The Last Blade: el arte samurái

Dos mundos existieron en la antigüedad… El mundo de los vivos, Ushyo, y la tierra de los muertos, Tokoyo. La Puerta del Infierno ha estado presente desde el nacimiento de los mitos para mantener un equilibrio universal.

Los juegos de lucha siempre tuvieron un lugar privilegiado en la época de los arcades, muchos se reunían alrededor de la máquina para demostrar sus habilidades y existieron títulos que, aún al día de hoy, siguen presentes. Pero no todo era Street Fighter o The King Of Fighters, había un abanico de títulos que luchaban (nunca mejor dicho) por tener ese puesto de honor en salas recreativas con diversas propuestas para destacar en la feroz competencia dentro de este género de juegos.

SNK destacó con varios títulos y The Last Blade nos recibe con el prólogo de una historia llena de simbolismos en el Japón de 1863. Llegó en diciembre de 1997 para la poderosa arcade NEO GEO MVS y luego a NEO GEO CD en enero de 1998. Se considera un sucesor espiritual de Samurai Shodown dado que es un juego de lucha donde los personajes empuñan armas, aunque más amigable para los jugadores. Acompáñame en este duelo samurái que, ciertamente, no fue popular en occidente pero que tiene todo para mantenerse por sí mismo.

1863… ahora es el Bakumatsu

La historia nos ubica en el Japón del siglo XIX. El shogunato Tokugawa sufre la decadencia samurái, las personas comienzan a encontrarse con extranjeros y empiezan a ver una vida fuera del aislamiento que tuvo el país por tantos años. Sin embargo, algo perturba el mundo, algo que va mucho más allá de las guerras. La Puerta del Infierno amenaza con abrirse y Shinosuke Kagami es el autor de este hecho.

Kaede es el personaje principal de esta lucha quien busca vengar la muerte de su maestro Gaisei a manos de Kagami; por otra parte, Moriya, otro discípulo de Gaisei, busca también la venganza pero no está en el mismo camino de Kaede por un terrible malentendido. Yuki no pudo impedir las disputas entre Kaede y Moriya, pero se aventura en la búsqueda de Kagami, descubriendo así su destino.

El resto de los personajes terminan envueltos en el conflicto que amenaza con abrir la Puerta del Infierno de una u otra manera. Están vinculados a esta cadena de lucha sobrenatural, es su destino luchar.

Es una simple pero épica historia que motiva lo suficiente para vivir, a través de los personajes que elijas, los hechos del mito de los Cuatro Dioses defensores de la Puerta del Infierno. Este argumento está lleno de referencias a la mitología japonesa, con especial énfasis en los Cuatro Símbolos.

SNK suele presentarnos historias más elaboradas que el promedio de juegos de este género y esta no es la excepción, aunque no es tan fantasiosa como en Samurai Shodown o The King Of Fighters, sino que pretende ser más seria y oscura.

Al filo de la espada

Adentrándonos en el sistema de combate, nos encontramos con un estilo mucho más refinado que lo visto en Samurai Shodown. Se utiliza el ya mas que conocido sistema de cuatro botones de SNK: A,B,C y D que corresponden al corte débil, corte fuerte, patada y repeler respectivamente. El botón de repeler es el más importante, usarlo en los tiempos adecuados puede darte la victoria indiscutible.  

Los movimientos pueden variar dependiendo de la notación que apliques. Por ejemplo, aplicando →B podrás ejecutar un Power Slash, un corte de espada lento pero con mucho más alcance que un simple corte fuerte. Otro ejemplo sería la notación →D, que te permite repeler ataques del rival en salto o especiales de pie.

Como buen juego de lucha que se precie, cuenta con Desperation Moves y Super Desperation Moves. El comando a ingresar para ejecutarlos varía entre los personajes y el segundo movimiento solo puedes aplicarlo cuando tienes tu barra de vida en un nivel crítico (lo sabrás cuando ésta comienza a parpadear).

