Análisis: Tiny Garden

Los juegos cozy en ocasiones traen consigo una serie de mecánicas que son de todo menos lo que te esperas. Esto sin duda suele ser una gran alegría, puesto que a fin de cuentas, significa innovación y experimentación (algo que dota de originalidad a los títulos). Este es el caso de Tiny Garden, que con una premisa en un sencillo bastante explotada como es plantar y cuidar un jardín, le da «una vuelta de tuerca» (nunca mejor dicho) y nos lo transforma en una aventura sin igual.

Tiny Garden se encuentra desarrollado por Ao Norte, un estudio español y ha sido lanzado en Steam el pasado 8 de abril de 2025. No os vamos a engañar, llevamos siguiéndole la pista desde que anunciaron su Kickstarter, puesto que su idea de hacer una especie de jardincito en miniatura, nos llamaba enormemente la atención.

Antes de pasar a hablaros más sobre el juego y nuestra experiencia con él, os dejamos con su tráiler:

Una historia que, desde un principio… ¡No se cuenta!

O al menos, no de la forma tradicional. Porque sí, Tiny Garden cuenta con historia propia, aunque no nos será narrada a través de diálogos, sino que es más bien de una forma indirecta, al más puro estilo Unpacking, en el que gracias al uso de cartas y pequeñas pistas que nos van dejando sobre cómo resolver los siguientes puzles… ¡Comenzaremos a conocer personajes y entender las relaciones que guardan entre ellos! Además, todo el jardín se encuentra dentro de un pequeño juguete con manivela.

El objetivo de este título es sencillo, desbloquear todas y cada una de las semillas, así como los muebles y distintos elementos de personalización. Esto se consigue tratando de «pagar» las distintas colecciones, a lo que os preguntaréis… ¿Cómo se «compran» los elementos bloqueados? Sencillo, todo en Tiny Garden se podrá pagar con nuestras propias cosechas.

El título se basa completamente en sus puzles, en los que, gracias al uso de la manivela, haremos pasar «turnos». Dependiendo de la semilla que plantemos, tardará más o menos en florecer y podrá causar efectos en la tierra, como convertirla en frondosa, o dejarla completamente seca. Es debido a esto que tendremos siempre que tener muy presente los distintos efectos que causen.

tiny Garden es como un jardín de las delicias

Aunque no como el que proponía El Bosco, sino uno que sea únicamente deleitante para la vista. Poco a poco, según resolvemos más y más acertijos que nos proponen las distintas cartas, así como tratemos de desbloquear nuevas colecciones, todo se irá complicando bastante. Ciertas exigencias del terreno son bastante complicadas de lograr y, al final para conseguir una semilla deberás hacer toda una cadena de plantaciones (en la que, irremediablemente te perderás más de una vez contando la de materiales que vas a necesitar).

Como desde Ao Norte pensaron, todo esto puede resultar más que complicado. Es por esto por lo que nos facilitaron ciertos objetos con los que podemos hacernos (y alguno de ellos son estrictamente necesario) como un pequeño baúl en el que hacer compost o incluso fuentes para generar pequeñas charcas donde puedan crecer nenúfares.

El espacio que tendrás para plantar, es bastante limitado y, pese a ir a cada colección ganando alguna casilla extra de terreno, sí que es verdad que hemos echado en falta alguna más. Quizás esto no haya sido posible por el simple hecho de no facilitar demasiado la resolución de puzles, aunque sí que es cierto que desbloquear todos los elementos cosméticos… ¡Se echa un poco en falta!

Lo cierto es que nos ha costado mucho encontrar un equilibrio entre «lo bonito» y «lo práctico», siéndonos prácticamente imposible y dejando muchas veces de lado esa parte en la que Tiny Garden se dedica mucho más a los cosméticos, permitiéndonos comprar muebles y toda clase de decoraciones para la parte interior de nuestro pequeño juguete.

La belleza… ¿da relajación?

Todo en Tiny Garden se ve precioso. Es un juego cozy en su máximo esplendor, aunque sí que es cierto que los quebraderos de cabeza que nos hace… ¡Son brutales! Pese a esto, siempre comprenderemos lo que ocurre en pantalla y, sin necesidad de grandes textos, entendemos cómo funciona todo con tan solo el uso de unas pocas imágenes.

Resulta curioso eso precisamente, que sin necesidad de grandes explicaciones enseguida nos adaptamos al funcionamiento de Tiny Garden y, en cierto modo se debe a lo «ordenado» que todo se encuentra (visualmente hablando). Además, gracias al uso de artículos de personalización, podemos no sólo cambiar el estilo de nuestro juguete, sino también la iluminación y el fondo.

Por otro lado, la banda sonora es de lo más relajante posible, con melodías ligeras que invitan precisamente a esa relajación, casi que imitando el estilo Lo-fi.

Conclusiones de Tiny Garden

Tiny Garden es uno de esos juegos que ves desde lejos con ese «tono desenfadado» y que claramente busca ser «cuqui» y… ¡Termina ofreciendo una experiencia mucho más allá! Realmente los puzles son de lo más entretenidos y, buscar cómo desbloquear poco a poco cada semilla a través de cadenas, resulta de lo más entretenido.

Sí que es cierto que echamos de menos facilidades para poder decorar nuestro pequeño juguete de formas alternativas, pues el uso de lo que cosechamos para comprar cualquier cosa, acaba ralentizando mucho al jugador, de forma que este acabe centrándose en una única cosa.

Sin duda, desde ErreKGamer creemos Ao Norte ha estado muy fino con este título, se nota mucho el mimo que le han dado en todos los aspectos.

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Dead Good Media