ANÁLISIS: BROKEN LINES : THE DEAD AND THE DRUNK

Zombies, tiros y mucho alcohol

PortaPlay y SuperGG.com nos traen este Broken Lines: The Dead and the Drunk, una expansión de contenido gratuito que amplia el juego original con una nueva campaña que promete algunas horas de más de acción y diversión.

Tanto en Broken Lines, como también en esta expansión, nos vamos a encontrar con un juego que mezcla de manera bastante interesante el combate táctico por turnos con una especie de tiempo real donde podremos comprobar como nuestras tropas aplican las ordenes que previamente les hemos dado. Ambientado en una segunda guerra mundial alternativa, en esta nueva expansión tendremos que enfrentarnos a unos misteriosos enemigos enmascarados y a una horda zombie que está despertando, una aventura a tres bandas donde tendremos que seguir las andaduras e infortunios de nuestro reducido grupo de soldados en su desesperada lucha por sobrevivir… y mantenerse sobrios por el camino.

Un juego de estrategia indie con un claro enfoque casual, algo sencillo y desenfadado, pero muy capaz de entretener al jugador e incluso dar alguna que otra sorpresa.

Broken Lines: The Dead and the Drunk

Nos vamos a la guerra y los muertos se levantan de sus tumbas

En efecto, en esta suerte de distopía ambientada en una segunda guerra mundial alternativa no solo tendremos que enfrentarnos a una facción de extraños enemigos humanos sino que sin previo aviso también nos enfrentaremos a una amenaza zombie a través de una expansión que nos permitirá tomar algunas decisiones a lo largo de la aventura, lo que, junto al respawn aleatorio de algunos enemigos, favorece una posible rejugabilidad de una expansión que de otro modo no es que dure demasiadas horas.

Con un estilo artístico tipo cómic se nos ira narrando una historia de lo más loca e improbable, donde un puñado de soldados tendrán que apañarselas para escapar de las lineas enemigas después de un aparatoso accidente aéreo. Lo de las hordas zombies y el excesivo consumo de alcohol vendrá después y da una clara idea de lo disparatado que puede llegar a ser el juego, apelando siempre al sentido del humor y a un tono de parodia a lo largo de todo el juego.

Un juego cuya principal característica es la curiosa mezcla que hace del combate por turnos de toda la vida, donde daremos las ordenes pertinentes a cada uno de nuestros soldados, con un tiempo real limitado donde podremos ver como todas nuestras ordenes, y las del enemigos, se aplican al mismo tiempo. Al principio puede parecer algo confuso pero en realidad es un sistema bastante sencillo, al fin y al cabo el tipo de ordenes que podremos dar a nuestras tropas es bastante limitado, pensado en dotar al título de una gran soltura y dinamismo.

Lo cierto es que el sistema funciona y se implementa muy bien con el tono ligero y desenfadado que destila todo el juego y posiblemente lo consiga por eso mismo, por la ligereza, en duración y contenido, de un título que se sabe reconocer como un título menor y claramente casualizado al que un sistema de juego simple y sencillo, claramente pensado para simplificar y dinamizar la experiencia de juego, le sienta bastante bien.

Lamentablemente el componente estratégico no es muy grande y el juego no tarda mucho en hacerse algo repetitivo. No hay mucha variedad de enemigos y situaciones por lo que a menudo nos veremos haciendo las mismas acciones para acabar con los mismos enemigos en unos mapas que tampoco es que aporten demasiado.

La expansión, además de la nueva campaña, trae también algunas novedades destacables, como una Inteligencia Artificial mejorada, nuevas configuraciones de dificultad o la aparición aleatoria de los enemigos en las misiones para que estas no sean siempre iguales. Mejoras discretas pero muy necesarias que sin duda mejoran la experiencia de juego y el título original.

Sin embargo es en el apartado artístico donde se nota más los medios limitados de este título indie. Con un estilo que recordará inevitablemente a los cómics de humor, se nos va a ir narrando la trama a base de pantalla estáticas sin animaciones, al igual que ocurre con las diversas interacciones entre los personajes, que se comunicarán entre ellos a base de murmullos y viñetas. Sin duda una presentación un tanto pobre que evidencia los orígenes humildes del juego y a la que tampoco ayuda el mapa en 3D en el que transcurre el juego y que se aprecia algo tosco, feo y limitado.

Broken Lines: The Dead and The Drunk

Lo que queda después del Apocalipsis

Como conclusión, estamos ante un juego y una expansión ciertamente menor, hecho con pocos medios y con un tono bastante ligero y desenfadado pero capaz al mismo tiempo de divertir y entretener a los jugadores menos exigentes.

Lo que le puede resultar más complicado es conseguir atraer la atención y satisfacer al jugador mas experimentado o a los especialistas del género porque es un título que se queda a medio camino de todo. En unos tiempos donde constantemente salen nuevos títulos de estrategia y combate táctico, sobresalir y destacar se hace cada vez más difícil y ya no basta con tener unos cuantos aciertos o una buena idea para lograr las mieles del éxito, aunque solo sea de forma relativa.

En definitiva, un juego menor que puede tener cierto interés para el jugador mas casual del género, o para los novatos, pero que para los jugadores más veteranos y experimentados se queda bastante corto y limitado. Un juego que claramente es mucho más de móvil que de PC.

Este título ha sido analizado en XBOX gracias a una clave ofrecida por PortaPlay y SuperGG.com

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