Estas combinaciones le dan profundidad al sistema de combate pero son mucho mas amigables de entender y ejecutar que las de su hermano mayor Samurai Shodown. El hecho de presionar únicamente un botón para repeler los cortes normales débiles o fuertes da espacio para que, incluso un jugador sin experiencia en este tipo de juegos, pueda tener una oportunidad de contraatacar. Por supuesto, si quieres ser el maestro de la espada, hay que practicar los tiempos correctos para ejecutar a la perfección los comandos.

Para darle más sazón a la jugabilidad, este título cuenta con dos sistemas de combate: SPEED y POWER, el cual puedes definir al seleccionar a tu personaje y que veremos reflejado en la parte inferior de la pantalla en forma de una barra que se va llenando progresivamente al infligir daño al rival. Son dos modos de lucha perfectamente diferenciados, con sus ventajas y desventajas.

En la modalidad SPEED puedes ejecutar combos largos al encadenar múltiples movimientos. Para balancear esto, el daño recibido en cada golpe se reduce y, si el oponente se cubre, su barra de vida no se reducirá. No puedes ejecutar Super Desperation Moves. Esta modalidad es muy útil para personajes ligeros/de contacto que son bastante rápidos y que te permite exprimir al máximo los escasos segundos que tienes cuando es activado.

En contraposición, la modalidad POWER no permite hacer combos largos y el personaje se moverá más lento, pero es compensado con un incremento de daño en los cortes incluso si el oponente se está cubriendo, capacidad para cancelar ciertos ataques (Sublime Slash) y la posibilidad de ejecutar Desperation Moves y Super Desperation Moves. Esta modalidad es perfecta para personajes lentos pero con una gran capacidad de infligir daños.

Lo genial de todo este asunto es que un mismo personaje puede tener un rendimiento totalmente diferente dependiendo de la modalidad que escojas aunque, evidentemente, hay luchadores que tienen facilidades para una modalidad en concreto. Por ejemplo, Juzoh exhibirá toda su fuerza de forma magistral en el modo POWER, mientras que Zantetsu hará gala de sus rápidas artes ninjas en el modo SPEED.

Pero, en cualquier caso, tú como jugador puedes exprimir a tus personajes en cualquiera de las dos modalidades. Un motivo más para seguir jugando y pulir tus habilidades.

En las versiones caseras tendrás un modo de práctica para refinar tu combate y un modo supervivencia donde tendrás una serie de combates consecutivos que pondrán al límite tu resistencia.

Enfrenta tu destino

Tenemos un total de 14 luchadores para escoger: Kaede, Moriya Minakata, Akari Ichijou, Lee Rekka, Juzoh Kanzaki, Hyo Amano, Shingen Naoe, Shikyoh, Gembu no Onkina, Keiichiro Whashizuka, Yuki y Zantetsu. Musashi y Kagami son personajes ocultos que sólo puedes acceder a ellos a través de un código.

Es una plantilla escasa para la época. Sin ir más lejos, por compararlo con un juego de la misma empresa, The King of Fighters 97 tiene una plantilla de 29 luchadores sin contar jefes o peleadores ocultos. Aunque, siendo justos, los sprites de los personajes creados para The Last Blade son totalmente nuevos y todos los luchadores se manejan de formas distintas, presentando características tan diferenciadas que te invitar a jugar con todos y, seguramente, encontrarás al que mas se ajuste a tu estilo de combate. Tenemos personajes ligeros que dan pie a combos de más de cinco hits como Lee Rekka o Zantetsu, personajes que son toda una mole de pocos pero duros golpes como Juzoh o Shingen y personajes mixtos balanceados como Kaede o Washizuka.

Un lienzo en movimiento

Si tuviera que describir el apartado visual de The Last Blade en una frase, diría que es una obra de arte japonesa contemporánea hecha videojuego. Los escenarios son simplemente hermosos, con un gran nivel de detalle y con toda certeza puedo decirles que ningún juego de lucha en 2D de la época pudo superar tremendo nivel artístico, excepto The Last Blade 2 que salió un año después.

Ver las hojas secas caer en la entrada de la ciudad, pasando por los pétalos de flor de cerezo que caen al compás del viento o la nieve que se precipita te sumerge en ese ambiente que el juego te está narrando: Japón del siglo XIX. A través de los escenarios, el juego nos pone en contexto y complementa la historia mostrándonos ese intercambio cultural que vivía el país del Sol Naciente, así como el misticismo oriental que envuelve toda esta aventura.

