Pasa el tiempo y aunque parezca que fue ayer, el primer juego de una de las sagas de rol occidental más queridas y jugadas de la historia, The Elder Scroll, cumple ya 30 años con nosotros.
Concretamente quién esta de cumpleaños es The Elder Scroll: Arena, el juego que lo comenzó todo, «con un Tamriel creado proceduralmente para que puedas explorar todo libremente». Con una perspectiva en primera persona el título es uno de los primeros juegos de mundo abierto con ciclo de día y noche, y donde el jugador podía pasear por todo el Imperio haciendo lo que desease en cada momento y con una gran libertad de acción, sobre todo para le época.
Un juego enorme y prácticamente infinito gracias a la creación procedural pero además con una misión principal que se reparte entre varias ciudades y diecisiete mazmorras especiales. Y claro está, también una gran cantidad de misiones secundarias, uno de las marcas de la saga, que nos llevaran a su vez a otra gran cantidad de mazmorras y lugares que visitar.
De lo que no cabe duda es que estamos ante un juego de culto y muy importante en la historias de Bethesda, sus desarrolladores, un adelantado a su época y que en muchos sentidos estableció un nuevo estándar para los juegos de rol occidentales. The Elder Scroll: Arena solo empezó el camino que muchos aficionados al rol llevamos años transitando y disfrutando con esta grandiosa saga.
Para todos los interesados en general y los más nostálgicos en particular, decir que The Elder Scroll: Arena se puede adquirir de forma totalmente gratuita tanto en Steam como en GOG.
Una estupenda ocasión para encontrarnos, o volver, según sea el caso, a un clásico del pasado.