Análisis: Cloverpit

Análisis: Cloverpit

Si os gustan los juegos indies que vician y tienen su propio espíritu, entiendo que estaréis al tanto de Cloverpit y su lanzamiento este mismo 26 de septiembre por Panik Arcade (y del que he podido viciar largo y tendido estos últimos días). Habrá siempre una pequeña parte que os recuerde a Balatro y es posible que lo nombre un par de veces en el análisis pero, si bien tienen elementos en común, también se distancian en muchos otros detalles.

Desde la ambientación turbia, el mini espacio desde el que intentar sobrevivir, el humor negro y todos los pequeños detalles que rodean al juego hasta su forma de jugar (y pillarle el truco), Cloverpit es peculiar e único. Os contamos lo que nos ha parecido y como aún tengo «síndrome de tirar de la palanquita una vez más«.

Perder es solo el comienzo

Quiero empezar diciendo que, si bien el juego trata sobre una maquina traga-perras y como nos apostamos dinero (y la vida) para avanzar… no es un juego de azar real y, si por algún casual tienes impulsos de gastar tus ahorros en la vida real, por favor pide ayuda. El juego bebe de esos impulsos positivos que nos dejan las luces, los sonidos y saber que hemos ganado aleatoriamente pero no por ello deberíamos tirar nuestra vida por la borda.

Análisis: Cloverpit
No caigáis en la tentación… al menos en la vida real

El ciclo jugable de Cloverpit es muy parecido al de la mayoría de roguelikes: iremos desbloqueando más y más cosas a medida que juguemos y perdamos. Si conseguimos X dinero, si hacemos algo x veces, si sobrevivimos a morir una vez por un artefacto, etc. Y esto nos irá dejando con combinaciones cada vez más alocadas que nos permitirán superar los plazos que nos impongan en el juego. Eso si, no tendremos ningún sistema inicialmente que nos permita mejorar nuestras posibilidades de una partida a otra.

Lo bueno del ciclo es que puede ser realmente corto, como ocurre en su primo lejano Balatro: una mala partida nos va a durar 5 o 10 minutos, mientras que una buena se puede alargar hasta la media hora o más, y esto nos permite echar muchas y engañarnos a nosotros mismos diciendo: otra más y a dormir.

Análisis: Cloverpit
En esta partida donde solo he sobrevivido a 3 plazos enteros… he durado 17 minutos

Cloverpit es algo más que una maquina traga-perras de la que tirar un millón de veces

Porque tirar y depender del azar solo no es tan divertido, claro. Para ello tendremos a nuestro alcance cientos de artefactos que pueden incluir pasivas con efectos muy dispares. Desde los que aumentan la posibilidad de que los símbolos (como los limones) aparezcan más veces o tengan la posibilidad de salir dorados y aumentar su valor constantemente, hasta los que aumentan el número de tiradas que tenemos cada vez o la suerte de ellas aleatoriamente.

Análisis: Cloverpit
Os prometo que hacer pis tiene una razón de ser

A medida que nos peguemos con el juego veremos lo mucho que importan los multiplicadores para llegar lejos: podemos aumentar el valor individual de los símbolos (por ejemplo, el limón base tiene un valor de 1, el último limón que usé tenía un valor base de 32840), el multiplicador de estos, el valor individual de cada forma conseguida (linea vertical, horizontal, diagonal y las especiales) y el multiplicador de estas.

Análisis: Cloverpit
Otro artefacto más para la colección

Lo cierto es que, como ocurre en Balatro, Cloverpit es más difícil de lo que parece. El juego se complica a medida que aumentan los plazos y lo único que nos quedará es volver a tirar de la palanca… y volver a tirar de nuevo… y una vez más… y escribir este análisis para volver a tirar de la palanca…

Escueto, indie pero atrevido y seguro

El auge de los lanzamientos indies sigue al alza, claramente. Cloverpit no es un juego que tenga cientos de horas de contenido, ni una gran profundidad en doscientas mecánicas. Pero no le hace falta, y es algo que os daréis cuenta en cuanto le echéis el guante.

Desde su apartado visual que intenta agobiar estando encerrados y sabiendo que caeremos al vacío al perder hasta su mecánica central en torno a tirar de la palanca, pulsar el botón para activar algún artefacto y rezar porque no se nos complique o salga el 666 tras sacar una gran cantidad de pasta… hasta lo sencillo de sus sistemas. Es un indie en toda regla y uno que funciona más que perfectamente.

Análisis: Cloverpit
Y el último elemento aleatorio, las llamadas de teléfono que nos ofrecerán modificadores

Y creo que su autor es consciente de su producto, porque se siente seguro, sólido y divertido desde el primer momento. Cloverpit no es un juego que de bandazos o vueltas para encontrar su lugar en el mercado y los géneros a los que pertenece, os lo aseguro.

Conclusiones

Sobrevivir, desbloquear más cosas, volver a intentarlo, tirar de la palanca de nuevo y rezar. Cloverpit es un juego que entra directamente en mi top 10 de los indies más divertidos de los últimos años y lo hace dejándome con la necesidad de VOLVER A TIRAR DE LA PALANCA.

Análisis: Cloverpit
Tira otra vez… y otra… y otra…

Es un juego que recomiendo encarecidamente a cualquier persona que haya disfrutado de Balatro porque os va a encantar de la misma forma a su manera. Se que las comparaciones están feas pero, su desarrollador debería estar más que orgulloso de haber logrado hacer un producto así de sólido.

Resumiendo y dejando mis últimas palabras: Cloverpit es un gran juego que os tendrá entretenidos más que de sobra queriendo tirar de la palanca una vez más e intentar conseguir superar cada uno de los plazos que os imponen para sobrevivir.

Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por PressEngine

Análisis: Cloverpit

✅ Lo Bueno: • Mecánica sencilla de entender y partidas cortas • Vicia cosa mala como te descuides ❌ Lo Malo: • Puedes agobiarte por el espacio pequeño y los sonidos fuertes • Vicia cosa mala como te descuides

Puntuación del editor:
9.2

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