Edge of Eternity es la apuesta del estudio francés Midgar Studios que por fin llegó el 10 de febrero de 2022 después de estar en campaña de Kickstarted desde 2015. Si leemos en nombre del estudio no es difícil imaginar que la prioridad y preferencias del grupo son los RPG y Edge of Eternity es una buena muestra de ello. El juego desprende esencia RPG japonés por cada mega que ocupa. Le ha tocado a vuestro tío Midgar analizar este título siendo precisamente los RPG japoneses su predilección. ¿Está Edge of Eternity a la altura de los grandes? Vamos a verlo.
Darion y Selene son dos hermanos que ven como su mundo, Heryon, ha sido invadido por los alienígenas. Por supuesto, esto ha provocado una guerra que perdura hasta nuestros días y, como a perro flaco todo son pulgas, se añade la Corrosión, una enfermedad que está avanzando imparable. La madre de Darios y Selene cae enferma y los hermanos se disponen a encontrar una cura para su madre emprendiendo un viaje tan largo como peligroso.
Darion es un soldado mercenario y Selene una sacerdotisa. Ambos abandonan su hogar y quehaceres y combinan sus fuerzas para abrirse paso por las inhóspitas tierras de Heryon.
Contenido
Apartado artístico de Edge of Eternity
El apartado gráfico, en mi opinión, ha combinado la excelencia con el conformismo. El diseño de los personajes y sobre todo de los escenarios son muy bonitos. Las tierras de Heryon van a dejar instantáneas preciosas para el recuerdo en la retina y posiblemente en la memoria. La parte conformista la he visto en el modelado de los personajes y sus animaciones. El movimiento de los personajes es brusco y no se percibe fluido, los escenarios, aunque preciosos e inmensos, están vacíos y los NPCs parecen añadidos que están por estar.
En este apartado tengo que decir que Midgar Studios lo componen 10 personas, y que con ese dato, es comprensible las carencias y limitaciones que presenta. Pero en mi opinión, no es justificable. Cada estudio o compañía tiene que ser consciente de sus limitaciones y adaptar su proyecto a su realidad y se aprecia claramente que han querido extender el mundo de Heryon de forma innecesaria, logrando un resultado vacío que sabes que con menos extensión podía haber dado mucho más.
El partado sonoro de Edge of Eternity mejora al gráfico. El diálogo de los personajes están disponibles tanto en inglés como en japonés, cosa muy de agradecer en los RPG de corte oriental. Quizá esto sea una manía, quizá hasta una costumbre… Pero un RPG sin voces en japonés, pierde mucho en el apartado sonoro por el énfasis que los nipones ponen a los diálogos.
Las melodías han corrido a cargo de Cedric Menéndez mayormente, acompañadas de alguna compuesta por Yasunori Mitsuda, autor de las bandas sonoras de Chrono Trigger y Chrono Cross y en mi opinión transmiten perfectamente la esencia oriental que Midgar Studios ha querido imbuir a Edge of Eternity desde el inicio de su desarrollo allá por 2015.
Una historia que no debería ser tan Eternity
La historia principal se centra en el viaje que Daryon y Selene para buscar un remedio que elimine la Corrosión que sufre su madre. Y a medida que avanzamos, se van uniendo subtramas como la corrupción de los gobiernos y la obtención de poder a toda costa y a cualquier precio, por poner solo dos ejemplos, que no acaban de desarrollarse bien. Edge of Eternity Se entremezclan de una manera confusa y cuando intentan terminar la sensación que queda es de cierta ignorancia, sin llegar a entender bien qué ha sucedido. Igualmente la aparición de los aliens también te deja la sensación de que si no estuvieran, no hubiera pasado nada.
Lo que a mi juicio sí ha funcionado y te ha dejado metido en el juego es el viaje de los hermanos. Hay química entre ellos y el objetivo inicial no se tambalea a lo largo de la historia. La introducción de más personajes y más tramas no consigue que dejes de pensar que Selene y Daryon tienen que estar siempre en el equipo porque por ellos este viaje está mereciendo la pena. Tras echar bastante tiempo, tengo la sensación de que una historia más centrada en lo principal y sin tanta pretensión a la eternidad, le hubiera sentado de maravilla a Edge of Eternity y le hubiera hecho ganar bastante.
Combatir para sobrevivir y para tener sentido
¿Qué sería de un RPG sin las batallas? Pues en Edge of Eternity las batallas se convierten en uno de los puntos fuertes del juego. El sistema de batallas es el clásico por turnos con sus barras ATB (Active Time Battle) correspondiente. Pero en vez de combatir desde una posición fija, podremos deambular por una especie de casillas en forma de hexágonos por las que podremos movernos y que limitarán el daño que produzca nuestros ataques según el alcance de los mismos. Los ataques físicos requerirán que estemos cerca del enemigo y los mágicos nos permitirán atacar desde más distancia.
Aparte, también podremos colocar peligros —los enemigos también— en las casillas para dar variedad a los ataques y sacar ventaja con una buena planificación estratégica. Además, la batalla se producirá en el mismo lugar donde toquemos al enemigo en cuestión, por lo que si en el escenario hay cristales que pudieran ser una ventaja para nuestro equipo y aumentar nuestro poder, es recomendable entablar batalla en ese escenario. Y salir corriendo si las condiciones del escenario son contrarias a nuestras fuerzas.
