¡Los videojuegos nos salvan! Son un complemento beneficioso para ayudar a combatir la ansiedad y repercuten en la salud mental de los jugadores. Es el resumen más breve que podría expresar sobre esta temática que compartiremos con vosotros a continuación. A menudo vemos en medios de comunicación que aún se sigue asociando videojuegos con violencia, aislamiento, con inmadurez o con cosas negativas de las que nos cansamos porque estigmatizan este hobby, no nos parecen justas, y lo cierto es que en los medios convencionales no solemos ver una cara buena sobre ello así como los efectos positivos que nos aporta simplemente un ratito de juego y de desconexión.
Ciertamente hay que hablar sobre el poderoso papel que tienen los videojuegos para distraernos de una realidad que no podemos soportar y se nos hace cuesta arriba más tiempo del que nos gustaría. Obviamente hablamos de los videojuegos cuando se trata de una escapada de la realidad controlada, y de lo que nos ayudan cuando necesitamos superar sufrimientos, dolor, tristeza, desazón, ansiedad o depresión, estados que muchas veces nos pueden llegar a impedir realizar una vida con cierta normalidad.
En estos estados, se pueden encontrar alternativas que ayudan a sentirnos mejor, a enfocar, a estimular, a experimentar y ejercitar la mente a través de sus historias y sus mecánicas. Los videojuegos ayudan mucho más de lo que se dice y merece la pena traerlo en el artículo de hoy para aumentar la conciencia sobre ello.
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Los videojuegos y sus emociones
Los videojuegos nos evocan emociones muy positivas como son la alegría y la felicidad, sólo hay que ver cuantos escenarios nos dejan maravillados, tramas con una conexión que necesitas seguir, pensar sobre ella, que te quedas boquiabierto de lo que tienes ante la pantalla, músicas que te influyen, te hacen feliz y las traes a la mente para darte ese gustito, personajes elaborados con un increíble carisma que los necesitas prácticamente en tu día a día por la sonrisa que te provocan y que eres tú quien se encarga de moverlos y de mejorarlos, así como hasta de personalizarlos.
Sinceramente sólo por eso, tengo muy claro que los videojuegos merecen todo el crecimiento que están teniendo en la industria del entretenimiento y del ocio.
Como sabemos, los videojuegos nos permiten transportarnos a una realidad diferente donde somos protagonistas activos de una historia y, el avance de la misma depende de nuestra implicación, ayudamos en el progreso de los personajes, podemos experimentar libremente a veces y practicar en el juego, y sin dejar de ser nosotros mismos y sin las presiones típicas de la vida cotidiana. Todo esto es muy gratificante a la par que nos hace sentir significantes, no tengo ninguna duda sobre ello, el tiempo vuelva cuando tenemos el mando en nuestras manos porque nos sentimos muy implicados con lo que tenemos que hacer, o muy cómodos, o muy relajados, ¡o muy felices! mientras estamos jugando.
Debemos tener en cuenta que la depresión o la ansiedad vienen acompañadas del auto sabotaje, esas malas jugadas que nos hace el cerebro y nos miente con pensamiento sobre que no valemos y que no lograremos nada. Pues bien, los videojuegos vienen a decirte que por supuesto que vales, por supuesto que puedes lograr mejorar y avanzar en una trama donde estoy segura vas a disfrutar y engancharte a ella, y eres tú quien consigue que progrese, además de que siempre puedes sentirte acompañado de otros jugadores que comparten lo mismo que tú y os ayudáis y compartir buenos momentos juntos.
Muchos títulos para sentirnos bien
¿A qué suena genial? Unido a este punto, hay que considerar que hay muchísimos tipos de títulos en el mercado y seguramente alguno se adapte a lo que te guste y puedas sacar partido del título. Porque claro, muchos me diréis que hay videojuegos que pueden frustrarte y ser contraproducentes, pero al final el abanico de posibilidades es amplio y estoy segura que por poco que sea, todo lo que logréis en un título os va a hacer sentir bien.
Muchas veces es como la vida misma, hay que parar, no pasa nada si hoy no lo consigues, mañana tampoco, quizá al siguiente lo veas diferente, y juegues con otra visión a la que tenías ayer que estabas más agobiado en el juego tras muchas horas esforzándote en ese “puñetero” boss que no caía ni con agua caliente, y puedes conseguir avanzar. Y no pasa nada, si necesitas practicar más, ayuda o unas guías o ver tutoriales, porque para eso están creadas, y hoy puedes necesitarlas y mañana tal vez menos porque ganarás habilidades que por otra parte, estoy segura te ayudan también en tu día a día, ya que todo el aprendizaje, suma en tu vida, y el pensamiento y la toma de decisiones están muy presentes en los videojuegos.
Además hay unas reglas en cada juego que nos orientan para poder seguir la trama y avanzar, hay unas directrices más o menos claras y fijadas en cada título que nos guían hacia donde dirigirnos aunque haya libre experimentación en algunos juegos, frente a ese estado de ánimo triste por el cual muchas veces no sabemos qué hacer para combatirlo, hay una ausencia, un bloqueo y pensamientos bucle autodestructivos de qué hacer con nosotros mismos para poder seguir adelante.
