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LECTOR NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL LEER
Muy original y atractivo este The Bookwalker: Thief of Tales que nos trae el pequeño estudio indie DO MY BEST, y que, en esta ocasión, su segundo juego, han decidido sorprendernos con una aventura gráfica narrativa muy inmersiva y, sobre todo, muy diferente.
En todo caso, fue uno de los indies que más me llamaron la atención de los eventos del reciente No E3, tanto por sus conceptos generales como por su cuidado aspecto gráfico, así que viendo lo próxima que estaba la salida del juego al mercado no he querido desaprovechar la ocasión de poder hincarle el diente a una aventura que, a priori, se me antojaba tan misteriosa e interesante.
Así que, sin apenas información sobre el propio juego y solamente armado con la vieja intuición del jugador veterano y las primeras impresiones que me dejaron los videos y las capturas en las retinas, me decidí a jugar el juego lo antes posible y quitarme así ese gusanillo que ya se había apoderado de mi nada más conocer de su existencia.
Veamos si este The Bookwalker: Thief of Tales consigue estar a la altura de tan altas expectativas.
Las mejores historias se narran en pequeños fragmentos
En efecto, el juego se nos presenta como si de una antología de relatos se tratase, historias breves que en realidad son libros en los que nuestro protagonista, un escritor venido a menos que en realidad es un bliblionauta, o caminante de libros, con la capacidad de meterse dentro de los libros, manipular sus tramas, interactuar con sus personajes y ya que estamos, robar los objetos especiales de cada historia, que es para lo que lo han contratado.
Como se ve, un excelente planteamiento y una propuesta narrativa muy atractiva e intrigante. Sobre todo, cuando vamos descubriendo que en el mundo real donde vive nuestro protagonista Etienne, no todo está tan bien como debería y pronto descubrimos que en realidad estamos viviendo en una distopía literaria y policial.
Lo cierto es que, con todos estos elementos y una excelente puesta en escena, la primera hora de la aventura es, sencillamente, magistral. Lo primero que coge al jugador por sorpresa es que en el mundo real la perspectiva es en primera persona, pero cuando Etienne se mete dentro de un libro para realizar alguna de sus expediciones, pasamos a una perspectiva isométrica que nos recordará mucho a los juegos de rol clásicos.
Además, el juego nos mete en harina desde el principio de la aventura y sin grandes contemplaciones, cuando todavía no sabemos bien de que va la cosa y donde estamos, nos introduce ya en el primer libro, en la primera historia, con el encargo de robar cueste lo que cueste el objeto que un más que sospechoso personaje nos ha encargado conseguir a toda costa.
Prácticamente, se puede decir que vamos descubriendo de que va la cosa al mismo tiempo que lo hace nuestro protagonista, al fin y al cabo, es un biblionauta relativamente novato, y el caso es que el efecto funciona de maravilla.
The Bookwalker: Thief of Tales, es de esos juegos que por su originalidad y frescura te atrapan desde el principio y no te sueltan hasta que consigues acabarlo. El juego tiene sus defectos, como no podría ser de otra manera, pero en líneas generales cumple con las expectativas creadas e incluso, en algunos aspectos, las supera.
Así narraba, así, así…
Y es que, ante todo, estamos ante una aventura gráfica narrativa, que cierto es, introduce elementos de otros géneros como un sencillo combate táctico por turnos, la exploración exhaustiva de los escenarios y la gestión de un inventario, pero la verdadera protagonista de juego, el alma de todo lo que vemos es sin duda, su narrativa.
Y como no iba a serlo en un juego que al fin y al cabo trata de los libros, de las historias que contienen y como estas pueden ser manipuladas por agentes externos. La realidad es que en The Bookwalker… no solo importa la historia que se nos narra sino también como se nos narra esa historia. Con unos personajes magníficos e interesantes, y con unos diálogos refrescantes y muy bien hechos, el peso de toda la aventura radica en las seis historias que contienen los seis libros que aparecen en el juego, como estos se relacionan entre sí y con el mundo real del que procede nuestro protagonista.
Un mundo real donde no todo es lo que parece y plantea al jugador más de un misterio a resolver, escondido capa sobre capa… o quizás tras un libro dentro de un libro que esconde otro libro.
De hecho, un aspecto muy interesante del título es que en mitad de nuestras exploraciones dentro de los libros podremos salir al mundo real cuando queramos e introducir objetos reales dentro de los libros para que nos ayuden en nuestras travesías.
Por lo demás, estamos ante una aventura gráfica, con su exploración y acertijos, pero con un claro tono ligero tirando a casual, que particularmente creo es uno de sus mayores defectos. A mi parecer la buena narrativa de la que hace gala el juego, junto a su originalidad y excelente puesta en escena, tendría que haber dado para un juego más «serio» y menos casualizado… Aunque eso hubiera significado convertirse más en un juego de nicho que otra cosa.
La casualización viene sobre todo por la escasa, prácticamente nula, dificultad de los acertijos de la aventura, su poca duración, apenas una hora por libro, y sobre todo por la extrema sencillez de los escasos combates tácticos por turnos que aparecen en el juego. Cierto es que, al tratarse de una aventura gráfica, y además muy narrativa, los combates no deberían ser muchos ni ser muy complejos… pero es que son tan sencillos y simplones que, para mí, directamente sobran. Y lo dice un amante del género de combates por turnos, pero es que sencillamente, en esta aventura, los combates por turnos… no tocan.
Pienso que lo que se ha buscado es que nada interfiera con la narrativa y las historias de los libros, de ahí la evidente ligereza de los acertijos y combates, pero para eso hubiera sido mejor prescindir de la lucha… al mismo tiempo que hubiera sido deseable aumentar la dificultad general de los puzzles.
Eso sí, en el apartado artístico se puede decir que el juego cumple muy bien. Un título muy ameno y agradable de jugar, con unos escenarios de lo más variados y vistosos. Los amantes de los juegos isométricos estarán sin duda de enhorabuena porque los desarrolladores han hecho en ese sentido un trabajo muy bueno.
Sin embargo, la banda sonora pasa prácticamente inadvertida, lo cual no es malo en si mismo y sin duda es preferible a una banda sonora que monopolice demasiado la escena, pero no me resultó destable en ningún sentido y aunque no molesta, tampoco llega a tener ningún rasgo destacable o personalidad propia.
Conclusiones de un viejo biblionauta con un oscuro pasado
En definitiva, estamos ante una aventura muy fresca y original, con una trama y una ambientación muy interesantes que ya solo por ello la hace digna de recomendación.
Una pena que, en última instancia, estemos ante un juego que quizás sea demasiado sencillo y desenfadado cuando su excelente materia prima hubiera dado para mucho más… pero lo cierto es que estamos ante un buen juego que realmente merece la pena, una experiencia nueva y diferente a las que los jugadores, incluidos los más veteranos, nos solemos encontrar por ahí.
Inevitable quedarse con la sensación de que a pesar de ser una aventura satisfactoria se podía haber profundizado en su concepto y jugabilidad mucho más.
Juego RECOMENDABLE para todo aventurero que se precie, especialmente para los que saben disfrutar de un buen libro, una buena historia y, sobre todo, de una buena narrativa.
MANTENERSE BIEN LEJOS los que se niegan a tener experiencias nuevas, los que no se acercarían a un libro ni, aunque les fuera la vida en ello… y los malos personajes de novela.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por DO MY BEST