Otra cuestión que se debe tener en cuenta para salir airoso de los combates es que en Edge of Eternity subir el nivel solo subirá las estadísticas del personaje. El aprendizaje de hechizos y habilidades especiales irán ligadas al arma que tengamos equipada y al uso de los cristales que incrustemos en ella, al más puro estilo Final Fantasy VII y el uso de materias.
Si nuestro objetivo es crear a un hechicero temible, tendremos que combinar los cristales de poder mágico, que aumenten la velocidad de encantamiento. Si por el contrario queremos crear a un guerrero imbatible en el cuerpo a cuerpo, mejor ir por otra rama que aumente la fuerza y el porcentaje de acierto de nuestro ataque. Los cristales van a darnos muchas opciones de combate. Hay cristales que anunlan la capacidad de lanzar hechizos pero que otorgan al arma el poder de golpear con el poder de un elemento. Y podremos cambiar la estrategia de combate simplemente cambiando a un arma que tenga otros cristales equipados más acordes con nuestro objetivo.
El combate es el centro de Edge of Eternity y nos acompañará desde el principio hasta el final. Y como ocurre con los escenarios y las tramas, tras jugar el tiempo suficiente para poder decir que medianamente dominamos el juego, tenemos la sensación de que tantas opciones no hacen más que liar lo que podía haber sido más simple y sabes que hubiera sido mejor así.
Las armas suben de nivel muy pronto y pronto tendremos disponibles todas las ramas del arma. Los cristales se consiguen como si fuesen gotas de lluvia y aunque pueden sintetizarse y crear cristales nuevos, el proceso no es todo lo ágil que debiera. Mientras más nivel tiene el arma, más poderosa es, sí, pero menos cristales puede portar. Todo esto produce alguna confusión que a base de costumbre va subsanándose y que no empaña lo divertido del combate y las múltiples posibilidades que ofrece, pero tienes la sensación que podía haber sido más sencillo y directo, Edge of Eternity hubiera ganado enteros así
Concluyendo al borde la de la eternidad
Edge of Eternity, a pesar de todos los aspectos mejorables que he mencionado y alguno que mencionaré en la conclusión, es un juego que todos los aficionandos al juego de rol de ambientación japonesa va a disfrutar. Si el jugador prefiere la vertienen occidental de Skyrim, Diablo y similares, entonces tengo mis dudas de que esta elección sea correcta. Edge of Eternity trata de mezclar los puntos fuertes de los exponentes japoneses del RPG, pero se queda a la mitad en casi todos los aspectos. Y no es malo, la mitad de la excelencia no es un resultado mediocre.
Me vienen varios ejemplos como los escenarios inmensos de Xenoblade Chronicles, pero aquí están demasiado vacíos y con limitaciones que puede que hagas (me ha pasado) una ruta totalmente confiado de que es el camino correcto porque el indicador así te lo marca y llegues a una verja que ni Sephirot con su espada puede quitarla y como no puedes saltar, da media vuelta y busca el camino. Otro aspecto es el de convetirnos en artesanos de las armas y el equipo. Edge of Eternity regala los cristales como si fueran hojas de árboles en otoño y todo tipo de materiales haciendo que el menú tras la batalla se llene de artículos que no necesitas en absoluto.
Y en cuanto a Final Fantasy pues la inscrustación de los cristales en las armas podía haber sido más sencilla. Repito, una vez dominas el sistema no supone problema alguna pero eso significa que necesitan tiempo y práctica y si en otros juegos todo es tan sencillo como meter el cristal adecuado, ¿por qué no han seguido con la misma tónica aquí?
Lo que me produce tristeza es que Edge of Eternity me ha gustado mucho. Que tiene un sistema de combates entretenido y unas melodías que hace que recorrer pasajes desolados y casi desérticos te importe menos por la belleza de sus notas, además de unos escenarios preciosos. Y que por culpa de unas subtramas de las que podían haber prescindido fácilmente y un empeño en querer abarcar más de lo que diez personas pueden dar, se quede solo en una experiencia buena, cuando podía haber sido sobresaliente.
Ya he dicho que el hecho de que hayan sido diez personas las que han hecho Edge of Eternity no justifica sus defectos, pero tampoco hay que quitar el mérito a lo que han conseguido. Y siendo diez, ese mérito es aún mayor. Edge of Eternity es una muestra que Midgar Studios es un equipo con talento, que pueden —y deben— seguir en estas líneas porque podían haber conseguido un juego más que notable a poco que hubieran limado algunos aspectos o se hubieran centrado en los puntos fuertes de la trama excluyendo el contenido superfluo y casi metido a la fuerza.
Si eres de los que disfrutan con los RPG clásicos me atrevo a recomendarte Edge of Eternity. Un título que refleja la esencia del rol japonés. Si eres de los que prefieren la ambientación occidental, entonces no pongo la mano en el fuego; puede gustarte o puede que no porque no consigas perdonar sus fallos. Tengo esperanzas puestas en el próximo título de Midgar Studios. Como reza el título del juego, aquí se han quedado al borde la eternidad. Pero tienes la sensación que podían haberse introducido en ella y haber dejado un juego con todas las papeletas para ser de los que se te vengan a la memoria cuando hables de RPG de corte oriental.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 5 con un código proporcionado por Meridiem Games.