Kao está durmiendo… Aunque quizá ni él mismo lo sabe. Kaia, su hermana está siendo perseguida por una especie de sombra que acaba secuestrándola… Ahí despierta Kao y tras hablar con Walt, su mentor en artes marciales, empieza a explorar un territorio por el que le guía una visión de Kaia. En se territorio encuentra unos guantes de boxeo que antaño fueron de su padre. Se los enfunda, Walt le dice que están malditos, se produce una conversación entre los guantes y Kao y da comienzo una misión rescate (y también de averiguación).

Con este argumento tan sencillo como recurrente, comienza Kao the Kangaroo, un videojuego que pretende homenajear a los antiguos juegos de plataformas que tanto vimos en la época de los 32/64/128 bits. Juegos de saltos, de búsquedas de objetos coleccionables y de reunir los necesarios para poder seguir avanzando. Parece sencillo pero ¿merece la pena? Como escuché alguna vez decir a Super Mario en algún lugar, «Avanti, vamos a verlo».

Análisis de Kao the Kangaroo

Un mundo colorido gobernado por los elementos

El agua, el aire y el fuego estarán presentes según el lugar por donde vayamos realizando nuestro viaje. Y nuestros guantes formarán una especie de alianza con ellos para aumentar nuestro poder y nuestra fuerza. Los escenarios reflejarán el elemento gobernante de la zona, con fases llenas de fuego, de agua/hielo o viento. Y tendremos que lidiar con ellos y aprovechar su acción para ir abriéndonos camino en nuestra búsqueda de Kaia.

El viaje transcurre en escenario muy vistosos, llenos de detalle y secretos. La imagen que queda en la retina es hermosa. El apartado gráfico de Kao the Kangaroo está muy logrado con escenarios muy bonitos y unos personajes bien detallados y diseñados, y lo mismo puede decirse de los enemigos. Cuando te encuentras una especie nueva de enemigo hay una presentación simpática del mismo. Son detalles que nada aportan al desarrollo del juego pero le da un extra de vistosidad a la partida.

Las animaciones de Kao son suaves y el canguro se mueve por los escenarios con solvencia. Saltando de plataforma en plataforma, deslizándose por toboganes improvisados en el escenario o ayudándose de sus orejas para desplazarse por las lianas. También podrá rodar pulsando el botón o en el DualSense, y supongo que Switch será el botó A y el Xbox, el B para encontrar salas ocultas que suelen esconder los pozos eternos, alguna letra de las tres que conforman los coleccionables de cada nivel o cofres llenos de monedas que nos servirán para canjearlas en la tienda por contendores de vida y otros extras.

En resumida cuentas, puede decirse que Kao the Kangaroo es un juego muy bonito, con unos escenarios y un diseño que hará que recorrerlos sea una experiencia agradable para los ojos. No falta el esquema de este tipo de juegos, escenarios ardientes, áridos, frondosos, acuáticos y helados y todos tienen sus características propias. Han sido diseñado con esmero y se nota en el resultado final. Lo mismo puede decirse de los personajes, bien diseñados y con su carácter y personalidad propia. Kao the Kangaroo es una experiencia visual agradable que hará que disfrutes de este viaje en búsqueda de Kaia.

Un apartado sonoro simplemente correcto

El apartado sonoro me ha parecido el más flojo del conjunto del juego. No por ello es deficiente, simplemente, no brilla a la altura del resto. Las melodías me han parecido simplemente correctas en las ocasiones que he podido escucharlas. Entre tanto salto, escena y diálogo, no sobresale el sonido de la música. Los efectos de sonido como el eco de los golpes de los guantes sí está más logrado. Quizá la concentración que este tipo de juegos precisa hace que las melodías lleguen menos y repito, no son malas en absoluto, pero en ocasiones me pasaban desapercibidas

El apartado de las voces de los personajes sí están un poco más arriba, con una entonación correcta que da prsonalidad a los diálogos, sobresaliendo la madre de Kao en papel de mujer fuerte y sufrida que se ha echado a los hombros la responsabilidad de cuidar del poblado en ausencia de su hijo. Las escenas de diálogo y en partes de los niveles donde Walt nos da algún consejo, el sonido de las voces sí que llega y casi nos obliga a desviar la mirada hacia los subtítulos para no perdernos ese detalle de la historia.

Kao hace lo que le pides de forma ágil y fluida

Kao es uno de esos videojuegos que te hará retroceder algunos años y algunos sistemas. Te llevará a los tiempos de los 128 bits con un apartado técnico más sólido. Nuestro canguro obedecerá las órdenes que le demos desde el mando de una forma exacta. Y manejarlo es una delicia de movimientos, saltos, golpes y filigranas. Aquellos que vivimos esta era dorada de los plataformas en 32/64/128 bits y nos gustó la propuesta, vamos a disfrutar bastante del tiempo que nos durará Kao the Kangaroo.

