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HIJOS DE UN CULTO RENACIDO
Es una gran alegría que hoy en día nos podamos encontrar con un título como este CULTIC que nos trae la veterana editora 3D Realms, toda una maravilla de juego, un estupendo shooter pixelado que rinde claro homenaje a los clásicos del género y muy especialmente al primer e idolatrado Blood.
En los tiempos que corren, con una industria indie y digital cada vez más importante, capaz de mezclar con gran facilidad lo nuevo con lo viejo y la innovación con la nostalgia, están saliendo al mercado muchos juegos interesantes de acción y disparos en primera persona que están revitalizando el género, uno de los más clásicos queridos por el jugador de PC, a base de volver a sus orígenes, pixelacos incluidos, al mismo tiempo que se intenta introducir algún elemento nuevo y diferenciador que sea capaz no solo de atraer y seducir a los nostálgicos más incondicionales sino también a una parte de las nuevas generaciones.
Sin duda hay muchos títulos actuales con estas características donde elegir, algunos realmente buenos y muy interesantes, pero pocos tan sublimes e impresionantes como este CULTIC, desarrollado por una sola persona, Jason Smith de Jasozz Games. Un juego que rebosa talento y calidad por partes iguales, destila un gran amor por los shooters de los años 90 y que, sobre todo, promete acción, misterio y diversión a manos llenas.
Pero si de alguien bebe este CULTIC, si a alguien le rinde culto y sincero homenaje es sin duda alguna al venerable y grandioso Blood de Monolith, uno de los mejores exponentes del género de todos los tiempos y oiga usted, esto son palabras mayores.
Y es que la influencia de Blood impregna todo el juego y ya se deja ver desde el mismo principio. Al igual que ocurría con Caleb en el juego de Monolith, nuestro protagonista, un detective privado caído en desgracia que investiga a un extraño culto religioso, volverá de la tumba tras haber sido asesinado por los seguidores del culto con el único fin de tomarse la justicia por su mano y paladear aquello de la dulce y vieja venganza.
Y a partir de ahí las semejanzas y los guiños no pararán de sucederse, hasta el punto de que los aficionados más veteranos del Blood se encontrarán literalmente como en casa y en más de una ocasión se quedarán con la impresión de que en realidad están jugando una continuación del mismo. Desde la ambientación al tono general del juego, todo recuerda al título al que se rinde homenaje, pero como el diablo está en los pequeños detalles, también en ellos apreciaremos la influencia del juego de Monolith.
La muerte solo es el principio
Y como no solo de los homenajes a los clásicos viven los detectives privados vueltos de la tumba y sedientos de venganza, es necesario decir que, pese a ellos, este juego logra tener personalidad propia y rebosa talento por cada uno de sus poros.
La acción es trepidante por momentos y el juego se siente y se controla realmente bien. La aventura tiene algunos momentos de calma y sigilo que le sientan de maravilla a ese tono de misterio y terror, iremos encontrando notas y cartas que nos van ambientando y contando la historia, pero sin duda la gran protagonista del título es la acción más sangrienta y desenfrenada… y eso significa armas, muchas armas.
Armas que están magníficamente implementadas y que por su variedad y potencia harán las delicias de los paladares más exigentes. La variedad es elevada y satisfactoria, destacando la novedad, para un juego de este estilo que se inspira en los grandes clásicos, de ir encontrando materiales con los que ir mejorando y potenciando todas ellas por lo que la matanza y y la barbarie a la hora de acabar con los cultistas y sus aliados están más que garantizadas.
Otro de los aportes «modernos» es el gran partido que le podremos sacar al entorno, pudiendo destruir algunas partes e incluso usar las físicas del juego para atacar a los enemigos de diversas maneras, arrojándoles lámparas de aceite o pateando sillas entre otras.
Mención especial al estupendo diseño de niveles. Sin duda uno de los puntos fuertes de este CULTIC y una auténtica gozada, sobre todo para aquellos que sepan disfrutar de una buena exploración y siempre anden buscando algunos de los muchos secretos que caracterizan a este género. Los niveles son realmente soberbios, de lo mejorcito que podido jugar últimamente, son coherentes y están muy bien estudiados y testados para poner siempre al jugador en situaciones peligrosas y comprometidas.
Hacia el final, con todo el arsenal disponible y potenciado, lo cierto es que la dificultad baja un poco, pero en líneas generales estamos hablando de un juego que puede resultar un auténtico reto, lo cual es de muy agradecer, en sus dificultades más altas, tiene cinco, pero nada que no se pueda conseguir a base de muerte y error. Puede llegar a ser difícil, cierto, pero no frustrante.
Algo que nos va a llamar la atención desde el principio de la aventura será sin duda su apartado gráfico y su estilo visual. Con unos pixeles que recordarán a otros títulos, pero con una paleta de colores más apagada y siniestra, con un predominio de los tonos ocre y marrón oxidado, que contribuye enormemente a la ambientación decadente y terrorífica del juego.
En ese sentido la ambientación también es muy buena y logra, a través de ese peculiar estilo visual que hemos mencionado y un también estupendo apartado sonoro, transmitir mal rollo de verdad en algunos momentos, con muchos detalles truculentos y alguna que otra sorpresa. Todo un acierto, sobre todo tratándose en un juego en el que predomina tanto la acción ya que no suelen estar tan pendientes de estas cosas.
La banda sonora es muy buena y variada también, hasta el punto de que puede llegar a sorprender por su calidad a más de uno. Hay temas que saben adaptarse perfectamente a los momentos más calmados y terroríficos del juego y otros que te empujan sin pausa a desatar el caos y el desastre a tu alrededor. Me parece muy notorio que un juego en principio tan humilde como este haya logrado tener una banda sonora tan buena, variada y satisfactoria.
Requiescat in pace
Pero no por mucho tiempo, que algo tan bueno no se ve todos los días y algunos ya lo estamos echando de menos.
Afortunadamente el juego parecer ser el primer capítulo de una saga, el resto vendrán en formato de DLCs, y tarde o temprano podremos seguir con las andanzas de nuestro nuevo detective sobrenatural preferido. El juego tiene una duración media, unas diez o doce horas en el modo historia, y tiene además un modo de juego por oleadas, pero lo cierto es que es tan bueno, tan divertido y tan disfrutable, que se nos antojan muy pocas… y desde luego te dejan con ganas de más, de mucho más.
No en vano, es más que probable que estemos hablando de uno los mejores shooters retro de los últimos tiempos. Desde luego, sí que es uno de los mejores que yo he jugado recientemente, así que Jason, felicidades por tu excelente trabajo… pero queremos el segundo episodio cuanto antes, no te hagas de rogar.
Juego MUY RECOMENDABLE para todo el personal con independencia de sexo y pelaje, para todos los amantes de la acción frenética y para todos los cazadores de herejes en prácticas.
INDISPENSABLE para los fanáticos del primer Blood, los nostálgicos de la vieja escuela y los amantes del terror, la sangre y la casquería a mansalva.
ABSTENERSE los modernitos y ofendiditos que solo saben jugar triples A, los enemigos del pixel y los que acaban de estrenar con ilusión ese hábito con capucha y sandalias que le han dado en esa nueva secta a la que se acaba de apuntar.
Hemos realizado este análisis en PC con un codigo proporcionado por 3DRealms.
