Análisis: Cat Quest III

Cat Quest III, la tercera entrega de la saga de RPG de acción que tan buenas críticas ha cosechado entre los amantes del género desde su estreno el 8 de agosto de 2017, ya se encuentra disponible. El lanzamiento de este título se produce exactamente siete años después del estreno de la serie, ¿casualidad? En realidad no, ya que el 8 de agosto se celebra en Día Internacional del Gato y como todos bien sabéis, nos encontramos frente a una «gatoaventura» en la que conviven diferentes especies animales.

Navegando a mundo abierto

Una de las grandes novedades en Cat Quest III respecto a anteriores entregas es el cambio de ambientación. En esta ocasión, abandonamos los reinos medievales característicos de las dos primeras entregas y pasamos a adentrarnos en un mundo fantástico de temática pirata, el Gatibe, un archipiélago repleto de Pi-ratas, nuestros principales enemigos, que bajo la orden del Rey Pi-rata tratan de impedir nuestro objetivo, desentrañar los misterios de la Estrella del Norte.

Este cambio de ambientación da lugar a una de las principales novedades jugables de Cat Quest III. Por primera vez en la saga, podremos surcar libremente mares y ríos en busca de tesoros. Y por supuesto, podremos combatir en alta mar capitaneando nuestro propio barco.

El Gatibe es un mundo abierto auténtico, ya que desde un primer momento tenemos la oportunidad de navegar por sus mares y ríos con únicamente la limitación de acceso en aquellas zonas que requieran ser desbloqueadas previamente mediante llaves y/o la activación de algún mecanismo o dispositivo.

Esto quiere decir que no existe un único camino adecuado a la hora de explorar el mapeado del juego, aunque eso sí, esta libertad conlleva que debemos tener cuidado con las zonas e islas a las que tratamos de acceder. Dado que es común toparnos con enemigos con un nivel muy superior al nuestro, capaces de bajarnos toda la vida con un solo impacto.

El mundo abierto en Cat Quest III es comedido en tamaño, algo que es característico en la saga, para que os hagáis una idea podemos navegar de norte a sur o de oeste a este en menos de un minuto. Sin embargo, está repleto de enemigos, tareas a realizar, cuevas que harán las veces de las clásicas mazmorras y secretos por descubrir, de modo que ninguna zona del mapa se siente vacía.

El Gatibe, un archipiélago repleto de secretos

Ya hemos referencia a que el mundo de Cat Quest III no es enorme en cuanto a extensión, no obstante, está repleto de contenido. Durante la exploración del mundo nos encontraremos con multitud de enemigos, algunos de ellos secretos, tesoros ocultos y sencillos puzles repartidos por sus distintos y variados biomas.

En cuanto a la trama, obviamente no os voy a desvelar nada acerca de ella, solo os diré que se mantiene interesante sin alejarse excesivamente de los tópicos del género. Algo que sí que os puedo decir es que las misiones secundarias están bien llevadas, en las líneas de las dos entregas anteriores de la trilogía. De este modo, nos permiten explorar con mayor profundidad el mundo además de conocer nuevos personajes, eventos, enemigos y obtener valiosas recompensas y experiencia extra que nos facilitará en gran medida lograr el objetivo de nuestra misión principal.

Asimismo, algo que no puede faltar son los coleccionables. Por ello, en Cat Quest III nos encontramos con 162 cofres repartidos por el mundo, algunos más escondidos que otros. A estos se les suman aquellos situados en sus decenas de cuevas o mazmorras, siendo necesario localizarlos para que el juego nos dé la cueva o la zona en cuestión como completada.

Y sí, llegados a este punto y tras haber completado el juego en ErrekGamer podemos confirmar que el equipo desarrollador, The Gentlebros, estaba en lo cierto cuando afirmó que el mundo de Cat Quest III es el más detallado y variado de toda la saga hasta la fecha.

Apartado artístico

En relación con su apartado artístico y centrándonos en primer lugar con el apartado visual, Cat Quest III hace uso de una perspectiva 2,5D en la que sobresale la vibrante paleta de colores empleada y el diseño tanto de su mundo como de los distintos animales que habitan en él. De este modo, se aprecia en este apartado un salto cualitativo respecto a otras entregas de la saga, sobre todo en lo que respecta a la iluminación en interiores, tanto en los distintos edificios del juego como en cuevas o mazmorras.

Respecto a su apartado sonoro, la banda sonora está compuesta por 37 temas, lo que la convierte en la más grande de cualquier juego de la serie. Esto hace posible que cada región, mazmorra e interior tenga un tema musical exclusivo. El apartado musical unido a los efectos de sonido, facilitan que nos adentremos de lleno en nuestras aventuras por el Gatibe.

Asimismo, cabe señalar que aunque el juego carece de doblaje a ningún idioma, la interfaz está completamente localizada al castellano y a otros once idiomas.