Los movimientos de los personajes son, sencillamente, soberbios. Los sprites tienen un nivel de detalle excelente que no se ve mermado por el tamaño del personaje: ya sean tan grandes como Shingen o tan bajitos como Okina, la calidad no se pierde y el desempeño del juego no decae en ningún momento. Es un deleite ver como Kaede blande su espada o como Moriya hace gala de su rápido desenvaine de espada que corta hasta el aire.

Los combates son todo un espectáculo visual y no duda en mostrar que tan peligroso puede ser un duelo de espadas. Vemos sangre en pantalla y, dependiendo cómo rematemos a nuestro oponente (o nos rematen a nosotros, todo sea dicho), morirá. No tiene reparos en mostrarnos una escena donde el perdedor es mutilado. Aunque, como dato curioso, Akari es la única que no muere ya que su reemplazo, creado por los hechizos de papel animados que toman su forma, es quien recibe el remate. Esto sucede porque es una onmyoji y sirve de excusa para no mostrar el deceso de una niña… Mejor evitar problemas, ya saben como va esto de la censura con temas delicados.

Y para darle aún más mérito a todos estos detalles, la animación y la frase de victoria promulgada por el vencedor será distinta dependiendo si el oponente muere o no.

Al compás de la época

La atmósfera del Bakumatsu también se deja escuchar y en The Last Blade hay un par de cosas que destacar. La primera es que la banda sonora deja los toques 100% tradicionalistas japoneses para dar paso a una expresión que se mezcla con un toque romántico clásico del siglo XIX, evocando la aparición de la cultura occidental durante el Bakumatsu y la posterior restauración Meiji, además de mezclar sonidos naturales como el rugir del viento o el movimiento de los árboles de bambú.

Lo segundo a señalar de estas composiciones es que son inusuales en los juegos de lucha, es decir, no transmiten una sensación de adrenalina o de acción frenética como en otros exponentes del género, sino que te envuelve en un ambiente un tanto sombrío y melancólico; son agradables de escuchar, no molestan ni desconcentran pero, por otra parte, ninguna destaca en particular salvo el tema final de Kagami y el stage de Yuki.

Se entiende el motivo de esta decisión musical dado que pretenden mostrarnos una ambientación e historia más madura, pero es inevitable compararla con su hermano mayor Samurai Shodown y notar que falta «chispa», siendo que los combates en The Last Blade están cargados de tensión.

Por último, pero no menos importante, los efectos de sonido están muy bien hechos, basta con escuchar el encuentro del metal entre las espadas, el sonido tan diferente y característico de asestar una patada o el golpe de los personajes al chocar contra el borde del escenario para darnos cuenta de la calidad puesta en cada detalle del juego. Las voces se escuchan claramente y están en japonés, lo que potencia aún más esa ambientación clásica del país donde ocurren los hechos.

El arte samurái hecho videojuego

The Last Blade resultó ser un título de gran calidad, consiguió que un juego de lucha alcanzara un nivel artístico como nunca antes se había visto con un muy buen sistema de combate que puede ser tan simple de aprender y, a la vez, profundo de dominar pero sin dejar de ser emocionante de jugar. Es un título muy recomendable tanto para jugar solo o con tus amigos, tiene suficientes motivaciones que te impulsan a llegar hasta el final del arcade para conocer el destino de tus luchadores favoritos. Si quieres probar algo distinto en los juegos de lucha, este es el título ideal. ¿Estás dispuesto a luchar para encontrarte con tu destino ante la Puerta del Infierno?

¿Dónde puedes jugar The Last Blade?

• Neo Geo
• Neo Geo CD
• PlayStation, PlayStation 2, de PlayStation 3 en adelante a través de la PlayStation Store
• Consola Virtual de Nintendo Wii
• PC (Steam, GoG, Microsoft Store)
• Xbox One y Xbox Serie X (Xbox Games Store)
• Nintendo Switch (eShop)
• Neo Geo Mini