Skate Story es, para sorpresa de nadie, un juego de Skates. Y los videojuegos de Skates en general no tienen mucha narrativa. No puedo decir que sea yo su público objetivo, la verdad. Probablemente por ese mismo problema: repetir un loop en el que voy haciendo trucos en un campo no es mi rollo. Puedo probarlo y disfrutarlo un poco, el gamefeel de estos juegos siempre es bastante bueno.
Sin embargo no puedo decir que cada tarde piense en él hasta llegar y poder seguir (es que ni siquiera sé si se podría considera “seguir”). Sí que pienso en las aventuras de Sarene y Zale, o si Tidus llegará a Zanarkand con Yuna y Joel conseguirá proteger a Ellie. Cuestión de gustos, supongo.
No obstante Skate Story, pese a ser un juego de hacer skate, tiene una narrativa solvente y muy buena que te llevará desde un punto A a un punto B. A mí con eso me vale, y me interesa mucho cuando se le aplica narrativa a géneros que normalmente no la tienen.

Este título es la primera obra de Sam Eng en Steam, y ha tenido la suerte de grindear con su skate por la barandilla de Devolver Digital, una publisher dispuesta a aceptar riesgos e ideas poco comunes, perfecto para Skate Story. En este título encarnaremos al skater, un alma que vive en el infierno y que, un día, decide que quiere comerse la luna. Sí, tal como lo oyes. Se va a comer la luna. Para ello cogerá su skate y rodará, rodará más allá de las miradas y aquellos que se molestan solo porque no pueden soportar la libertad de ir sobre ruedas.
Contenido
Skate Story es psicodelia y lo-fi
El apartado artístico de Skate Story es sublime. No veremos realismo, y tampoco lo queremos. Veremos un filtro granulado tras el que se esconden unos gráficos 3D antiguos, más cercano al vaporwave, la superposición de fotografía y elementos tridimensionales. Esto genera espacios oníricos que permiten aportar un tono nihilista al título. No en vano nuestro primer interlocutor es el mismísimo Platón. A mí me ha tenido dentrísimo y creo que le queda muy bien al tono que tiene el título.

A nivel musical, en Skate Story podremos disfrutar de mucho lo-fi acompañado del rodar de las ruedas por el asfalto, del chisporroteo de la tabla y los ejes con la barandilla. Los temas acompañan muy bien a los momentos, a las carreras y a la cuenta atrás que a veces viviremos intentando llegar al siguiente portal. Como siempre: no sé tanto de música como me gustaría, pero sí puedo decir que esta queda muy bien y amplía las sensaciones que sentimos mientras jugamos.
Antonio Halcón patina mogollón y se come la luna
Estamos ante nada más y nada menos que un juego de skate. Un juego de skate en el que, además, han rebajado un poco el skate (aunque esto no lo hace menos placentero) para meterle a la narrativa. El scope es el scope y no se puede tener todo en la vida. No obstante, esta narrativa hace que el skate coja fuerza, adquiera importancia a niveles que no hemos visto y sirva como efecto especial, dándole una espectacularidad jamás pensada, llevándote a… la luna. Ni más ni menos.

A la hora de realizar trucos primero debemos desbloquearlos en un monolito o al llegar a ciertos momentos de la historia. Luego, en base a la velocidad a la que estemos rodando, veremos un círculo con una marca que tiene que llegar a una parte iluminada. Si soltamos el botón cuando la marca esté en la parte iluminada, entonces realizaremos el truco. Si no llegamos lo realizaremos igual aunque de forma algo menos certera. Esto, en realidad, es un acierto: en todo momento estamos en el flow, que solo se rompe al chocar. No en vano somos un alma de cristal, el precio a pagar por tener el skate, por poder probar la luna.
Los niveles en Skate Story son de dos tipos: los que son pasillos, pistas en las que tenemos que correr y correr esquivando obstáculos y llegando al siguiente portal; y por otro lado están los que son un pequeño nivel abierto en el que tendremos que resolver ciertos puzzles o tareas. Ambas se relacionan de forma fantástica generando un ritmo que navega entre la velocidad de las carreras y el momento de relajarte haciendo ollies y demás trucos.

Al realizar trucos o cumplir ciertas tareas recibiremos almas, que son la moneda del juego (no, no hay hogueras en este, guarda la espada). Con estas podremos comprar cosméticos para cambiar el color de las ruedas y personalizar la tabla de skate. También podemos conseguir algún que otro objeto más que necesitaremos, por sobre todo sirve para comprar cosméticos.
Skate Story tiene una narrativa muy buena
Skate Story rezuma diseño narrativo. No solo en su guion, sino en todo. Lo que busca hacerte sentir te llega al instante. La narrativa ambiental es tambien muy buena, dejándote ver pequeños detalles a cada momento. Eso sí, el guion… el guion es absolutamente excelso.
Esta historia está dividida en capítulos, dejando de forma muy marcada la separación entre ambos, no solo por el hecho de que cambiaremos de interlocutores (aunque uno siempre estará), sino porque cambiará un poco el estilo visual en cada uno de ellos, centrándose especialmente en los colores.

Por otro lado, Skate Story está narrado muy, muy bien. Tiene una narración en forma de cuento con frases cortas y contundentes que termina por atraparte. Ese tono de cuento es ideal para hablar de un chaval que quiere comerse a la luna, y no puedo evitar pensar en Jax y la luna, ese cuentecillo incluido en El Temor de un Hombre Sabio, de Patrick Rothfuss.
En definitiva: Si te gustan los juegos de skate probablemente vas a disfrutar mucho Skate Story. Si te gustan los juegos de Skate y los juegos con historia, este es definitivamente tu juego. Un título en el que volver a recordar (y siempre está bien hacerlo) la fuerza de ser uno mismo, de ser libre y de perseguir aquello que queremos conseguir.
¿Quieres otro walking simulator? Aquí tienes.
Este análisis se ha realizado en PC gracias a una clave proporcionada por Cosmocover.
Análisis Skate Story - ErreKGamer
✅ Lo Bueno: • Respeta mucho el game flow • Un apartado artístico interesantísimo • Se mueve genial ❌ Lo Malo: • A veces respetar tanto el game flow implica que no pasa nada por fallar
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