The Drifter es la aventura gráfica point and click desarrollada por Powerhoof, cuya demo salió en 2019 y por fin ha sido lanzado, con increíbles resultados. El juego se define a sí mismo como un thriller pulp, haciendo referencia al género literario policiaco y cuya mirada recuerda a títulos como Disco Elysium o Norco en algunas de sus propuestas, en el mejor de los sentidos.
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La muerte como mecánica
Si algo llama la atención desde el primer momento en The Drifter es, precisamente, la implementación de la muerte del protagonista, no solo como técnica narrativa, sino también como mecánica jugable. La historia comienza con Mick, un vagabundo que vuelve a su ciudad natal después de cinco años para asistir al funeral de su madre. Nada más llegar descubre que muchos sintecho están desapareciendo o perdiendo la cabeza, y dicho incidente parece estar vinculado a un asesino en serie. A los pocos minutos, el propio Mick se ve envuelto en un incidente donde encuentra su propia muerte, al menos sobre el papel.
He aquí donde la propuesta de The Drifter se aleja del point and click convencional, proponiendo secuencias contrarreloj en las que, después de un número de acciones por nuestra parte, moriremos. No obstante, el protagonista viaja atrás en el tiempo minutos antes de su muerte de forma inexplicable, lo que le permite (así como a nosotros como jugadores) usar esa experiencia para probar otras alternativas que nos den la solución al puzle propuesto y así sobrevivir.

En esencia, el apartado mecánico del juego es muy similar a las aventuras gráficas clásicas que todos recordamos. Durante nuestra aventura deberemos recoger distintos objetos que nos servirán para interactuar con otros personajes o ser combinados con otros ítems para desbloquear nuevos caminos y avanzar así en la historia.
Afortunadamente, el título se aleja de la moon logic que caracterizaba a los juegos más clásicos (refiriéndonos a puzles cuya solución era ilógica o ciertamente aleatoria, y que dependían más de un proceso de prueba y error que de la comprensión o deducción del jugador frente a la situación propuesta), y la resolución de los rompecabezas se siente realmente satisfactoria en todo momento.
Un acercamiento a la literatura
Si bien es cierto que The Drifter toma inspiración tanto de aventuras gráficas de los 90 como de títulos más modernos como Disco Elysium (recordando Mick mucho a Harry en cuanto a construcción de personaje) o Norco (cuyo prólogo y premisa es ciertamente similar), la mayor similitud se encuentra precisamente con la literatura pulp a la que el propio juego referencia en su sinopsis.
Esto se ilustra principalmente con Mick actuando, además de protagonista, como figura de narrador de la historia, relatando todas y cada una de sus acciones, así como imprimiendo sus pensamientos en los objetos interactuables del entorno, lo que permite obtener pistas de forma diegética. Por ejemplo, en una zona ya explorada, al pasar el cursor por la entrada a dicha área, aparecerá un mensaje de «La policía ya ha investigado a fondo este lugar, dudo que quede nada», guiando al jugador a la vez que nos permite introducirnos aún más en la cabeza del protagonista y entender mejor sus procesos mentales.

Además, esta narración está endulzada con un toque sarcástico y mordaz que a menudo nos arrancará una sonrisa por los comentarios de Mick respecto a las situaciones surrealistas en las que se acaba viendo envuelto. Esto, acompañado con un doblaje excelente, imprime gran personalidad al relato, sintiéndose a ratos que estamos encarnando a un policía corrupto de una novela ochentera, en lugar de a un «simple» vagabundo.
Reinventarse y morir
Si en algo destaca precisamente The Drifter es en lo valiente de su propuesta. Así como el juego comienza siendo un thriller policíaco, la elegancia y facilidad con la que implementa sus giros de guion y experimenta incluso con un cambio de género hacia la ciencia ficción (del cual el propio título es autoconsciente) es, sin lugar a dudas, digno de aplaudir.
Las posibilidades que ofrece el propio hecho de que Mick pueda evitar su muerte y las repercusiones de los viajes en el tiempo recuerdan, precisamente, a la literatura de Isaac Asimov y Philip K. Dick, centrando el discurso en el peligro del ser humano en posesión de un poder o tecnología superiores que corrompan su propio juicio. Los personajes y su moralidad destacan gratamente en esto, y la construcción de prácticamente todos es excelente, así como del mundo que les rodea.

No obstante, dentro de la ambición desmedida en cuanto a lo narrativo que posee el juego, su intento de abarcar demasiado le pasa factura durante el último tercio, complicando la trama más de lo que es capaz de desarrollar. De esta manera, siendo capaz de sorprendernos con su cambio de rumbo en los compases finales del juego, da la impresión de necesitar algo más de duración para exponer mejor su discurso y no sentirse, en ocasiones, apresurado en su resolución.
Conclusión
Como conclusión, The Drifter ha resultado ser un juego excelente pese a una propuesta realmente valiente y un soplo de aire fresco dentro de su propio género. El título apuesta todo a la fuerza de su propio guion, la narración y los diálogos, y es plenamente consciente de la calidad de los mismos.
Además, la implementación de la muerte, la locura o los viajes en el tiempo como mecánica y como punto central de la trama resultan en un relato más que interesante que hará que no queramos dejar de jugar. No obstante, su último tramo peca de ser demasiado ambicioso para lo poco que resta de juego, y acaba pasándole algo de factura, sin empañar todo lo que consigue durante el resto del juego.
Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por Strange Signals
Análisis: The Drifter

✅ Lo Bueno: • Propuesta innovadora • Narrativa excelente • Implementación del tiempo real en la aventura gráfica ❌ Lo Malo: • Final apresurado
8.5