Mientras en los videojuegos hay unas pautas que orientan en cierto modo casi todo el tiempo hacia donde dirigirnos para continuar con nuestra historia, requieren nuestra acción, nuestra concentración, por lo que siempre vas a llegar a saber cómo continuar a poquito que te sumerjas en la trama, y no habrá tanto esa angustia de sentirse perdido en el vacío (y si pasa, ahí están las guías para ayudarnos) y no estás sólo, ya que a tu lado estás participando en la construcción de una trama que requiere tus pasos, tu acción a través de tus pulsos en las teclas.
Otra manera de entender los trastornos
Sin olvidar que en el camino, somos partícipes de la acción, de historias, interaccionamos y de esta manera nos sentimos útiles, porque el mundo nos necesita para salvar a los buenos de hordas de malos, por poner un ejemplo de temática, a la vez que aprendemos y mejoramos ciertas habilidades. Incluso hay títulos que, en sí, permiten entender mejor cómo funciona la depresión, la ansiedad, los duelos, y ayudarnos también a poner nombre a lo que ocurre en el cerebro humano cuando nos toca gestionar situaciones complicadas y, no sabemos cómo enfrentarnos a ello como es normal dado que no nacemos sabiendo estas cosas, y requieren aprendizaje o técnicas que ayuden en ello.
No daré nombres de títulos que versan sobre ello, porque podría ser spoiler de la temática de algún juego, pero seguramente alguna vez hayáis acabado un videojuego y habéis quedado impactados de lo que estaba sucediendo y habéis necesitado leer sobre ello, reflexionar e hilar la historia, darnos cuenta de lo que vivíamos, y entender al final lo que estaba pasando, lo cual ayuda a ordenar cada acontecimiento en el que total o parcialmente nos hemos sentido identificados.
Sin ir más lejos, la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda desarrolló un videojuego conocido como SPARX (por sus siglas en inglés: Smart, Positive, Active, Realistic, X-factor thoughts ), cuyo objetivo es proporcionar un alivio para la depresión.
El juego es una aventura gráfica que, a través de sus diferentes niveles, enseña técnicas de gestión de las emociones, reconocimiento personal y técnicas de terapia cognitivo-conductual. Ayudan al jugador a entender mejor lo que le ocurre y a gestionarlo adecuadamente.
Hay también estudios científicos que demuestran que los videojuegos podrían ayudar a tratar importantes problemas mentales, como la ansiedad y la depresión, como el Centro de Investigación de la Fundación Científica de Irlanda para el Departamento de Ciencias del Software, la Educación Física y el Deporte. Realizaron una investigación en la que descubrieron que los videojuegos son un gran complemento a las terapias tradicionales de salud mental, y que también beneficiaban la socialización, la cognición, la regulación de las emociones y la salud mental general de los jugadores.
Igualmente, tal y como mi compañera Yamiglen nos trajo en el artículo Videojuegos y terapia psicológica: la activación conductual, los videojuegos han sido foco de estudio para los psicólogos ya que han ayudado a muchísimas personas a combatir ansiedad, gracias a la activación conductual que se genera en el jugador y que alienta a las personas a volver a realizar actividades.
Los videojuegos pueden apelar funciones importantes
Los mismos videojuegos pueden facilitar la activación conductual ya que apelan a funciones importantes como la abstracción, el pensamiento, la inteligencia, el lenguaje, la toma de decisiones o el razonamiento. Estos elementos nos suenan que están presenten es videojuegos que probablemente nos están viniendo a la mente, ¿verdad? Por tanto, los videojuegos nos ayudan muchísimo a enfrentar la realidad gracias a la inmersión en un mundo donde estamos activos y podemos ejecutar habilidades que también son significantes en nuestra vida cotidiana.
Por supuesto, como decía al comienzo, los videojuegos son una ayuda muy valiosa cuando estamos en épocas difíciles, y animo a toda persona a que se sumerja en ellos si estás sin ganas o sin motivación personal porque creo que cada persona puede encontrar un título que le llame la atención. Si te sientes muy mal o necesitas ayuda, no dudes en acudir a terapia. Espero que si estás leyendo hasta aquí, te haya gustado el artículo y animo a que cada vez más personas comenten sin ser juzgadas lo bien que les hizo jugar a un título al que tengan cariño precisamente por acompañarle en alguna etapa de dolor que requeríamos compañía sin hacer ruido por no tener fuerzas, por no querer hacer cargar nuestro peso a nadie, y ahí estaban los videojuegos.
Muy interesante artículo Ana, me ha encantado. Además de lo que comentas, añado que también existen estudios de Psicología de la Memoria que hablan de la importancia y utilidad de los videojuegos en otras funciones psicológicas como la memoria, la inteligencia, el aprendizaje,… Es un mundo fascinante.
¡Muchas gracias por el artículo y enhorabuena! ¡¡Queremos más!!