Hemos podido probar Norland y su acceso anticipado, un juego que… tiene un buen concepto pero con una ejecución algo extraña que os explicaremos más adelante. A nivel social, el juego se conoce como el hijo de Rimworld y Crusader Kings 3, pero a la hora de la verdad, del primero solo obtiene la forma en la que los nobles gestionan su humor y personalidad y como estos son afectados por distintos eventos, y el estilo gráfico o la cámara del juego.
En cambio, de Crusader Kings 3 bebe bastante más, teniendo así múltiples opciones para ganarnos la confianza y amistad de otros nobles, hacer sus pueblos vasallos por la fuerza o por la unión, comercio, y múltiples opciones de intrigas típicas de la nobleza. Pero ante todo, Norland es un juego difícil que nos llevará varios intentos e inicios entender y hacernos con el, especialmente por como funcionan ciertas mecánicas del juego.
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Los nobles, nuestra forma de jugar en Norland
El centro de toda la jugabilidad que vamos a experimentar en Norland, con sus pros y contras claro, son los nobles. Estos personajes son realmente los únicos importantes y de los que dependerá en gran medida nuestro éxito o fracaso. Y será más posiblemente eso último ya que es un juego algo complicado de masterizar y lograr conquistar saliendo victoriosos.
Para empezar, tendremos que elegir y configurar todas las características de nuestro inicio, dándonos entre una buena cantidad de opciones pre-generadas y algunas que podremos llegar a modificar nosotros luego. Por ejemplo, el inicio básico del juego nos pondrá en la piel de un noble, su esposa y su hermano. Con este trío debemos sobreponernos a todas las penurias que lleguen a nuestras tierras, y ser capaces de sobrevivir al evento de crisis del juego.
En el caso de que no hayamos elegido dicho evento, simplemente cumplir nuestro «sueño» como líder (conquistar muchos territorios, tener muchos ciudadanos, etc) que nos irá saliendo según avancemos en la partida. La comunidad parece dividida en como los nobles se utilizan en el día a día del asentamiento, pero sobre esto hablaremos más adelante.
La guerra no es siempre la mejor opción
Lo bueno de Norland son sus posibilidades. No nos limitamos solo a la conquista y tener un asentamiento próspero para poder mantener a nuestros guerreros. Podemos iniciar un proceso de negociaciones que, poco a poco permita que nuestro noble principal, nuestro señor y quizás futuro rey, se haga amigo del noble de otro territorio. Para ello tendremos múltiples opciones, desde simplemente montar una reunión y hablar, hasta hacer cacerías de lobos juntos (con el riesgo de salir herido).
En el caso de que la opción diplomática y más pacífica no nos guste del todo porque seamos unos villanos en potencia, siempre podemos hacer uso de las distintas intrigas que el juego nos deja a nuestra disposición. Esto nos permitirá influir en las relaciones de otras provincias, llegar a iniciar (o detener) guerras e incluso lograr eliminar a un objetivo prioritario que se esté interponiendo en nuestro objetivo. Vamos, como la nobleza en el medievo, si.
Y si todo lo anterior falla o no te llama la atención todo lo que debería… pues no pasa nada, eliges quien va a ser el líder de tu escuadrón de ataque/defensa, creas un ejercito (con lo que conlleva entre costes y tasas extras por parte de la religión) y lo equipas con las armas que puedas permitirte y listo: hora de conquistar el mundo. El combate es relativamente sencillo, las armas a distancia funcionan mejor contra enemigos sin acorazar y las armas tienen sus estadísticas basadas en… cuantas dagas de daño hacen.
Tu pueblo, tus decisiones
Ya sabemos que Norland gira en torno a los nobles, pero su siguiente elemento importante es nuestro asentamiento. Y dependerá completamente de nosotros y de los eventos aleatorios del juego (profecías lo llaman) sobrevivir y convertirnos en un lugar próspero.
