Increíble. Esa es la primera palabra que se me viene a la cabeza cuando pienso en Cult of the Lamb. No puedo estar más sorprendida desde que me puse en manos de unos corderos y comencé a crear mi propia secta sin tapujos y con grandes expectativas de ser una de las mejores, por supuesto. Puedo decir que este juego es una maravilla, pero también tengo que recalcar que puede no ser de gusto para todo el mundo e incentivar a su jugabilidad solo a una pequeña parte del público. Aún así, merece mucho la pena.

Desarrollado por Massive Monster y publicado por Devolver Digital, su presentación no pasó desapercibida gracias a su estilo roguelike de acción junto con características de gestión y farming. Tanto fue el interés que muchas personas han podido disfrutar de él y en apenas una semana ya llegaba a un millón de jugadores. La curiosidad que puede ofrecer este juego, ya no solo por su jugabilidad o su estilo visual, sino por su premisa tan característica, es lo que ha hecho que muchas personas como tú que ahora mismo está leyendo esto, le llame la atención.

Cult of the Lamb

Es momento de buscar un buen rebaño para tu secta

No pienses que es sencillo mantener una buena secta, al revés, tus seguidores van a tener decenas de necesidades y a ti como gran líder no te va a quedar otra que solucionárselo al instante, salvo que quieras que tu secta se vaya al garete. Ahora bien, Cult of the Lamb no te da todo desde el principio y marca muy bien las pautas de lo que quiere ofrecer en la aventura y que, de esta manera, tengas más ganas de jugar o de llegar lo más lejos posible.

Tu aventura comienza cuando la muerte te lleva hacia un altar de sacrificio y te mata como último en tu especie. Crees que tu vida ya ha acabado, pero no, te transportan a otro lugar donde te condenan a crear tu secta y eliminar a los cuatro jefes que hay detrás de cada portal. Como gran representante, tu objetivo es destruir todo el mal y plantarles cara y, para ello, deberás de construir un lugar con mucho poder, además de mejorar como cordero. Lo particular que tiene Cult of the Lamb es que, cada vez que vas avanzando más son las mecánicas, las misiones secundarias, los objetos… Y provoca que no sea repetitivo, sino que te hace esperar para conocer todo lo que está por llegar.

En otras palabras, llegas a un inframundo como un cordero inocente al que acaban de sacrificar y tienes que crear tu propia secta desde cero con la ayuda de ti mismo. No obstante, verás evolucionar todo bastante rápido y tus fieles adeptos estarán a tu lado casi en todo momento, incluso si haces algo que no está dentro de su aceptación. Para encontrarlos será dentro de tus pequeñas escapadas cuando veas criaturas del bosque a punto de ser sacrificadas y estarán deseando unirse a tu secta para que les salves la vida. Cuando llegas a la base debes de adoctrinarlas, eso significa que puedes cambiar su aspecto, pero no los rasgos que tengan por defecto y simplemente darles la mejor vida que se merecen porque ellos estarán dispuestos a dar su vida por ti.

Como en casa, en ningún sitio: prepara tu refugio

Desde mi punto de vista, tu refugio/campamento es lo más importante del juego. Esta jugabilidad otorga a Cult of the Lamb una función de no darte ni un segundo de aburrimiento y más cuando tus adeptos no paran de exigirte decenas de tareas. En este lugar tienes que tener en cuenta diferentes barras: el hambre, la doctrina y la enfermedad. Si la doctrina cae, alguno de tus adeptos puede convertirse en un traidor y comenzar a difundir mentiras sobre ti a otros seguidores, eso provocará que tu secta desaparezca y tú con ella. Para que esto no ocurra podrás encerrarle en la cárcel y seguir adoctrinándole. No obstante, también tienes tu propia capilla para dar sermones, hacer rituales o usar “la corona” que te otorga unas mejoras para tus siguientes aventuras.

Asimismo, todo lo que encuentres dentro de Cult of the Lamb es útil: hierba, flores, materiales, huesos… Todo está vinculado a la mecánica de construcción y de farming, esta última para poder crearte tu propio huerto y así poder cocinar ricas recetas a tus amigos. Conforme vas subiendo el nivel de tu campamento, este te permite construir aún más cosas y es importante que tengas en cuenta lugares como la enfermería, minerías para farmear recursos o incluso la letrina. Y sí, esto último es importante porque luego los adeptos hacen sus necesidades por todos lados y esto provocará que baje otra de las barras, la enfermedad. Si esto ocurre tienes dos opciones: o mandarles a reposar a la cama o sacrificarles, la primera es la más lógica, pero no siempre la más útil.

