Tras ocho años sin lanzar una nueva aventura gráfica, Animation Arts reaparece con Monolith. El estudio alemán, conocido por sus sagas Secret Files y Lost Horizon, se enfrenta esta vez al reto de ser su propio publisher y con una historia completamente nueva. En realidad creo que el proyecto llevaba años en marcha pero ya me entendéis.
El estudio fue, junto a Daedalic, el mayor exponente de la aventura gráfica made in Alemania de principos de los 2000, con sus juegos siendo un éxito de ventas que llegaron no solo a PC, también a Smartphones y consolas de Nintendo como Wii, DS o la misma Switch (el bundle de Animation Arts suele tener rebajas muy jugosas tanto en PC como en la híbrida, por cierto).
Si bien la calidad de estos títulos es un tanto irregular, por lo general han sido aventuras más que decentes. En ese sentido ¿Qué podemos esperar de Monolith?¿Nos encontramos ante un juego más de la compañía o algo más?¿Ese cambio a la autoedición ha afectado para bien o para mal? No voy a hacerme de rogar: Monolith es, en mi opinión, el mejor juego de Animation Arts y ahora voy a explicar las razones.
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Monolith: la historia de un naufragio espacial y psicológico
El punto de partida es tan interesante como arriesgado para una aventura de estas características. Tessa Carter, la protagonista, se despierta de su sueño criogénico tras un accidente que la deja atrapada en un planeta aparentemente desconocido y con su compañero desaparecido. La protagonista tendrá que enfrentarse a ese entorno desconocido y al hecho de no recordar muchas cosas, como no saber ni cual era la misión que estaba llevando a cabo.
La única compañía que tendremos durante la inmensa mayoría de la aventura es un pequeño dron que habla. Por suerte podremos comunicarnos con él y además tiene alguna función como escanear el entorno que nos será muy útil durante el transcurso de la aventura. Entonces ¿Por qué digo que es un punto de partida arriesgado?
La ausencia de personajes secundarios y diálogos puede echar atrás a más de una persona, yo mismo tenía cierto escepticismo, no lo puedo negar. Escepticismo que desapareció por completo a las pocas horas de juego. Monolith soluciona esto de maneras poco originales pero efectivas; con unos diálogos bien escritos entre la prota y el pequeño robot o la típica narrativa ambiental a través de diarios, documentos o hasta hologramas que nos ayudan a poner contexto a la situación.
El viaje es tanto externo como interno, el misterio sobre la memoria de Tessa y la razón por la que ha llegado ahí se dosifica lo bastante bien como para tenernos interesados hasta el final y la protagonista tiene carisma sin dejar de ser una persona con la que podemos empatizar. Aunque la resolución del misterio y el final no serán del gusto de todo el mundo creo que el viaje en si ya merece la pena.
El diseño clásico de aventuras, cuando se hace bien, funciona
En cuanto a las mecánicas Monolith tampoco inventa nada, nos encontramos ante la típica aventura gráfica con sus puzzles contextuales; exploración de escenario, uso de objetos, deducción lógica… en una interfaz clásica de point and click. Si una palabra me viene a la mente para describirlo es solidez. Se notan los años de experiencia y aprendizaje de los mecanismos del género.
Tenemos una estructura que empieza lineal y con puzzles sencillos pero que se va abriendo cada vez más a retos más complejos y con algunos puzzles en paralelo, que nos permiten avanzar por otro lado mitigando la posible frustración. No estamos ante un diseño tan complejo como algunos exponentes clásicos del género pero bastante más que muchas aventuras que salen hoy en día.
En este sentido resaltar que Monolith tiene aglún que otro puzzle especialmente inspirado, con planteamientos originales, bien integrados y de una mínima complejidad. También hay alguno que se puede hacer un poco pesado, con cierta sensación de repetición, principalmente en el cuarto día. Pero en conjunto se siente, como ya he dicho, muy sólido y bien diseñado.
Adaptarse o morir
No pueden faltar esas pequeñas cesiones o adaptaciones para intentar adaptarlo a sensibilidades más actuales. Para empezar tenemos algunos puzzles no diégeticos y minijuegos que detienen la trama pero con el buen criterio de hacerlos opcionales. También tenemos la típica tecla para resaltar los puntos interactivos que vuelve a ser bastante innecesaria, solo recuerdo un objeto en toda la aventura que realmente estaba demasiado escondido en el escenario.
Por último, en una decisión inesperada, en Monolith puedes pausar en cualquier momento y acceder a la guia del juego desde el menú. Es la primera vez que veo a un juego incluir su propia solución completa. No sé muy bien que pensar de esta decisión. Otros juegos modernos como Return to Monkey Island contienen un libro de pistas pero esto es ya otro nivel. Por lo menos evitan que la gente, ante un bloqueo, tenga que salir del juego y buscar en internet.
¿Qué es indie? Esto es indie
Se nota que Monolith es un juego con presupuesto ajustado. Los escenarios lucen bien y se han cuidado en extremo las animaciones de la protagonista, aprovechando los pocos personajes que aparecen para centrarse en ella. Las cinemáticas con gráficos prerenderizados, en cambio, se resienten mucho de unos modelos y animaciones que buscan el realismo pero resultan poco naturales, entrando en el llamado valle inquietante.
También presenciamos muchos fundidos a negro para evitar ciertas animaciones que hubieran sido complejas pero esos momentos están bien escogidos y son elipsis que funcionan bien a nivel narrativo. A nivel de audio, si bien la banda sonora no resulta remarcable, el doblaje es muy bueno (por lo menos en inglés, no he escuchado las voces en alemán). Delaney Gilmour tienen que llevar prácticamente sola todo el peso de la historia y hace un gran trabajo.
Es una lástima que el limitado presupuesto de Monolith y la ausencia de un publisher potente nos prive de una traducción al castellano. No es que necesitemos un gran nivel de inglés para poder progresar pero la cantidad de texto, como es normal en el género, es abundante.
En conclusión
Al principio del artículo me preguntaba si el paso a la autopublicación le había sentado bien a Monolith. No sé si será por la mayor libertad creativa o por la madurez del estudio pero nos encontramos ante el mejor juego del estudio y una de las aventuras del año. Un juego sólido en todos sus aspectos, una obra de madurez que no necesita reinventar el género ni pretende epatar al jugador con gimmicks o una pretensión desmedida ¿El precio a pagar? La falta de localización a nuestro idioma y unas cinemáticas un poco cutres.
Monolith está disponilbe en Steam y GOG.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Animation Arts