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EL ASCENSO Y CAÍDA DE LOS SEÑORES
Interesante y muy peculiar propuesta la que nos traen los chicos de Argonwood, un pequeño estudio independiente alemán que ha decidido sorprendernos con este Rising Lords, un juego de estrategia muy coqueto que además nos va a servir como carta de presentación de los desarrolladores.
Un juego de estrategia militar y medieval por turnos que introduce además algunos elementos de los juegos de cartas y los juegos de mesa. Un título que en apariencia puede parecer muy simple y orientado al público casual, pero que en realidad esconde muchas más cosas de lo que parece.
Ya sea en la campaña principal, con los retos en los escenarios independientes o jugando contra lo amigos, lo cierto es que este Rising Lords consigue atrapar con facilidad al jugador entre sus redes con su propuesta jugable y su puesta en escena.
Veamos que tal es el juego y que es lo que nos propone.
No es país para viejos
Estamos en Aubelin, un reino ficticio medieval donde después de muchos años de paz y prosperidad las cosas se empiezan a torcer, los señores feudales empiezan a desconfiar de sus vecinos y para colmo parece que se está gestando una revolución campesina que amenaza seriamente el orden establecido y acabar con todo el reino.
La campaña del juego comienza cuando el joven conde Tancredo tiene que restaurar la paz del reino y hacer frente a todas las amenazas que le irán surgiendo. Conflictos con los señores vecinos, revueltas religiosas, insurrecciones de campesinado, una historia y una trama que sin ser muy original tampoco desentona del todo y consigue que la campaña se muy animada y llevadera.
En el reino todo está revuelto, la guerra se expande por todas partes y definitivamente no es país para viejos.
Además de este modo campaña el juego tiene un modo de niveles independientes que consisten en ir pasando todo tipo de retos y situaciones, a veces con número de turnos determinado y con una dificultad creciente. Aparte, también tiene un modo multijugador de hasta cuatro jugadores enfrentados entre sí que promete ser muy interesante y fluido, además de alargar considerablemente la vida del juego.
Rising Lords, sangre, cartas y juegos de guerra
Rising Lords es un juego de estrategia que combina la gestión del reino con el combate táctico por turnos. A primera vista todo parece bien simple y sencillo, en sí mismo ninguno de los apartados parece muy complicado… pero nada más lejos de la realidad. Con unos mimbres sencillos y aparentemente fáciles de aprender y manejar, el juego se va complicando de manera considerable conforme vamos avanzando hasta el punto de que llega a convertirse en un auténtico reto.
El juego tiene dos fases claramente diferenciadas. La gestión del reino, donde debemos ir expandiendo nuestro reino al mismo tiempo que nos vamos anexionando los territorios colindantes y las batallas, donde entramos en un combate táctico que recuerda mucho a los juegos de tablero y donde nos valdremos de una baraja de cartas que nos van a servir para complementar las acciones en el campo de batalla.
En cuanto a cómo se desarrolla la trama, constantemente el juego nos va a dar la opción de ir tomando algunas decisiones, pero estas no siempre cambiaran el curso de los acontecimientos, tratándose más de recurso narrativo que de otra cosa.
La gestión es bastante sencilla, pero al mismo tiempo está muy bien implementada, así como el combate táctico, pero la dificultad del juego, bastante elevada, por cierto, radica en la necesidad de que el jugador tenga que hacer todo prácticamente perfecto en los pocos turnos que tiene de tiempo entre evento y evento. En efecto, el juego tiene una gran cantidad de eventos que según se van sucediendo van marcando el ritmo de la campaña y si no nos preparamos bien lo tendremos muy difícil en la próxima batalla que se avecina.
Básicamente la dificultad radica en una especie de ensayo y error hasta que que logremos dar con la tecla para optimizar la gestión del reino al máximo, casi hasta el último detalle, para poder afrontar la siguiente batalla con ciertas garantías. Sin duda una fórmula arriesgada y atrevida que en cierta medida juega con la paciencia del jugador, que se las tiene que ver y desear para dar con clave de los pasos adecuados que tiene que dar entre evento y evento.
Y es donde para algunos va a radicar el mayor atractivo del juego o quizás su mayor defecto. Un lobo disfrazado de cordero, con una aparente simpleza que lo acerca mucho a juego casual pero que exige acertar casi al milímetro con cada una de nuestras decisiones, un continuo ensayo y error que nos obligará a cargar partida de forma constante para buscar la combinación adecuada. Algo que, lamento decirlo, no termina de convencerme del todo y que, aunque no carece de cierta originalidad pienso que no deja de ser una manera un tanto artificial de aumentar la dificultad del juego.
El combate táctico es bien sencillo, pero algo limitado y repetitivo, donde se depende más de la cantidad y composición de las tropas que hemos conseguido reunir gracias a la buena o mala gestión del reino que hayamos hecho previamente que a otra cosa. El uso de cartas en las batallas tienen su importancia e interés, pero da la sensación de que podían haberse aprovechado mejor.
Por otro lado, hubiera sido deseable una mayor duración de la campaña principal o cuando menos que hubiera habido varias campañas diferentes donde elegir. No cabe duda de que más adelante pueden sacar nuevas campañas, pero parece ser que es un título más orientado a jugar escenarios sueltos y sobre todo al juego multijugador que a otra cosa.
Y sin embargo… y a pesar de todo, el juego es realmente encantador, tiene algo que lo hace realmente especial.
Para empezar el apartado gráfico del juego es realmente bonito, con ese marcado estilo barroco medieval y esas figuritas tan coquetas con las que vamos a jugar. Con una puesta en escena muy amena y agradable, que recuerda también a los juegos de tablero más tradicionales, estamos sin duda ante uno de los puntos fuertes de este Rising Lords.
La banda sonora en cambio es mucho más discreta y no llama tanto la atención. También es cierto que se echa de menos la inclusión de más efectos sonoros o incluso voces dobladas para los personajes o al menos una voz en off para narrar la historia le hubiera sentado de maravilla.
Conclusiones de un señor feudal que quiere ser rey para gobernarlos a todos
En definitiva, Rising Lords es un interesante y entretenido juego indie de estrategia que en apariencia puede parecer que está orientado para un público casual o novato dentro del género pero que su elevada dificultad puede llevar a engaño. El juego es más exigente de lo que parece.
La parte en la que se gestiona el reino es fundamental en el juego y está bien diseñada para que resulte ágil y fácil de manejar en principio, pero vital y fundamental en el progreso de los eventos y de la campaña. La parte del combate táctico en cambio deja bastante que desear porque se queda en una experiencia bastante sencilla y a la larga peca de poca profundidad, las cartas se podían haber aprovechado mejor y el éxito de cada batalla depende en realidad de lo mal o lo bien que lo hayamos hecho en la fase de gestión.
Juego RECOMENDADO sin reserva alguna para todos los aficionados a la estrategia, especialmente para los amantes de la ambientación medieval, para todos los que buscan una experiencia diferente y sobre todo para los que no tienen miedo a los nuevos retos.
ABSTENERSE los fanáticos de la alta estrategia, los que buscan juegos con campañas largas e interminables y los que no saben tolerar la frustración por la dificultad en los videojuegos.
Rising Lords está disponible para PC, XBOX series S/X y para Nintendo Switch.
Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Deck13
ANÁLISIS: RISING LORDS
✅ Lo Bueno:
• Propuesta novedosa e interesante • Supone un buen reto • Apartado gráfico muy atractivo❌ Lo Malo:
• Camapaña es demasiado corta • La dificultad puede ser un problema • Combate táctico muy básico7