No han pasado ni cuatro años desde el lanzamiento del primer título de esta historia, para que Respawn Entertainment nos vuelva a regalar una nueva aventura galáctica de Cal Kestis, destacándose este Star Wars Jedi: Survivor por ser una magnífica evolución de lo mostrado en su precuela.
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Starwar’s Souls
Muchos fueron los extraños al universo Star Wars que quedaron prendidos de Fallen Order, gracias a una jugabilidad basada en un combate que destacó en mezclar algo ajeno a la franquicia con un gran valor entre la comunidad de jugadores, como es un marcado estilo soulslike, con algo muy icónico de la saga como son los sables láser y el uso de la fuerza.
Técnicamente, el uso de estos sables láser es perfecto, ya que sus movimientos y efectos de sonido e iluminación te hacen sentir que manejas una de estas míticas espadas; así como el uso de la fuerza está integrado de forma perfecta, siguiendo un patrón de habilidades y aprendizaje que favorecen que en ningún momento su uso se sienta desbalanceado y provoque que el avance sea un paseo.
Esta semilla que se plantó, Star Wars Jedi: Survivor la recoge y expande exponencialmente, creando un combate con inmensas posibilidades. La principal evolución la marca el hecho de que Cal dispondrá de varias posturas de ataque diferenciadas en las armas que usa, yendo estas desde la típica espada simple o el mítico sable doble de Darth Maul, a poder disparar un bláster o utilizar el sable de luz en cruz, haciendo este último las delicias de los usuarios a los que nos pirran las armas pesadas y los ataques cargados. Puedes llevar equipadas hasta dos posturas a la vez, hecho que nos permite enfocar las batallas de formas muy distintas.
La fuerza sigue jugando un papel clave, siendo un gusto usarla para arrojar enemigos al vacío o controlar la mente de estos y que se conviertan en aliados; aunque «freno», la habilidad más útil de Fallen Order, ha cambiado en su forma de uso, lo cual la ha nerfeado en mi opinión, afectando a la manera de enfocar los combates (no de manera negativa). La variedad de enemigos sigue siendo alta y, al estar divididos en diferentes bandos (imperiales, piratas y criaturas), no te cansas en ningún momento de patear siempre a los mismos oponentes.
El juego cuenta con diferentes niveles de dificultad para adaptarse a cualquier exigencia, siendo la máxima dificultad una delicia para los amantes de los retos; sobre todo a la hora de enfrentarte a los «enemigos legendarios», que cuentan con un rango, daño y cadencia de movimientos que te hará maldecir en todas las lenguas existentes en la galaxia.
¿Qué ha sido de ti, Cal Kestis?
Numerosos fueron los fanáticos de Star Wars que agradecieron la frescura de una historia y personajes completamente originales, cuyo hilo conductor marca su propio ritmo y no necesita estar directamente relacionado con los grandes iconos de la franquicia; los cuales en más de una ocasión se han visto sobreexplotados para dotar a productos de menor nivel de un gancho efectivo en los consumidores.
Esta frescura facilitó que Cal Kestis y los demás personajes de este título entrasen con buen pie en el corazón de muchos jugadores. Star Wars Jedi: Survivor se desarrolla unos cinco años después de su precuela, presentando el mismo contexto, una galaxia dominada por el Imperio; cuyo esfuerzo militar está centrado en perseguir y reducir a cenizas cualquier atisbo de la Orden Jedi o de cualquier otro comando de resistencia al régimen imperial.
A pesar de que este contexto no ha cambiado en absoluto, estos cinco años se aprecian una barbaridad en nuestro protagonista desde el minuto uno. El juego nos presenta a un Cal que se ha pasado los últimos tiempos de escaramuza en escaramuza para desbaratar los planes imperialistas, mostrándonos a un tipo desafiante y que busca a sus enemigos, muy alejado de aquel chico reservado que vivía huyendo del imperio y había dado la espalda a la fuerza.
