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LA REDENCIÓN DE LOS MALDITOS
Con este Redemption Reapers, distribuido por Binary Haze Interactive y desarrollado por el joven estudio independiente Adglobe, los creadores del estupendo y maravilloso Ender Lillies, dan un giro radical a lo mostrado en su opera prima y nos presentan de forma inesperada un juego de estrategia con un más que interesante combate táctico por turnos y ambientado en un siniestro mundo de fantasía medieval oscura.
Un título que hace gala de una buena puesta en escena, con una gran cantidad de cinemáticas, unos gráficos con un estilo visual muy atractivo, vistosas animaciones de combate y una sublime banda sonora. Una excelente presentación y un muy cuidado diseño artístico que no nos debería coger por sorpresa viendo lo que este pequeño estudio indie, afincado entre Canadá y Japón, ya fue capaz de hacer con su primer juego.
Pero todo no se puede sustentar en buenas intenciones y una atractiva puesta en escena, así que veamos si esta nueva propuesta del estudio, un juego de estrategia que atesora un sólido sistema de combate táctico, algunos leves toques de rol y una profunda narrativa, es capaz de triunfar y destacar en un género que viene dando muy buenos títulos los últimos años.
Paloma con paloma, halcón con halcón
En esta estratégica aventura adoptaremos el papel de la Compañía de los Halcones Grises, un grupo de mercenarios temido y odiado a parte iguales, conocidos por su gran destreza en el combate y por su despiadada crueldad. Más concretamente asumiremos el papel de cinco de sus componentes, cada uno con su propia historia y motivaciones, en el momento en el que una terrible amenaza está devorando todo el mundo conocido.
Los Mort, una terrible y aterradora raza de guerreros incansables que actúan coordinados como una mente colmena están invadiendo y aniquilando todos los reinos de los hombres sin piedad alguna y sin hacer prisioneros. Reino tras reino, todos van pereciendo y llega el momento en el que nuestros infames mercenarios, pese a intentar evitar el conflicto, se erigen prácticamente como la última defensa de la humanidad en un desesperado enfrentamiento que además se convertirá en un viaje hacia la propia redención de los protagonistas.
Y con esta premisa se nos presenta este Redemption Reapers, un juego de estrategia isométrico que se desarrolla totalmente de forma lineal, nada de mundos abiertos o poder elegir hacia dónde dirigir nuestros pasos, pero con un fuerte componente narrativo que nos va introduciendo en la trama, nos permite ir conociendo a nuestros cinco protagonistas y hacernos una idea de la ambientación general. En ese sentido el juego nos puede recordar mucho a Blackguard, de Daedalic Entertaiment, y su secuela, donde se apostaba también por un desarrollo totalmente lineal, con mucha narrativa y un protagonismo absoluto del combate táctico por turnos.
El mundo abierto y la posibilidad de tomar decisiones se sacrifica aquí en aras del combate táctico, de los turnos y de ir pasando por los muchos escenarios que componen la trama del juego. Unos escenarios más bien pequeños pero muy numerosos y variados, que como si de una partida de ajedrez se tratará, en sentido figurado, tendremos que pensar muy bien los movimientos y acciones de nuestros personajes para poder salir siempre victoriosos de cada situación.
Y aquí es donde se encuentra el alma de este Redemption Reapers y lo que además lo convierte en verdaderamente peculiar. Por un lado, los escenarios transcurren como ya se ha dicho como si fueran una partida de ajedrez. Desde el principio podremos comprobar hasta pueden mover de las unidades enemigas y calcular nuestros movimientos a conciencia. Saber cómo moverte y hasta donde, además de combinar adecuadamente la formación de combate que adoptan los personajes y como combinan estos sus habilidades personales son de lo más vital para poder avanzar en el juego.
Cada personaje tiene sus propias habilidades que pueden ir mejorando, así como su armamento, y es en la combinación de esas habilidades junto a la formación del combate en donde sin duda sobresale el título. La formación es fundamental porque gracias a ella el grupo se puede proteger entre ellos y combinar además sus ataques y contra ataques, lo que bien empleado los puede convertir en una auténtica «máquina de matar», mientras que si no se hace bien se incrementará en gran medida la dificultad de la aventura.
Una dificultad que, en algunas ocasiones, sobre todo en las misiones finales, puede ser bastante elevada y en donde se nos va a exigir medir perfectamente nuestros movimientos, ajustar nuestra formación de combate a la medida y saber el momento exacto en el que usar nuestras habilidades o recoger del escenario los objetos y tesoros que se ponen a nuestra disposición.
Sin duda un sistema de juego exigente pero también muy gratificante que seguro hará las delicias de los jugadores del género más veteranos y donde una y otra vez se pondrá a prueba nuestra capacidad táctica.
Sinceramente, una auténtica gozada.
Añadir que, una vez finalizado el juego se nos abrirá la oportunidad de volver a jugarlo de nuevo… en modo difícil, algo que puede convertir la experiencia en un verdadero reto, digno de los estrategas más curtidos y capaces. Todo un acierto.
Si bien lo realmente importante del juego, el combate por táctico por turnos por encima de la presentación y la trama, es realmente bueno y divertido me temo que título tiene algún que otro defecto digno de mención. El juego no tiene cámara y los escenarios no se pueden rotar lo que unido a que tampoco se puede hacer zoom ocasiona que en algunas situaciones no podamos medir bien nuestros movimientos y los del enemigo. Unas limitaciones técnicas notorias y llamativas, que no pasan de ser una leve molestia pero que no se entiende muy bien porque no lo han implementado en un juego de estas características.
Cierto también es que la trama e incluso la ambientación no dejan de ser un poco lo mismo de siempre, que no está mal pero tampoco sorprende, pero no hay que olvidar que la esencia real del juego es su combate táctico y que el resto solo está para embellecer y facilitar el producto final.
Mención especial para la banda sonora, que es realmente soberbia y toda una maravilla. De esas que incluso te descargas para disfrutar de ella cuando no estás jugando gracias a su gran calidad y variedad.
No es país para irredentos
En conclusión, un juego con una buena puesta en escena, agradable de ver y de jugar, limitado en algunos aspectos, pero sobre todo muy divertido y capaz de suponer un reto para más de uno.
MUY RECOMENDABLE para los aficionados al género de combate táctico por turnos con independencia de su sexo, filiación o pelaje, para los amantes de los retos y para los creen que la vida es como una partida de ajedrez en la que siempre nos toca jugar con las fichas negras.
RECOMENDABLE para el resto de jugadores en general, es un juego que sin ser un gran título merece realmente la pena.
ABSTENERSE los amantes de los mundos abiertos, los intolerantes de los retos y los que se agobian si la frustración los oprime.
Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Binary Haze Interactive