Este pasado fin de semana ha tenido lugar en Toledo (exactamente en el Palacio de Congresos de Toledo) el evento Play Again Fest, que reúne a varias asociaciones amantes de los videojuegos y hardware que cuidan y promueven los clásicos.

Tuve la oportunidad de pasarme el sábado que además hubo un par de conferencias de lo más interesantes: The Game Kitchen y Dinamic Software.
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Un lugar para la vieja guardia y las nuevas generaciones
Lo bueno de eventos como Play Again Fest, a mi parecer, es la forma tan sencilla en la que los juegos ya sean clásicos o actuales atraen a las diversas generaciones. Juegos que sobreviven al paso del tiempo como Tetris, Pang, Contra y otros muchos otros se rodean de risas de todas las edades, de momentos inolvidables y divertidos por un lado y traen a la vida recuerdos para muchos otros.

Yo mismo he recordado las numerosas horas jugando Contra con mi padre o pasando tardes en las recreativas con títulos como House of the Dead (que pude volver a jugar allí mismo). Pero lo que me sorprende siempre es ver como padres e hijos vienen juntos y pasan momentos donde se cuentan historias del pasado y se disfruta de la actualidad.

Quizás no todo el mundo disfrute de los controles clásicos, las palanquitas y los ruidos altos debidos a las maquinas recreativas pero es innegable que tienen un encanto que siempre está presente.
The Game Kitchen: Blasphemous (ip propia) vs Ninja Gaiden (Ip ajena)
La conferencia de The Game Kitchen resultó de lo más interesante. Centrado en hablar sobre las diferencias entre la creación de su propia IP y lo que conllevó con Blasphemous y lo que supuso crear Ninja Gaiden de Koei Tecmo. (No hubo referencias a The Stone of Madness)
Sin estar metido en situación, es muy difícil para el público hacerse una idea de que supone una u otra cosa, pero gracias a David (Game Producer) y al resto del equipo, la explicación y puesta en escena resultó de lo más amena. Los obstáculos burocráticos a los que te enfrentas creando una ip ajena porque tienes ciertas limitaciones y debes estar dentro de unos parámetros concretos que el editor o dueño de la ip quiera siempre va a ser diferente a la libertad y riesgo de crear algo desde cero.

El hecho de que a nivel interno el equipo tenga sus propios «motes» para la mayoría de enemigos o jefes fue algo bastante gracioso de imaginar, especialmente cuando luego cuesta situar el nombre final del mismo. El apartado artístico tuvo su lugar presente también, especialmente por las diferencias entre ambos tipos de juego: Blasphemous con la atmósfera muy cargada y oscura frente a Ninja Gaiden que debía ser más ligera, retro y colorida.
Los problemas a nivel diseño y como solventar o facilitar la vida a los distintos artistas del equipo es algo que tampoco se termina de entender bien si no estás muy metido en ello: la resolución del juego supone un gran antes y después en cuanto a carga de trabajo para rellenar todo al trabajar en pixelart.

Sinceramente, y algo que podemos seguir diciendo siempre: los juegos indies son los que más alma están teniendo en el panorama de los juegos, donde vemos cosas con ilusión y corazón detrás. Algo que creo hay que seguir protegiendo y apoyando.
Una oportunidad para los coleccionistas en Play Again Fest
Desde tiendas de juegos y accesorios directamente traídos de Japón hasta galletas con forma de cartas de Pokemon. Además de las múltiples oportunidades de charlar con las distintas asociaciones presentes, también tenemos la posibilidad de encargar alguna recreativa hecha a mano y personalizada para tener en casa en algún momento.

El evento estaba dividido en las 3 plantas que conforman el Palacio de Congresos de Toledo, entrando por la 0 y el lugar donde estaba la información y las salas de conferencias, teniendo la mayoría de tiendas relacionadas con juegos en la -1 y la mayoría de merchandising en la -2.

Por mi parte, quedé alucinado con uno de los puestos donde un hombre se dedicaba a pintar figuras (desde Kratos hasta Pyramid Head de Silent Hill) a mano y con mucha paciencia, como un pequeño lugar de paz entre tanto ruido y movimiento. Me quedé con ganas de comprarme una si no fuera porque ahora mismo hay poco sitio donde tener algo así y lo mismo mi señora me sacrifica a algún dios oscuro, no quería arriesgarme.

Otra de las tiendas era la de réplicas de espadas de diversos juegos, como el colmillo de sabueso de Elden Ring o las espadas del caos de God of War:


Y el puesto que se veía nada más entrar en Play Again Fest tenía multitud de piezas hechas con resina que parecía marmol de The Legend of Zelda, el simbolo de Skyrim y mucho más.

Espero poder volver el año que viene y arrastrar a mi padre, que seguro que alucina con las recreativas. Y creo que poder pensar esto es, de nuevo, una gran forma de demostrar lo importante de eventos así para unir las distintas generaciones.




