Los seres humanos somos criaturas capaces de contar historias para preservar la cultura a través del arte. Con Songs of the HMong la empresa china de juegos independientes Miao Ge Development Group se basa en la música y la armonía para contar una historia llena de magia basada en la comunidad Hmong, un grupo étnico originario del este y sureste de Asia, todo acentuado con un estilo artístico que parece una artesanía de papel que bien podría formar parte de los aditamentos necesarios para hacer un teatro de sombras tradicional chino.

Contenido

1 Songs of the HMong: un cuento tradicional
2 Una experiencia de juego monótona
3 En conclusión

Songs of the HMong: un cuento tradicional

El juego comienza con el narrador contándonos sobre la historia de los Hmong, un pueblo calmado, trabajador y con una cultura fuertemente arraigada al ámbito espiritual, lo que forma parte de su idiosincrasia. Su historia ha pasado de generación en generación a través de poemas y canciones que mantienen viva no solo su cultura, sino también el secreto para no perderse y que el pueblo se condene a la perdición pues, como humanos imperfectos que son (como todo el mundo), el Dios de la naturaleza desata la ira sobre ellos.

Es así como empezamos a jugar con una niña Hmong llamada Xiaomiao, quien conoce a un misterioso anciano en el bosque que ha perdido la memoria. El anciano le explica que para restaurar el orden mundial necesita encontrar la semilla del Árbol Sagrado; lo curioso es que el anciano nos deja la tarea de su antepasado Jiang Yang sobre nostros hombros y la solución para reparar el mundo se encuentran en canciones de la tribu Hmong, lo que significa que Xiaomiao puede leer e interpretar las canciones que se encuentran en viejos papiros.

Quizá te parezca irrelevante mencionar las características del pueblo Hmong, pero considero que es indivisible de la esencia del videojuego. Song of the Hmong realmente se esfuerza en plasmar la belleza cultural del pueblo Hmong y queda muy claro que es una sociedad donde el canto y el baile es inseparable de su identidad. De hecho, luego de jugar, se me clavó la espinita y quise saber más sobre los Hmong y, sin dudas, el equipo desarrollador estudió sobre la cultura de este grupo étnico para reflejarlo en su juego.

Esto se nota particularmente bien en el aspecto gráfico; Songs of the Hmong tiene una dirección artística que busca emular el papercraft y realmente se ve muy único. Es decir, de verdad da la sensación de que los personajes, el escenario y el resto de elementos que lo componen están hechos a mano y no se parece a otros videojuegos que utilizan la misma corriente artística como, por ejemplo, Paper Mario. Hay mucho detalle en las ropas y accesorios de Xiaomiao, lo cual es importante para enfatizar su origen Hmong. De igual forma, en el aspecto sonoro está bien cuidado. Las melodías son bonitas y buscan recrear tonadas y canciones tradicionales propias de la cultura Hmong.

Una experiencia de juego monótona

Si bien en el aspecto audiovisual Songs of the Hmong es precioso, la magia del cuento de hadas se rompe al irnos al aspecto jugable. La mecánica del juego es muy monótona; básicamente, solo tienes que encontrar partituras musicales, participar en los minijuegos de ritmo (que es la forma en la cual se implementa la música tradicional), obtener pistas y luego resolver el puzle que se te presente.

Xiaomiao se desplaza lateralmente en un mundo 2D y encontrar partituras musicales es muy sencillo; solo tienes que ir a todos los sitios a los que puedas ir y hacer clic en todo el lugar para recopilar las partituras musicales. Lo más triste es que el juego no te explica demasiado, lo de «tantear» la situación y hacer clic donde sea con el ratón es algo que descubres por tu cuenta, no porque un tutorial te lo explique.

En cuanto al minijuego de ritmo, se basa en interpretar las pistas con seis teclas del teclado: SDFJKL. Hay tres niveles de dificultad para elegir y el requisito de precisión para seguir la trama no es particularmente exigente. Puedes seguir avanzando en la trama con una tasa de acierto de las canciones alrededor del 70%. Las canciones que aparecen en el juego de música son las «canciones Hmong» a las que hace referencia el nombre del videojuego. Hay varias canciones y todas son muy bonitas. La resolución de los acertijos también es muy sencilla. Básicamente, no es necesario pensar demasiado, solo hay que seguir las pistas que el anciano recuerda después de jugar al minijuego musical.

Songs of the Hmong no está exento de bugs y problemas, lo cual puede entorpecer la experiencia. Por ejemplo, la pista para el acertijo con el pájaro divino está incompleta en términos de traducción; es decir, el texto de la pista está en chino (lengua materna del juego) y a pesar de que puedes escoger entre el idioma chino simplificado e inglés, esa parte se mantiene con los caracteres de la lengua asiática, así que te toca adivinar entre las opciones para resolver el puzle.

Otro problema con los textos ocurre cuando debes elegir una de las dos opciones de diálogo en ciertos momentos de la aventura. Esas opciones no caben en sus ventanas, por lo que no puedes ver las oraciones completas, probablemente debido a que la versión en inglés tiene demasiados caracteres en comparación con el texto original en chino.

Y con respecto a bugs que te pueden fastidiar la partida, puede ocurrir que el minijuego de ritmo no se inicie (las notas no se mostrarán). También existe la posibilidad de encontrar un error que rompa el juego después del acertijo del pájaro divino: si, por alguna razón, eliges ir a la derecha y entrar al estanque, quedarás atrapado en una secuencia anterior con peces y la historia de la diosa mariposa y no te va a quedar de otra que reiniciar.

En conclusión

Songs of the Hmong es un juego simpático y que, al menos en el aspecto audiovisual, enamora. No tengo dudas de que tiene un muy buen desempeño en el arte, la música y la promoción de la cultura Hmong, pero el gameplay es bastante insulso y los errores dan lugar a una mala experiencia de juego. Puede resultar frustrante por ello, cuando debería ser un juego para relajarte y pasar una tarde agradable. Si no estás dispuesto a tolerar sus bugs, no será una tarde ociosa que recuerdes con cariño.