Jugabilidad

Sin duda, Cat Quest III destaca en su faceta jugable. El título nos propone una acción directa y sencilla. Y es que no, no todos los juegos tienen que tener la dificultad de los souls, por ello no tardaremos en hacernos con los controles y en entender el sencillo sistema de combate en tiempo real.

Como todo buen juego de rol que se precie, a lo largo de nuestra aventura conseguiremos piezas de equipo que además de cambiar la estética de nuestro protagonista, también altera sus estadísticas. Igualmente, encontraremos distintas armas, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia (armas de fuego y varitas). Y por si todo esto fuera poco, también podremos aprender diferentes hechizos con los clásicos tiempos de enfriamiento o cooldowns.

¿Recordáis que anteriormente en el análisis se ha hecho mención a la importancia en Cat Quest III tienen los barcos? Sí lo habéis adivinado, también encontraremos mejoras para nuestra embarcación y es que a lo largo de nuestra aventura convertiremos nuestro humilde barco inicial en el terror de los mares. Bueno, igual no tanto, pero os podéis hacer una idea. Tanto las ranuras para equipar hechizos como mejoras a nuestro barco se irán desbloqueando conforme alcancemos determinados niveles.

La exploración resulta muy satisfactoria tanto en tierra como en agua. A cada paso se nos planteará un desafío en forma de misión, enemigos, pequeños puzles y si somos completistas, el simple hecho de querer encontrar todos los coleccionables de las distintas regiones del mapa nos mantendrá ocupados.

En relación con esto, las cuevas o mazmorras normalmente tardaremos unos minutos en completarlas y resultan divertidas y variadas. Incluso varias de ellas cambian la perspectiva a un desplazamiento lateral. Especialmente me ha gustado una de ellas por suponer un gran homenaje, no voy a decir más para no hacer spoiler pero estoy seguro de que cuando la encontréis sabréis perfectamente a cuál me estoy refiriendo.

En referencia a los enemigos especiales o jefes finales que nos encontramos a lo largo de Cat Quest III, emplearán diferentes patrones de ataque y algunos de ellos nos obligarán a plantearnos diferentes estrategias y/o variar nuestra build para tener éxito. Y hablando de enemigos, un aspecto que se podría haber mejorado es la poca variedad de enemigos comunes que nos encontramos por el Gatibe.

Cat Quest III resulta muy disfrutable tanto en solitario como en compañía a través de su cooperativo local. Para ello, bastará con seleccionar en el menú inicial el modo cooperativo o durante la partida aproximarse a un puesto de descanso en el que un simpático loro nos permitirá tanto guardar partida como que se una un segundo buscador o buscadora a la aventura.

Si os estáis preguntando sobre la dificultad de esta tercera entrega de la saga, Cat Quest III es un título asequible para todos los públicos. En la primera partida podemos escoger jugar en fácil o normal. En el modo normal, si llegamos a la parte final de la aventura sin haber subido lo suficiente de nivel, apreciaremos un aumento en la dificultad. Sin embargo, hay hechizos y builds que facilitan mucho las cosas.

En relación a la duración, Cat Quest III se sitúa en un rango similar al de las anteriores entregas de la serie, unas seis o siete horas si vamos directamente a completar la misión principal, tiempo que puede casi duplicarse si deseamos completar el juego al 100%. Y si os quedáis con ganas de más, tras acabar por primera vez la aventura se desbloqueará el modo Nueva Partida +, que permite comenzar una nueva partida conservando el nivel, el equipo y los hechizos conseguidos. Y como suele ser habitual, el nivel de los enemigos se incrementa considerablemente.

Conclusión

Cat Quest III se confirma como una excelente continuación de la saga. Encantará a los que ya disfrutaron de sus dos entregas anteriores y también a quienes busquen descubrir una sencilla, divertida y variada aventura en forma de RPG de acción de mundo abierto.

Tanto el apartado visual como el sonoro logran que nuestra exploración por el Gatibe resulte muy agradable. Asimismo, aunque el juego es completamente disfrutable en solitario, permite compartir toda la aventura o cualquier parte de la misma a través de su cooperativo local, lo que convierte a Cat Quest III en una pequeña joya para disfrutar con amistades y/o familiares.

En referencia a los aspectos mejorables, se puede destacar la ausencia de un modo cooperativo en línea y una escasa variedad de enemigos.

Cat Quest III, desarrollado por The Gentlebros y publicado por Kepler Interactive, se encuentra disponible en versión digital en Nintendo Switch, PlayStation 5, Playstation 4, Xbox Series X/S, Xbox One y PC. Además, de la mano de Meridiem está disponible la versión física para Nintendo Switch y Playstation 5. Y por último, si tenéis una Steam Deck estáis de enhorabuena, ya que el título cuenta con el verificado de compatibilidad.

Este análisis se ha realizado en Steam con una clave proporcionada por Cosmocover.