El gusto por las cartas y la estrategia en un tren directo al infierno es solo posible gracias a Shiny Shoe con Monster Train First Class. En este caso os traemos nuestro análisis para la novedosa adaptación de Nintendo Switch. Vamos a comentar que es lo que más nos ha gustado y lo que menos en este curioso roguelike de cartas.
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Cientos de opciones para nuestra baraja
En la variedad está el gusto, y es que cualquier juego de cartas que se precie tiene que tener una buena cantidad de opciones para sus jugadores. Y no solo por el apartado de cartas, si no por el de roguelike. Similar a Slay the Spire, tendremos que escoger nuestro camino, y podremos encontrar nuevas cartas, artefactos o pequeños eventos.
Nuestro objetivo es simple, formar una baraja lo suficientemente buena como para derrotar al jefe final y que no nos maten por el camino. No es tan fácil claro está. Nuestro tren tiene 4 vagones, en el último se encuentra el corazón que nos da vida, a nosotros y al tren. Si lo destrozan los enemigos hemos perdido. Pero para llegar hasta ello hay 3 vagones por medio donde nosotros podremos jugar nuestras cartas. De 2 tipos principalmente. De unidades o de hechizos. Las unidades ocuparán unos huecos en los vagones, y se quedarán ahí hasta ser derrotadas, los hechizos en su mayoría son de uso inmediato. En este título jugaremos con los tres vagones en vertical, y además nos tocará usar la cabeza para colocar bien las unidades. Pues quien esté siempre delante será el primero en recibir los golpes.
Para añadir rejugabilidad y de paso más complejidad a las barajas podemos elegir al comienzo de partida nuestro clan inicial, en el que se basará nuestra baraja. Y por otro lado otro clan acompañante. Todas las cartas que nos salgan por batalla ganada o en tiendas estarán relacionadas con los mismos clanes. Y cada uno cuenta con sus especialidades y unidades únicas. Así que está en nuestra mano la de crear un baraja más o menos equilibrada.
Monster Train es consciente de lo que esto conlleva, aprender el uso de cartas, hechizos y enemigos es agobiante, pero no lo hace parecer así. Hasta que no lleves varias horas jugadas no encontrarás eventos ni cartas muy enrevesadas. Y lo que es mejor, una partida, hasta el jefe final, puede ser de media hora fácilmente. Y llegado el punto todo será aún más ligero, por lo que en ningún momento se hace pesado.
Si hay un apartado negativo aquí es el idioma, y es que el juego está completamente en inglés. Bueno, al menos cuenta con una gran selección de idiomas, pero no el castellano. Y esto resulta ser una barrera de entrada muy grande para nuevos jugadores. Si no estás acostumbrado a la construcción de mazos o a los roguelike, entonces estamos ante un problema. Aún con todo, no requiere de un nivel de inglés tan alto.
Desafíos de alto nivel
Para los que se cansen rápidamente de morir y repetir en el modo de juego estándar también hay desafíos. Los Challenges del juego ofrecen pequeños cambios y modificaciones que hacen aún más interesantes las partidas. Tenemos un desafío diario, o si no desafíos multijugador y creados por la comunidad. Sin embargo, por desgracia en Nintendo Switch no es que la comunidad sea muy grande. Este apartado se ve bastante mermado debido a la plataforma, al menos, en comparación a PC y Steam.
Aún con todo lo que eso conlleva lo que tenemos en Switch es la última versión de Monster Train: First Class. Esto incluye el último DLC La Última Divinidad, lo que nos da una batalla extra contra un nuevo jefe. Además de nuevas cartas varias. No hemos hablado mucho de estas ni su diseño. En su gran mayoría nos recordarán a otros juegos del género. Con una pequeña descripción por carta, además de daño y vida para las unidades. Y como siempre una pequeña ilustración por cada carta.
En definitiva, un divertido viaje al infierno
Desde nuestros inicios hasta un punto más experimentado lo que encontramos en Monster Train es diversión. Una cualidad muy necesaria en los roguelikes del estilo. Que no abruma y que va de menos a más. Con un arte y una estética bastante simples, pero suficientes. Muy disfrutarlo en una Nintendo Switch, y más en portátil. Con una banda sonora más bien mediocre y por desgracia, nada destacable.
Esta adaptación a la consola de Nintendo es muy recomendable para los auténticos fans del género. Pues a quién le guste de verdad podrá encontrar cientos de horas. Para el resto puede resultar un juego bastante entretenido, con igualmente horas de diversión y apartando el problema del idioma. Ahora bien ¿estás listo para coger el tren directo al infierno?.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Cosmocover.
