Crear historias, universos, ideas increíbles, así es como comenzó Chibig Studio en 2015. Este pequeño y acogedor estudio valenciano fue fundado por Abraham Cózar y su lema siempre ha sido muy claro, además de ir evolucionando junto con el estudio, tanto personal como profesionalmente. Su camino comenzó en 2016 con pequeños juegos para móviles, los cuales alcanzaron hasta 4 millones de personas, un humilde éxito que permitió a Chibig Studio ampliar más lanzamientos y descubrir sus próximos proyectos.

Desde entonces, el estudio ha crecido hasta convertirse en un equipo de 12 desarrolladores y han lanzado diferentes juegos: Deiland en 2018 y Summer in Mara 2020, el cuál puedes leer nuestro análisis en la web. Ambos juegos fueron financiados con éxito en Kickstarter y llegaron a un gran número de jugadores. Sin embargo, no han querido parar y han seguido embarcándose en sus próximos proyectos: Koa and The Five Pirates of Mara en colaboración con Talpa Games para 2022, Mika and the Witch’s Mountain en colaboración con Nukefist para también 2022 y Elusive People para 2023.

Ahora bien, si quieres conocer un poco más sobre la historia de Chibig Studio, de su CEO Abraham Cózar y de todos los proyectos, además de su visión, hemos tenido la gran oportunidad de entrevistar a Abraham y que nos cuente con sus palabras.

Entrevista a Abraham Cózar: Chibig Studio

Quién es Abraham Cózar y cómo comienza a desarrollar videojuegos.

Soy Abraham, un ingeniero de teleco al que siempre le han fascinado los videojuegos y escribir historias sobre mundos fantásticos. En 2015 decidí empezar a emprender en videojuegos y desarrollar mi perfil profesional en el sector a través de Chibig Studio. A nivel profesional, dedicarme al desarrollo de videojuegos me hace sentir muy realizado, debido a que es un medio que combina la creatividad artística con la técnica. Además, es un placer compartir equipo con grandes talentos creativos y construir proyectos que reflejen una parte de nosotros.

Cómo nace Chibig y cuál ha sido su principal objetivo.

Fundé Chibig en 2015, lo que significó básicamente poner un cartel en una habitación de mi casa y encerrarme a hacer juegos para móvil durante unos meses. Fue con el sexto juego de móvil: Deiland, el pequeño planeta, con el que conseguí cierta repercusión y recursos económicos para plantear un proyecto mayor y crear una empresa (2017). A partir de aquel primer juego siempre hemos repetido en el mismo universo, relacionando nuestros juegos con una única IP. En Chibig Studio decimos que no solo estamos creando videojuegos, si no que nuestro objetivo es crear un universo fantástico para que nuestros jugadores cuiden de él.

Chibig Studio

Con el paso del tiempo habéis creado un universo propio y un equipo amplio, ¿habías llegado a pensar que algo así se haría realidad?

El esto que somos ahora es increíble para mí, pero ha sido muy rápido. Poder publicar en consolas y PC era algo con lo que soñaba cuando estaba solo, pero no imaginaba que en pocos años pudiera ser posible. Hemos crecido mucho desde los primeros proyectos (¡ahora somos 15 personas en el equipo!) pero siempre hemos buscado un crecimiento sostenido por nuestros juegos, adaptando el tamaño del equipo y la dimensión de los proyectos a los recursos de los que disponíamos.

¿Cómo fue y cómo impactó aquel Kickstarter exitoso que tuvisteis?

El Kickstarter de Summer in Mara (2019) sin duda fue un punto de inflexión en el estudio. Conseguimos mucha financiación para crear Summer in Mara, a través de casi 10.000 apoyos. Esto nos permitió consolidar el equipo de Chibig Studio, crear puestos de trabajo de jornada completa, contratar a más perfiles. Hicimos un juego mayor que el que inicialmente hubiéramos podido hacer y nos permitió llegar al lanzamiento de Summer in Mara con garantías de supervivencia. Ese Kickstarter y las personas que nos apoyaron nos dieron la oportunidad de crecer y ser el estudio que somos hoy.

¿Qué referencias habéis tenido para realizar el arte de vuestro trabajo con una estética animada y desenfadada?

Nuestra referencia principal es el estudio Ghibli, nos fascinan las obras de Miyazaki, cómo trata sus temas y personajes. Son una fuente de inspiración constante. En videojuegos nos fijamos mucho en los títulos de Nintendo, donde reconocemos una gran parte de nuestros jugadores, y los juegos de la saga Zelda son también referentes importantes. Buscamos crear videojuegos muy transversales, que apelen a un público amplio y que transmitan valores y entretenimiento a través de su narrativa.

En Summer in Mara encontramos un juego de farming y crafteo, pero… ¿este elemento es la base del juego o sirve de apoyo y trata de ir un poco más allá y contar
una historia?

Nuestro interés principal siempre es contar una historia a través del personaje protagonista. Summer in Mara es principalmente la historia de Koa. En Chibig Studio nos gusta combinar la aventura con otras mecánicas de granja, porque sirven para crear un espacio en el juego que el jugador sienta como un hogar al que cuidar.

Koa and the Five Pirates of Mara es una coproducción junto con los creadores de Mail Mole, ¿Cómo surgió la idea? ¿Qué nos podemos esperar del juego?

La idea surgió jugando Mail Mole, que es un juego de plataformas genial. Al verlo y disfrutarlo intentamos proyectar cómo sería un juego parecido ambientado en el universo Chibig y vimos que tenía sentido. Cuando lo comentamos con Talpa Games y Undercoders vimos que era una buena idea, ya que permitía combinar las fortalezas de distintos estudios. Koa and the Five Pirates of Mara es un videojuego muy divertido y desenfadado, enmarcado en el género de los plataformas, en el que podemos vivir una nueva aventura de Koa. Para nosotros está siendo una gran oportunidad para experimentar con un género nuevo y trabajar y aprender de otros estudios amigos.

¿Cómo es el proceso de sacar uno de vuestros juegos en físicos?

Para publicar en físico necesitamos un aliado, puesto que los procesos y la logística son muy distintos a los que estamos acostumbrados en la publicación digital. Hemos tenido la gran suerte de publicar con Tesura Games en Europa y con Pikii en Asia, ambos publishers nos lo han puesto muy fácil y han creado unos materiales de gran calidad. Nosotros solo tenemos que preocuparnos de crear el videojuego y ellos trabajan con todo el arte que hemos generado en el proyecto. Es una gran ilusión cuando el videojuego se materializa y vemos por primera vez la caja, el libro de arte y todos los detalles de las ediciones coleccionistas.

Para finalizar, el universo Chibig es cada vez más amplio, ¿Cómo veis el futuro del estudio?

Prefiero no pensar muy lejos. Por ahora tenemos en marcha tres coproducciones (Mika and the Witch’s Mountain con Nukefist, Koa and the Five Pirates of Mara con Talpa Games y Undercoders, y el proyecto AVA con Inverge Studios y 11bit studios), además en 2022 publicaremos Stories of Mara y Ankora: Lost Days, como juegos propios de Chibig Studio. Por último, nuestro desarrollo interno principal es Elusive People, un proyecto donde queremos dar un paso más en comparación a Summer in Mara. Con todos estos proyectos en marcha no podemos proyectar mucho más, lo cierto es que estamos disfrutando muchísimo con todos ellos