Los jugadores de TAILS OF IRON podrán experimentar una gloriosa historia de roedores completamente nueva en PS5, PS4, Xbox Series X | S, Xbox One y Nintendo Switch. La expansión gratuita, Bloody Whiskers, presenta una nueva línea de misiones posteriores al juego, dos modos de dificultad adicionales, cinco nuevos jefes, una selección de armaduras y armas especiales y un secreto que quizás sea mejor dejar en el olvido.
Conoce más sobre Bloody Whiskers
Con el tiránico Greenwart, ahora derrotado, en las vastas tierras del rey Redgi resuenan celebraciones. Pero el salvador recientemente coronado no es libre de descansar tranquilo en su trono todavía. Según lo decretado por una antigua tradición de las Ratas, el nuevo Rey debe demostrar su valía en Bloody Whiskers.
Únete a Redgi en su lucha para derrotar a los guerreros más letales de todo el país para reclamar la llave de la habitación del viejo Rey y descubrir el atroz secreto que acecha en su interior. Esto significa que los jugadores finalmente obtendrán acceso a la infame «puerta cerrada»; algo que ha generado mucha especulación e intriga dentro de la comunidad de jugadores.
El DLC «Bloody Whiskers» de Tails of Iron incluye:
- Descarga gratuita en todas las plataformas para los jugadores que ya poseen Tails of Iron.
- Ampliación de la cadena de misiones principal.
- Cinco nuevas dramáticas peleas contra jefes horripilantes.
- Cinco nuevos atuendos (incluye los diseños de Halloween disponibles anteriormente)
- Cinco nuevos diseños de armas (incluye los diseños de armas de Halloween disponibles anteriormente)
- Dos nuevas y hermosas salas para explorar, incluidas las misteriosas y previamente cerradas Cámaras del Rey.
- Dos nuevos modos de dificultad:
- «Bigotes sangrientos» – Modo difícil (no apto para personas con bigotes débiles)
- «Fairy Tail»: Modo fácil (para jugadores que quieran experimentar la historia sin peligro)
Periodista, escritora y curiosa. Detrás de cada afición y de cada hobby, siempre han estado presente los videojuegos en su vida. Comenzó conociendo los orígenes con una Atari 2600 y descubriendo la edad de oro del software español en un auténtico 8 bits con un Amstrad Cpc 464.