Quien no ha soñado alguna vez con retirarse al campo y vivir una vida tranquila, alejado de él bullicio de la ciudad. Y porqué no ser el maestro de unos monstruos que salen de los cultivos. Parece que estamos hablando de un juego de Pokémon en el campo, pero hoy le toca el turno a Monster Harvest. Un juego de farming con ciertas características de entrenamiento de monstruos. Vamos a analizar en profundidad cómo ha salido esta amalgama de mecánicas producto de Maple Powered Games. En nuestro caso, para Nintendo Switch, aunque podéis encontrar el juego disponible en PS4, Xbox One y PC. Además es Tesura Games el que se encarga de su distribución en España.

Una tranquila vida en la granja

Monster Harvest resulta ser igual que sus hermanos en el género, un juego pacífico donde podemos meternos de vez en cuando a cuidar de nuestros cultivos, vecinos y monstruos. Estos últimos son quizá la parte más novedosa y curiosa del título. Similar a Stardew Valley tendremos que plantar ciertos cultivos por temporada. Estos serán nuestra principal fuente de ingresos, pero debemos tener cuidado para cosechar a tiempo los cultivos antes de que termine su temporada. De mientras podremos ir entregando lo que consigamos por el campo o en la mazmorra para ir completando la colección de artículos.

A cambio de hacer avances el Profesor del pueblo, nuestro tío, nos dará recompensas para nuestra granja. Iremos avanzando y automatizando todo poco a poco. Con la peculiaridad de que juntaremos limos de colores con nuestros cultivos para así conseguir planimales. Ese es su nombre, y serán nuestros compañeros de aventura. Encargados también de pelear si nos encontramos un monstruo en las profundidades de la mazmorra. El combate será similar a Pokémon. Contamos con varios ataques, cada uno desbloqueable a cierto nivel de nuestro planimal. Eso sí, no podemos huir, ni usar objetos en combate, más de una vez esto entorpecerá nuestro crecimiento en el juego. Nada más empezar tenemos gestión de recursos, granja y sistema de peleas por turnos y apenas hemos digerido lo primero.

Este juego intenta mezclar varios sistemas, pero muy rápidamente rompe su progresión. Un par de cultivos y minerales nos empezarán a hacer ricos, lo que nos permitirá avanzar muy rápido en otros aspectos. Aunque aquí lo más tedioso será mantener a buen nivel nuestros pequeños compañeros y que no mueran. Si no, los perderemos para siempre.

En la variedad está el gusto

Lo bueno es que para combatir las dosis de aburrimiento y monotonía impuestas por el campo podemos probar con otras actividades. Las comparaciones con Stardew Valley son obvias, pero en este caso igualmente podremos hacer regalos. Para así ir subiendo nuestra relación con personajes del pueblo. Charlar con ellos es interesante, más de una vez tendrán algo que contar.

Si no, podemos seguir entrenando a nuestros compañeros o construyendo mejoras para la granja. Un cofre más, caminos, luces, ya sabéis, cosas que no suelen faltar. Más allá de todo esto tenemos una estética y un apartado visual acogedor. Totalmente pixelart, quizá a veces demasiado como para distinguir ciertas cosas. Pero se las arregla perfectamente para mantener un buen equilibrio.

La música resulta calmada, está bien. Pero por desgracia se convierte en un bucle repetitivo del que desearíamos salir cuanto antes. Y este punto es solo el comienzo de un hilo por el que podemos tirar. Fácilmente con menos de 10 horas de juego todos sus sistemas y mecánicas empiezan a tropezarse. El combate se vuelve algo muy tedioso y repetitivo, no hay realmente una estrategia ni táctica detrás de nuestros planimales. La granja al final se vuelve un decorado, a la que plantamos un par de cosas nos olvidaremos pues también nos da un buen dinero.

La diferencia marcada por Nintendo Switch

Me gustaría decir que se han hecho bien los deberes para el port del juego a Nintendo Switch. Pero ajustar ligeramente la interfaz y controles y no tocar nada más no es hacer el mejor trabajo. Prácticamente necesitas jugar a Monster Harvest en el dock, con una pantalla algo más grande. Resulta imposible hacerlo en portátil debido al tamaño de fuente. Igualmente, no es todo malo. Se agradece y mucho que el título llegue en tantos idiomas, además claro del inglés y español.

En definitiva, con Monster Harvest tenemos un juego más de granjas que intenta seguir la estela de Stardew Valley y se ha quedado a medio camino. Con sistemas que a duras penas funcionan y les pareció buena idea juntar. Quitando eso, tenemos un juego con aspecto bonito, que cumple bien su función de entretenimiento, al menos varias horas. Y si le queréis dar una oportunidad no es especialmente caro. Aunque si lo hacéis que sea porqué realmente os llama la loca idea de juntar cultivos con entrenamiento de monstruos.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Evolve PR.

Análisis: Monster Harvest
Variedad de planimales y cultivosBonito entorno pixelart
Sistema de combate repetitivo y tedioso
6.3Nota Final
Jugabilidad6
Historia6
Gráficos8
Música5