins, que compré a un amigo que quería vender por 30 € de la época. Y siempre mantuvo el pulso con Axelay como el mejor «matamarcianos» de Super NES/Famicom. Y luego ya intenté jugar a todo lo que salía. Leía en revistas las bondades de las recreativas de Darius con sus pantallas pero nunca pude probar una. De todo lo que jugué, este Gaiden para la Saturn de Sega fue el que más me impactó. Y gracias a los recopilatorios de Cozmic Collection ahora están asequibles para PlayStation 4 y Switch y en Steam está disponible la colección que recoge los títulos que salieron para los arcades.
Hay que ver la de joyas que posee Saturn que pasaron por debajo de mi radar en su época. Al igual que muchos de los niños de entonces, a pesar de conocer que existía la 32 bits de Sega y ser consciente de algunos de sus títulos, jamás vi una de verdad y no ahondé en su catálogo, por lo que hoy día veo con mucha envidia este tipo de artículos de gente que la disfrutó en su momento.
Ojalá sacaran una Saturn mini o, mejor aún (en mi caso), un recopilatorio a lo MegaDrive Classic Collection con 50 juegazos de la misma.
Dicho esto, una pena que un género con esencia tan arcade que vivió momentos de auténtica gloria como es el shoot´em up, hoy en día viva prácticamente en el olvido. En aquella época había una auténtica lucha encarnizada por liderar un género que, debido a la altísima competencia, innovaba continuamente y ofrecía productos de una altísima calidad.
Otra cosa que era mágica en la época (y que comentas en tu artículo) es la sensación de jugar por primera vez en CD y apreciar el salto de calidad abismal en cuanto a calidad de sonido. Hoy en día lo damos por hecho, pero en aquel entonces era algo sobrecogedor.
Como bien apuntas, en los juegos arcade, la sencillez en el control es una baza a favor, indudablemente, y este juego parece que cuenta con ello.
Por último, el recopilatorio que mencionas para qué sistemas está disponible? El caso es que lo desconozco pero me interesaría probar este juego.
Subrayo lo de la cantidad de joyas que tiene. Y lo interesante que sería que se produjera una idea como la que cuentas. Imagina Panzer Dragon, Virtua Fighters, Guardian Heroes, NIGHTS:Into the Dreams, Sega Rally, Story of Thor 2, Castlevania: Symphony of the Night, Virtua Cop… en un solo disco (o dos). Podría ser una bomba de mercado de curiosa. En mi opinión era una máquina más diseñada al juego en 2D, ahí es donde brilló con más fuerza.
En la década de los 90 los recuerdos llevan a los «matarmacianos» y a los arcades de lucha. Los beat em’up también conocieron su esplendor ahí y eran juegos en los que destacaba la facilidad del control pero la exigencia del reto. Fáciles de controlar y difíciles de dominar. Y eran adictivos como ellos solos. Game Over en la pantalla y si había tiempo pulsabas Start y volvías a empezar.
Los Darius Cozmic Collection Arcade y Console están en PlayStation 4 y Nintendo Switch, lo he visto por Amazon (la versión Switch) por unos 72 euros. En PC Steam está la Arcade Collection (no incluye los juegos aparecidos para consolas) por 40 €. Trae un montón de contenido y bueno, te confieso que tengo todo lo que ha salido… No tengo remedio ninguno, lo sé. Darius es una de esas cosas que con solo escucharlas te invade una sensación de tiempos mejores. Y merece la pena.