Más avanzado el juego llegará un momento que te permitirá leer la mente de tus adeptos, gracias a esto puedes adelantarte a lo que te vayan a pedir: subir la fe, darles de comer, construir determinado edificio o simplemente limpiar una caca que esté escondida. En resumen, las doctrinas que tus secuaces deben de adoptar se resumen en que la muerte no es el final, que siempre deberán de difundir tu ley, además de respetar los valores terrenales, tu bienestar y ser completamente fiel. Y no, los desarrolladores han logrado que todo esto no se sienta abrumador, sino todo lo contrario y créeme que al final es bastante divertido.

A por la aventura, pero como un roguelike

El campamento no deja de ser una distracción para lo que es la aventura real. Los mundos están interconectados dentro de Cult of the Lamb y, aunque parezcan al principio un poco complicados, con cada técnica y mejoras que vas adquiriendo dentro del refugio harán que se vayan adaptando a tu nivel. Las primeras run pueden durar unos pocos minutos, pero puedes llegar a estar dentro de una más de media hora. La cuestión es llegar hasta el jefe final, derrotarle y tras hacerlo 3 veces podrás ir a por el jefe final de dicha zona. Así hasta cuatro veces.

Con su mecánica roguelike de acción, es ir y volver al campamento con todos los recursos que hayas reunido. Por otro lado, también hay otras zonas a las que puedes viajar para pescar o jugar a un minijuego que consiste en apostar para conseguir cosas interesantes. Asimismo, puedes distraerte con lo que quieras, pero tienes que tener clara una cosa: diviértete en cada run y tómatelo con calma. Este tipo de juegos consiste en pensar todo lo que quieres para tu secta y cómo lo quieres conseguir. Los días van pasando y el ciclo de día y de noche puede ser importante si lo que realmente te merece la pena es adentrarte en una carrera por la victoria.

Junto a todo lo anterior, Cult of the Lamb no es difícil para nada y la complejidad que puede desprender es deliberadamente algo temporal. En realidad, crea un contraste muy sano y es posible que lo veas más como un juego natural y lineal, donde la incorporación de mecánicas es bastante cómoda. Al final todo consiste en pelear, salir y volver, todo el rato. De esta manera llegarás a admirar las oportunidades y todo el nivel que llega a tener Cult of the Lamb en una duración aproximada de 15 horas (si vas tranquilo).

Bello estilo artístico, dinámico, divertido y… ¿adorable?

Creo que nunca había visto un horror sobrenatural con tanta ternura. El estilo visual de Cult of the Lamb es único y a la vez muy bonito en todos sus aspectos. El ambiente, los objetos y todo lo que rodea al juego es un dibujo animado que sorprende y a la vez que sabe captar la atención del jugador, pero sobre todo lo hacen con las criaturas. Estas son hasta adorables cuando se enfadan y es una mezcla muy extraña entre lo que puede surgir del satanismo de una secta con el hecho de querer darles un achuchón.

Está muy bien detallado, diseñado y creo que se puede disfrutar bastante con todo lo que quiere ofrecer Cult of the Lamb, aunque para algunos puede ser abrumador. Y, para cerrar la ecuación tan interesante que han creado con este juego, es momento de mencionar la banda sonora que se adecua a cada sorpresa y en toda la aventura. No se hace pesada ni repetitiva, al revés, entretiene y te adentra más en este mundo tan “siniestro”.

Conclusión Cult of the Lamb

En conclusión, Cult of the Lamb es un gran ejemplo de roguelike de acción gracias a la combinación de todas sus mecánicas, ya que desprende una gran adicción. Desde mi punto de vista no tiene trabas en ninguna de sus vertientes, todas sus características están muy bien mezcladas e incluso logra adentrarte dentro de su historia. Es una joya que se atreverá a desafiarte e incluso llamará la atención de cualquiera por su estilo visual tan tierno, además de transmitir un mensaje que viene a decir: “no somos nadie cuando estamos solos y nos convertimos en esclavos de los demás como sucede con cualquier otro siervo”.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Devolver Digital.

Análisis: Cult of the Lamb
Buena combinación de los géneros roguelike y farmingDemasiado tiernoUna banda sonora adecuada Todas las mecánicas que va ofreciendo junto con el contenido adicionalUna duración perfecta y no se siente repetitivo
Sus detalles y estilo a veces es un poco abrumador
9.5Nota Final
Historia9.5
Jugabilidad10
Gráficos9