Nos hemos puesto en la piel de un gato, un zorro o incluso un pájaro, pero ¿y en la de un ajolote? Creo que era complicado de imaginar hasta que ha ocurrido. AK Xolotl te da la oportunidad de ponerte en manos de un ajolote que va equipado con un arma y está dispuesto a liarse a tiros para salvar a su familia. Este juego es un roguelike de acción con detalles muy característicos de este tipo de género, además de atraer la atención con su desarrollo tan genuino en pixel art y con un paisaje lleno de caminos aleatorios que puedes escoger.
Desarrollado por el estudio barcelonés 2Awesome Studio, AK Xolotl aprovecha al máximo toda la trama para adentrarte en un mundo lleno de ajolotes, trampas mortales, cangrejos giratorios y habitantes enfadados en cada área a la que pretendes pasar. Si buscas una mezcla sólida de acción y roguelike con algo de dificultad, este juego te despertará más aún las ganas. La experiencia que he vivido es la de estar atrapada y finalmente logra llevarte por un mundo frenético con la misión de salvar a tus bebés ajolotes.
Contenido
Una narrativa que se siente vacía
Voy a ser sincera, el género roguelike no se caracteriza por tener una narrativa inmersiva o contundente, sino todo lo contrario, son premisas planas, simples y que van al grano. AK Xolotl es igual, te lleva a jugar como un ajolote descontento y triste que se abre camino por hordas de enemigos mientras lleva un fúsil y se pone a dar disparos con munición ilimitada. La misión principal es llegar a encontrar todos los bebés desaparecidos, además de que tu hogar se convierta en una zona segura y cómoda. La limitación de historia y la corta narrativa provoca que el enfoque esté totalmente centrado en la jugabilidad y eso puede ser un problema siendo un género tan concurrido.
A su vez, AK Xolotl te mete en su mundo con una perspectiva isométrica con batallas muy rápidas donde cada run será completamente diferente a la anterior, aunque al final todo se vuelve muy familiar. Cuando mueres regresas a tu hogar donde puedes canjear aquellas monedas que hayas recolectado, además de cuidar y alimentar a tus propias crías para que crezcan y se conviertan en personajes jugables con sus propias habilidades. Solo siendo mayores tendrás la posibilidad de intercambiar personajes y jugar los niveles con ellos.
Buena combinación de mecánicas
Lo que mayormente caracteriza a los roguelike es su frenética jugabilidad, la cual siempre vas a estar batallando una y otra vez por diferentes runs que cambian muy poco, pero que intentan darte una experiencia diferente. Es cierto que AK Xolotl te atrapa al instante y sus aventuras logran acercarte al final del juego con mucha rapidez, aunque en ocasiones la dificultad era un poco «injusta». Asimismo, entrar con un ajolote con un fusil en mano y empezar a disparar como loca, es bastante divertido, pero también es importante que evites los ataques de enemigos (te basta con aprenderte los patrones).
AK Xolotl tiene una progresividad, ya que conforme avanzas en los niveles también te enfrentas a enemigos más duros. Sus habilidades también van cambiando: explosivos, batallas cuerpo a cuerpo o esquivando proyectiles de larga distancia. La cuestión es que puedes ir equipado hasta con dos armas, lo que te da la posibilidad de ir convirtiendo el viaje en una experiencia que puede ir más allá en tu acción. Cuando acabas con todos los enemigos de una zona se abren varias puertas (o solo una) para que elijas el camino que más te apetezca continuar. Previamente te aparece una marca en el suelo que te orienta de tu recompensa: dinero, comida, armas, potenciadores…etc.
Las áreas se crean de manera procedural, pero tampoco hay muchas sorpresas, a parte de los peligros que ya has conocido anteriormente. Al principio, cuando tomas el retorno de regresar a tu zona central, se irán desbloqueando pequeñas tiendas para canjear todo el dinero o mejorar lo que ya tienes, muy característico de un roguelite. Sin embargo, las zonas de AK Xolotl son un poco limitadas y los campos de batallas se conocen rápidamente y la peculiaridad del personaje podría haber sido más aprovechada. No obstante, el resultado de sumergirte horas en este roguelike puede darte la vivencia de probar muchas combinaciones de armas y potenciadores y, de esta forma, terminar el juego.
Un mundo repleto de ajolotes pixelados
Si te pones a pensar en el estilo visual de AK Xolotl, vas a poder apreciar unos gráficos retro con un pixel art muy cuco que es muy común en algunos juegos independientes. El propio personaje principal tiene animaciones únicas, además de incorporarse más personalidad. Sin embargo, eso mismo no ocurre con los enemigos comunes. La paleta de colores es brillante y capaz de atraerte, además de que su interfaz es bastante fácil de interpretar.
A su vez, la banda sonora es un complemento más del juego, es buena, pero podría ir acompañada también de efectos de sonido para dar más vida a cada personaje.
Conclusión de AK Xolotl
En conclusión, AK Xolotl es único gracias a su protagonista, un ajolote, y te lleva por una senda de runs frenéticas, llenas de disparos y con enemigos que andan muy cabreados. Sin embargo, a pesar de que la mecánica es buena y la idea también, se ha echado en falta más diversidad de armas, más narrativa y un campo de batalla más variado. No obstante, AK Xolotl adopta muy bien el género roguelike con una mecánica buena de combate, una peculiar manera de progresar en tu partida y ofreciendo algunas misiones secundarias. Si estás cansado de juegos de gatos (que no es mi caso) y quieres ser un anfibio vengador, este juego te atrapará durante horas sin que te des cuenta.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por 2Awesome Studio