Una de las grandes críticas que tiene la gente (y con la que yo estoy de acuerdo, porque es un poco extraño) es como los nobles deben ser asignados a los distintos edificios de producción. Una vez lo has hecho, este irá una vez cada 3 días a dar una charla básicamente para organizar como debe ser (o continuar) la producción. Esto podría tener sentido si su objetivo fuese aumentar la producción, pero lo cierto es que si por lo que sea el noble no va, el edificio se para y no se trabaja en el.
Los campesinos dejan de plantar y recoger las plantaciones, o dejan de talar madera, o fabricar cerveza. Sea como sea, sin un noble que se pase cada pocos días, el edificio deja de funcionar… algo que no tiene mucho sentido. Puede tenerlo de cara a que sea una mecánica que te obliga a plantear las cosas de otra forma, pero hay que admitir que es un poco extraña. Si tan solo reduces la producción de estos edificios, quitas que sea obligatorio ir cada 3 días y pones una bonificación por ir… resuelves todo de golpe.
Por otro lado, sobrevivir a las profecías llevará algo de maña, lo mismo perdemos todos nuestros cultivos por una enfermedad de estos, que una plaga de ratas nos asalta para robarnos nuestras provisiones. Y a veces, una de estas iba justo tras la otra, hasta el parche del día 24/07 donde ha sido corregido y reducido enormemente la dificultad (sobrevivir a eso era casi imposible).
En nuestro camino al éxito, tendremos muchos edificios para construir (desde campamentos para talar hasta tabernas o templos) y muchos de estos se desbloquearan tras haber investigado su construcción. Tenemos Norland para rato si queremos descubrir todo.
Economía y mercado en Norland
Tenemos que hablar del oro y los anillos sagrados, que básicamente son las dos fuentes de ingresos principales que debemos mantener constantes si queremos sobrevivir a lo que está por venir. El oro lo vamos a necesitar para todo, desde comerciar con otro reino o el mercader que viene cada pocos días, como para pagar a nuestros campesinos y estos puedan comprar comida y bebida cada día.
La forma estable de ganarlo es mediante el comercio, creando objetos y materiales más y más avanzados (cuesta más vender licor de colinabo que vender el colinabo como tal, por ejemplo) y destruyendo los campamentos de bandidos. Además el mercado se autorregula en base a cuanto hemos vendido de un mismo producto, penalizando orientar la creación al abuso de un solo objeto.
Por otro lado, los anillos sagrados son nuestra moneda para la reputación y tener contento a nuestros nobles. Norland no nos lo va a poner fácil con este objeto en concreto, y básicamente solo podremos obtenerlo con oro del mercader que nos llega cada poco tiempo, siendo esta una fuente cara (pero fiable) para obtener los codiciados anillos. Y créeme cuando te digo que te harán falta, especialmente cuando aumentes el número de nobles que controlas.
Dicho de otra forma: será vital crear todo el sistema necesario para satisfacer las necesidades de nuestro pueblo y crear un sobrante extra para comerciar con ello.
Conclusiones
En lo personal, Norland tiene un gran potencial que vamos a ver en los próximos meses. Aunque tiene pequeños detalles de diseño que pueden encajar más o menos en la forma que cada uno tiene de ver y gestionar de forma lógica ciertas mecánicas (como la de los nobles y los edificios de producción), es un buen juego que nos dará bastantes horas de juego. Especialmente si contamos que es difícil y nos tocará reiniciar varias veces para empezar de nuevo y hacerlo de otra forma para ver si así tenemos éxito.
También es importante anotar que Norland ha tenido varios parches diarios desde su salida, para corregir pequeños bugs y prácticamente un gran parche al día para cambiar lo más importante o uno de los problemas con las partidas guardadas corruptas que tuvimos entre el parche 2 y 3 al 4. No todos los acceso anticipados tienen ese ritmo, lo cual es algo para felicitarles sin duda. Si te gusta el concepto, dale una oportunidad, es un buen juego y será uno mejor a lo largo del tiempo, sin duda.
Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Hooded Horse.