La propuesta del juego es similar a aquellos títulos. Iremos superando niveles a los que podremos acceder por una suerte de portal que nos llevará al mundo en cuestión. Para ello, deberemos haber recolectado la cantidad de tokens necesarias para desbloquear el paso y llegar hasta el lugar donde conoceremos qué ha sucedido con Kaia y el padre de Kao.

Kao se defenderá a base de golpes que ganarán potencia gracias a los guantes. Haciendo combinaciones de botones los golpes cambiarán de altura y podremos alcanzar objetivos más elevados. No falta el típico salto y caída brusca con la que podremos activar plataformas, ni el salto doble con el que llegar a lugares que con el salto simple serían innacesibles. Tampoco falta el movimiento rodante con el que pasar por resquicios de puertas y muros y llegar a zonas ocultas.

Gracias a los guantes podremos absorber el poder elemental del mundo. Y será necesario para ir avanzando por la zona. Podremos romper telarañas y muros solo si nuestros guantes está imbuidos del poder elemental. Gracias a los boomerangs podremos alcanzar calaveras que hay que activar para seguir avanzando y en ocasiones nuestros guantes nos permitirán lanzar una cuerda que usaremos de liana para ir superando terrenos sin suelo. Kao es capaz de hacer todo lo que un héroe debe hacer. Y a fe que le resulta fácil y a nosotros divertido contemplarlo.

Con las habilidades en liza de nuestro canguro hemos de indicar que en este título la exploración resultará igual de importante que el combate El juego tiene una gran cantidad de coleccionables que te obligarán a explorar cada una de sus fases detenidamente para encontrarlos todos. Estos objetos son las tres letras que componen el nombre de Kao, unos pergaminos con información de los enemigos, los tokens que permiten abrir los mundos que debemos visitar y monedas y gemas que podremos canjear en las tiendas del juego.

Enocntrarlas todas no es una tarea de titanes, pero sí que te llevará algún tiempo extra, cosa de agradecer porque el modo historia puede durar entre 4 y 6 horas y con este extra la vida del juego se alarga un par de horas más. Una vez que se concluya, quedará poco que te invite a volver a Kao the Kangaroo, su postplay es inexistente y no habrá nada que descubrir una vez hayamos visto el final del juego. Solo quedará el incentivo de reunir todos los coleccionables.

Concluyendo a base de saltos

Kao es un juego que cumple lo que promete. Diversión simple y directa sin complicaciones. No pretende ser un coloso y no le hace falta para alcanzar la gloria. En cierta manera, Kao the Kangaroo es un viaje al pasado, a una época donde los juegos de plataformas gozaban de una salud excelente. y se presenta sabiendo recoger todo lo bueno de aquellas experiencias y sabiéndolas adaptar a nuestro tiempo.

Cierta libertad para elegir tu camino, la obligación de tener determinados objetos para poder seguir avanzando, objetos que se cambian por recompensas, un personaje carismático, ágil y encantador al que cogeremos cariño muy pronto y un control delicioso que nos permite hacer de todo con apenas cuatro botones es la apuesta y carta de presentación de Kao the Kangaroo.

El trabajo de Tate Multimedia es notable. Ha intentando traer al presente un videojuego que parecía haber caído en el pozo del olvido de los años 2000 pero que por aquel entonces gozó de cierta fama y admiración. Y no deja de ser una apuesta arriesgada ya que el género no está en su mejor momento. Sin embargo, el trabajo del estudio ha sido bueno, ha conseguido ofrecer un juego muy divertido que también es bonito de ver y cuando se acaba la sensación es buena…

Y corta, porque su duración es muy corta. Y aunque con el juego te haces al comienzo por la sencillez de manejo cuando llega el final se tiene la sensación de que ahora que empezaba lo bueno… Dependiendo de tu habilidad el tiempo que nos llevará completar Kao the Kangaroo irá de las 5 a las 8 horas. Más un par de ellas que podamos tardar en conseguir los coleccionables. En estos tiempos de prisas, donde el tiempo suele ser insuficiente, esto debería ser un punto positivo. Pero Kao the Kangaroo es tan entretenido que te quedas con ganas de más.

Plataformas, saltos, golpes, algún acertijo que otro y paisajes muy bonitos. Esta es la propuesta de Kao the Kangaroo y es completamente acertada. Trae al presente la magia del pasado y nos hace revivir juegos que, si hacemos un ejercicio de memoria, seguro que echamos de menos. Kao the Kangaroo es uno de esos juegos necesarios que puedes hacerte en una tarde, pero que recordarás por un período de tiempo mucho mayor.

Hemos realizado este análisis en PlayStation 5 con un código proporcionado por PressEngine.

Análisis: Kao the Kangaroo
Muy divertidoMuy bonito y vistosoEl carisma de sus personajes
Su apartado sonoro no llega al restoUna historia simpleDuración escasa
7Nota Final
GRÁFICOS7.5
SONIDO6
JUGABILIDAD8.5
HISTORIA6