Este Cal más abierto en sus pretensiones facilita las relaciones con los demás, provocando que durante la aventura conozcamos a una considerable mayor cantidad de personajes interesantes que durante Fallen Order, creando un halo narrativo alrededor de la historia principal bastante más rico.
Así como también se favorece la interacción con sus antiguos compañeros, encontrándonos con relaciones más maduras entre ellos, sobre todo con Merrin y Cere. Cada uno de estos personajes ha seguido su camino, siendo agradable sentir que no son simples comadres cuya aparición depende enteramente de lo que le ocurra al protagonista.
No podemos terminar de hablar sobre los personajes sin mencionar que BD-1 sigue siendo el compañero ideal para esta aventura, siendo tan adorable como sutil su presencia. Finalmente, si tengo que poner un pero en el apartado narrativo, es que no he encontrado un villano con el carisma de Trilla Suduri, la primera antagonista de Cal.
Un mundo ideal
El diseño de escenarios es muy amplio, dependiendo la exploración de los mismos de las habilidades de Cal. Al contrario que en la precuela, contamos con un gran número de estas desde el inicio que permiten una constante exploración, agradeciéndose esta menor sensación de linealidad en el recorrido temprano del juego. Aún así, el juego goza de un importante contenido en forma de backtracking, que se irá desbloqueando conforme aprendamos nuevas técnicas y aumentará considerablemente la duración del título, que en mi caso, con una media de 80% de exploración y máxima dificultad, se ha ido a unas 50 horas.
A pesar de que se echa de menos algún planeta o localización más donde se desarrolle la acción, el diseño artístico de los presentes es muy bueno. Como ejemplo, Koboh es magnífico, contando con una gran cantidad de ecosistemas diferentes que disminuirán la sensación de pasar demasiado tiempo en un mismo planeta. Los detalles están muy buen cuidados, tanto en escenarios interiores como exteriores, algo que te dará numerosos momentos para sacar provecho al modo foto o simplemente quedarte parado disfrutando del cariño puesto por los desarrolladores.
La banda sonora se mantiene sutil, salvo en combate, donde al igual que en el caso de los efectos de sonido, es en batalla cuando muestran todo su potencial creando una experiencia muy satisfactoria. También se ha crecido en anexos de menor importancia, añadiendo minijuegos, desafíos y aumentando los tipos de accesorios, aunque la mayoría de estos últimos siguen teniendo únicamente una función estética. El progreso del personaje es similar, contándose con un árbol de habilidades donde no sólo podrás mejorar los atributos de Cal y su conexión con la fuerza, si no también aprender nuevas habilidades para cada una de las diferentes posturas de combate.
La fuerza siempre tiene un lado oscuro
El gran punto negro de este juego ha sido su cuestionable rendimiento técnico de lanzamiento, curiosamente como su precuela. En la versión analizada para este artículo (PlayStation5, en modo rendimiento), el fallo más molesto fue la inestabilidad de imágenes por segundo. Por suerte, esto aparecía al explorar y sólo en ciertas zonas, habiendo disfrutado de un combate sin fallos.
Además, encontré algún bug que o bien te sacaba directamente del juego por provocar un error de sistema, o te hacía salirte de la partida puesto que no te permitía avanzar. En ningún caso me hizo perder demasiado progreso, ni considero que estos fallos arruinasen mi experiencia de juego; aunque por la información intercambiada con otros jugadores, mi partida ha debido ser de las menos afectadas por este hecho.
En conclusión, Star Wars Jedi: Survivor es un juego de paso obligatorio para cualquier jugador que disfrute de los juegos de acción y aventuras o del universo de Star Wars. Es increíble como esta secuela ha tomado como punto de partida todo lo bueno que tenía su título predecesor, mejorándolo y consiguiendo una evolución de la que se sentiría orgulloso hasta el mismísimo Charles Darwin.
Abraza tu oscuridad, Jedi.