Tras unas horas de juego tanto en PC como en consola os explicamos nuestras impresiones de cómo ha renacido la saga con Commandos Origins.
Commandos origins: un viejo conocido
En 1998 llegó a mí una copia del Commandos Behind Enemy Lines. Fue tal el impacto que jugué sin parar durante semanas hasta completar 16 de las 20 misiones. En un mundo pre internet donde no había manera posible o legal de hacerte con una guía, era todo un logro. Y pone de manifiesto dos cosas, que el primer Commandos era un juego muy difícil aunque absorbente, y que la parte final era una mezcla de desesperación y repetitividad, ingredientes que me hicieron abandonar antes de tiempo.

Cuando supe que este Commandos origins estaba en desarrollo para consolas y PC me entró la curiosidad. 25 años después y una trayectoria corta y claramente a peor, no acababa de ver de qué manera iban a recuperar la saga, si permanecían en la senda del fiasco que supuso la extraña entrega FPS que aceleró su «muerte» o se atrevían de nuevo con esa especie de Real Time Strategy, más centrada en el puzle que en un RTS de verdad.
Duda resuelta
Pues como bien indica el nombre, Commandos origins es una vuelta a la raíz, una suerte de precuela donde explican cómo se formó el grupo capaz de hacer temblar los cimientos de la Alemania nazi en plena Segunda Guerra Mundial. Commandos era un juego de puzle disfrazado de RTS como si de un Command and Conquer o Warcraft de la época se tratase. Y en Commandos origins sigues exactamente la misma fórmula, enfrascado en aprender los patrones de los soldados enemigos.
Cada una de las 14 misiones -y tres niveles de dificultad- está compuesta por pequeñas situaciones donde tomamos el control de al menos uno de los seis miembros del equipo: Boina verde, espía, zapador, francotirador, conductor y marine, exactamente los mismos que en 1998. El objetivo es infiltrar a nuestros soldados y acometer la misión sin ser detectado, evitando así el enfrentamiento directo aunque este sea posible -y poco efectivo-. Cada personaje tiene sus propias habilidades, tanto de combate como de manejo de armas, objetos, señuelos, vehículos y hasta gestionando soldados alemanes.
Es la gracia del juego, la unión que hace la fuerza combinando estas habilidades dado que ningún personaje por sí solo va a ser capaz de llegar hasta el final, siempre va a ser necesario distraer a alguien, o acabar con él, o conducir algún tipo de vehículo especial. Eso sí, todo está dispuesto para que en cada parte del escenario concurran a la vez como máximo dos o tres miembros del comando, más es multitud y perjudicaría seriamente la jugabilidad.

Novedades
Hay dos grandes novedades en este nuevo Commandos origins respecto de la saga original. El primero obviamente es en el plano técnico, ahora todo es en 3D, hecho con el Unreal Engine 5 y con mapas desde una perspectiva que sigue pareciendo isométrica pero que ahora posibilita rotar y acomodar la cámara haciendo zoom, permitiendo disfrutar de la acción desde diferentes ángulos y también interiores. Sin embargo está hecho todo de forma que los que vivimos aquella primera etapa dando cuenta de enemigos con la mirilla telescópica del francotirador o la jeringuilla letal del espía sigamos encontrando esos momentos.
El segundo tiene que ver con la mecánica, y es que en determinados momentos necesitarás efectuar acciones SIMULTÁNEAMENTE entre varios, es decir, que la coordinación es importante donde hay tareas que van más allá de «colocar una trampa con el zapador y activo una señal acústica» para que una patrulla se acerque al cepo y sea víctima de su curiosidad. Ahora podrás «parar» la acción, describir una cadena de comandos entre varios participantes y proseguir. Tiene su dificultad pero no te preocupes, el «quick save» es tu aliado.
En realidad es casi una mejora obligatoria que pedía el original y que este Commandos origins ha implementado, recuerdo que ya entonces estas situaciones se daban y se resolvían aporreando los atajos de teclado a la máxima velocidad, evitando así ser vistos. Y tirando mucho de salvado y cargado rápido hasta conseguir superar la prueba.

Errores
No todo en Commandos origins es tan bonito como parece. Vamos por partes, ya que hay dos maneras de jugar: desde un PC y desde una consola. Me parece interesante que hayan decidido abrirse a este último mercado con un RTS y con un motor como el Unreal Engine 5 que escala muy bien. Pero si a nivel gráfico el resultado promete, en consola el rendimiento es cuanto menos cuestionable. Y me cuesta comprenderlo habiendo visto bestias como Senua 2.
Para estas Primeras Impresiones he usado Game Pass, que permite gracias a Smart Delivery poder alternar entre Xbox y PC manteniendo el progreso -en eso le doy mis dieces-. Mientras que en PC no pide mucha máquina y funciona bastante bien en mi modesto portátil, en Series S rasca bastante y tiene un molesto tearing -eso que pasa cuando giras la cámara y se distorsiona la imagen y las aristas del escenario se «rompen»- que me resulta insufrible. De igual forma, si juegas con el mando -lo normal- parece más un Action RPG tipo Diablo que el «point and click» que guía a las unidades para acometer una acción.
Curiosamente, soporta teclado Y ratón. Enfatizo la conjunción porque sin ambos te quedas a medias y resulta injugable, y no es nada habitual usar teclado en Xbox. Y si sigues adelante te va a pasar que el cursor o se confunde con el terreno o directamente desaparece. No entiendo que se presente un producto tan poco probado al usuario final, he probado entre las decenas de opciones de accesibilidad y no he podido reconducir la situación. Y volver al joypad se me hizo cuesta arriba, es de esos juegos en los que hay que recordar tantas combinaciones de teclas que si dejas de jugar un par de días has de recurrir a los tutoriales.
En cambio usando el PC el interfaz es bastante más amigable. Con todo y con eso me he encontrado con algunos problemillas con la recuperación de partidas guardadas y la detección de personajes por parte del enemigo cuando no tocaba. Pero en general me ha parecido una experiencia mucho más disfrutable. Es un juego al que echarle un buen número de horas para descubrir la cadencia correcta de los acontecimientos, y donde solamente con ensayo y error se van a dar pequeños pasos hasta la victoria final.
Dejo este Commandos origins con la sensación de que necesita un parche para solucionar puntualmente errores importantes, y con la idea de que mejorará con el tiempo y acabaré comprándolo porque lo que he visto me ha gustado mucho, y las misiones son un verdadero desafío. Eso sí, en PC.
Este análisis se ha realizado en Xbox Series S con el Game Pass