Sobre videojuegos, hoy os traemos a la mesa de debate un tema que estoy segura que alguna vez lo habéis vivido o lo habéis escuchado, y es reflexionar si jugar a videojuegos es un hobby que socialmente está bien aceptado a día de hoy o, se ve como una actividad más atípica, y sigue o no sin tener tan buena acogida como puede ser salir de cañas o ir al cine. Aclaro que este artículo es tan sólo mi opinión y que al final cada uno de nosotros tiene sus experiencias sobre ello o por lo que ha visto en su entorno y, por tanto, las percepciones cambian.
Muchos de nosotros nacimos durante la década de los 80 o principios de los 90 y sabemos que la industria de los videojuegos tenía muchos más estigmas y se asociaba a jugar con maquinitas, quizá por la imagen típica de la época con las máquinas arcade, y con personas que se salían de hacer las actividades populares por preferir unos juegos. De forma general, ser jugador equivalía a ser alguien asocial o, peor aún, un bicho raro que prefería estar sentado jugando en su casa antes que hacer cualquier otra actividad. Esto no siempre sucedía obviamente y mucho menos entre amigos que comparten la misma afición. Al final nuestra forma de ver el mundo y de sentirnos depende un poco de los círculos en los que hos relacionemos, pero si bien es cierto parece que es un hobby que se asociaba a adicción, a ser menos social y algo que no tuviese el mismo valor que otras actividades que se realizan también en nuestro tiempo de ocio y que gozan con una buena imagen como es ir al cine o pasar el día fuera yendo de excursión.
Lo cierto es que si nos remitimos a los datos objetivos, el sector de los videojuegos ha crecido muchísimo y factura al año cantidades de dinero que nos harían temblar, convirtiéndose en un gran referente dentro de la industria de ocio y de entretenimiento actualmente. Sin ir más lejos, AEVI (Asociación Española de videojuegos) mostraba los datos de facturación en tiempos de coronavirus y, se señaló el incremento de las ventas de videojuegos, registrando 16 millones de jugadores, y facturando 1.747 millones de euros en 2020, lo que supone un incremento del 18% con respecto a 2019. Está claro que es una actividad que en algún momento dado ha acaparado el tiempo de muchas personas que los eligen como opción.
Es una gran noticia para el sector que cada año se sumen más y más títulos, haya nuevas consolas, tengamos sobre la mesa remakes o remasterizaciones y haya tanto donde elegir con una tecnología mejorada y más alcance a la información que nos permite conocer más este hobby y encontrar un juego que se adapte a nosotros y a nuestras necesidades, tanto para atraer a nuevos jugadores como para contentar a los más veteranos en esta afición. De esta forma queda ya en gran parte obsoleta esa visión de que los videojuegos era un hobby residual de cuatro personas que se marginaban en su casa para jugar, porque al final sea de forma más activa jugando cada semana, o más pasiva o casual jugando un rato es un sector que vende y que se consume en algún momento por lo que se ha visto que realmente es una actividad de gran valor y que forma parte de nuestro ocio.
Por ejemplo, los juegos pensados para los dispositivos móviles encuentran muchos adeptos, porque es donde hay mayor abundancia de títulos free to play y, de hecho, según los analistas SuperDatala gran parte de los usuarios prefieren los teléfonos móviles para consumir videojuegos. Esto lo podemos ver en el día a día, pensemos en la típica escena de cuando vamos en transporte público y en ese tiempo que pasamos yendo de un sitio a otro, los juegos de móviles se dejan ver entre los pasajeros porque es una opción más de entretenimiento y donde es fácil encontrar algún título que enganche a cada público. Mismamente si vamos al parque hay gente de cualquier edad que juega a Pokémon Go, sólo falta recordar el boom que supuso su lanzamiento.Y por supuesto, el hecho de que sean gratuitos ayuda a que más gente se anime a probarlos.
Jugar a videojuegos en la era del auge tecnológico es algo habitual y que está bien aceptado generalmente, aunque todavía queda trabajo y se entienda que puede ser un hobby al que se le destinen varias horas a la semana o que incluso sea el trabajo de analistas. Quizás el problema al que se enfrente este hobby a día de hoy es que se acepta cada vez más que alguien juegue a determinados títulos pero sigue habiendo reticencia a que sea un hobby que acapare tantas horas a los jugadores más activos (habrá casos en los que si sea perjudicial un excesivo tiempo de juego pero esto es algo que al final ocurre en muchos más aspectos de la vida). ¿Os suena lo típico de estar en la oficina (o en el lugar de estudios) tras el fin de semana, y que tus planes hayan sido ponerte al día con esos videojuegos a los que antes no podías por falta de tiempo, y otras personas te comenten que por favor les cuentes otros planes más interesantes sobre si has salido o has viajado? Son cosas que puede que se vivan puesto que aún se los ve como un pasatiempo para un ratillo, pero no para estar varias horas con ello.
Lo bueno es que cada vez se ve más lo que es un videojuego, en todos y cada uno de sus apartados, y queda atrás esa idea de que son unas máquinas donde matar bichos sin más trasfondo, que ojo este tipo de títulos también están bien, cada uno juego al género que le guste. En ese sentido, ahora se ve que los videojuegos van más allá de la idea clásica también, y son verdaderas obras de artes con historias, tramas, personajes y que requieren de nuestra interacción e inmersión en el juego.
Es más, se han visto los beneficios que conllevan para nuestra salud en sentido de mejorar nuestra capacidad de respuesta y concentración, así como estimular la atención y la memoria, por poner solo algunos ejemplos. También, a nivel psicológico ha ayudado a muchas personas a enfrentarse a problemas como la tristeza o, en definitiva una forma de entretenerse que nos haga dejar nuestros problemas por un tiempo y fijar nuestra atención en historias tan especiales como nos traen los videojuegos.
Muchas otras veces se ve a los videojuegos como máquinas que quitan tiempo por desconocimiento, porque no se sabe que hay realmente tras la pantalla. Pero esto es algo que poco a poco ha ido mejorando. Igualmente los videojuegos fomentan el juego en equipo (aunque a veces sea para mal) y ya no se asocia tanto la idea de que jugar es de personas solitarias necesariamente o que dejen de lado sus compromisos y, se acepta que un plan de fin de semana puede ser quedar con tus amigos en casa de alguno o en discord y disfrutar de un juego como algo verdaderamente positivo.
Otro tema que persigue al hobby de los videojuegos es la edad de los jugadores. Se acepta que los videojuegos son una forma de entretenimiento entre jóvenes de hasta cierta edad pero si ya sobrepasas los 30 o incluso menos, puede que siga viéndose como un hobby de una persona estancada en la adolescencia y se siga pensando que con cierta edad es sinónimo de adicción y de dejar de lado otras responsabilidades o actividades. Pero esto al final son prejuicios, percepciones subjetivas y un terreno donde cada uno tiene sus experiencias y donde creo que se ha mejorado y está bien aceptado generalmente.
Al final, aunque haya trabajo por hacer, creo que con el tiempo se ha ido aceptando más y jugar a videojuegos, está bien visto y se acepta generalmente en comparación con hace unos años.
Y vosotros, ¿cómo habéis vivido este hobby a lo largo de los años que lleváis disfrutando de ello?
Un artículo muy interesante y hay algunos fragmentos del mismo en los que me identifico por como ha evolucionado mi manera de jugar a los videojuegos a los largo de los más de 30 años desde que empecé este hobby.