Análisis - Momodora: Moonlit Farewell

Análisis: Momodora – Moonlit Farewell

Momodora: Moonlit Farewell es el último título de la saga Momodora, desarrollado por Bombservice y editado por PLAYISM. Es un metroidvania en el que el jugador encarnará a Momo, suma sacerdotisa de la aldea Koho, que comienza sus aventuras investigando la aparición de innumerables demonios. 

Análisis - Momodora: Moonlit Farewell
En Momodora: Moonlit Farewell manejas a Momo, que acabará siendo una pieza clave para salvar el mundo.

Creo que los videojuegos forman parte de una conversación. Una conversación con el jugador, y con el género en sí mismo. El metroidvania ha tomado unos niveles de popularidad y demanda bastante altos desde la salida de títulos como Hollow Knight, por lo que podemos decir que estamos viviendo una nueva edad dorada para el género. Al hablar de conversación me refiero a que el videojuego debe aportar. Creo que ese es el principal problema de este Momodora. No aporta especialmente. Es muchas veces una cuestión de decisiones y otras de gamefeel, que no me han permitido disfrutar del juego tanto como, estoy seguro, podría hacerlo otra persona quizá menos experimentada en el género. Esto es positivo y negativo.

Música y gráficos bastante aceptables en momodora

En el apartado artístico tenemos un pixelart que cumple bastante con su objetivo. A veces peca de fondos simples y no especialmente memorables. Sin embargo, los suple con bastantes animaciones de personajes y un sistema de partículas en casi cada escenario, generando mucho dinamismo y profundidad. Por otro lado, en lo musical es, simplemente, correcto.

luces y sombras en la jugabilidad

Respecto a la jugabilidad… hay bastante de lo que hablar.

En primer lugar, presenta un movimiento fluido, con unas físicas de salto bastante buenas y un cierre de oro al añadir la posibilidad de dar una voltereta para esquivar los ataques enemigos al más puro estilo Dark Souls. A lo largo de la aventura darán al jugador nuevas posibilidades de movimiento, como es costumbre en el género: doble salto, escalada o simplemente llaves para cruzar ciertas barreras. Es curioso que en este videojuego den el doble salto antes que la escalada.

Hay un gran acierto. El mapa es un elemento importantísimo en los metroidvanias, y en este título puede sacarse con ZR (he jugado en switch), generando mucho dinamismo a la hora de realizar una acción casi vertebral del género. Incluso se puede caminar con él abierto, aunque es algo incómodo.

El sistema de combates de Momodora no está mal, pero no me genera el gamefeel que me han generado otros videojuegos del género. En primer lugar porque noto poca fisicidad a la hora de asestar golpes a los enemigos. Por otro lado, los golpes recibidos apenas se notan a nivel jugable (sí, por supuesto que se refleja en la barra de vida, pero ya está), haciendo que a veces se genere un intercambio de porrazos sin ningún tipo de interés estratégico.

Análisis - Momodora: Moonlit Farewell
Los combates contra jefes a veces están un poco desaprovechados. Si está desbalanceado siempre se puede usar el arco y ya está… pero es algo aburrido.

El mapa es pequeñito, porque es un juego pequeñito. Sin embargo, no quita que sea una decisión cuestionable el hecho de que no haya opción de viaje rápido hasta bien entrada la segunda mitad del videojuego. Respecto al bactracking… tiene algo, sí. Pero es especialmente secundario, aunque recomiendo hacerlo para aumentar la vitalidad y otras estadísticas de la protagonista. Es una pena, porque volver a explorar las zonas con habilidades nuevas es uno de los atractivos principales de un metroidvania.

Compañeros y sellos que dan algo de profundidad al combate

Momodora también presenta un sistema de compañeros. A lo largo de la aventura encontraremos ciertas criaturas que podemos usar como compañeros y que generan ciertas ventajas en el combate. Sin embargo, no solo es que hay pocas opciones, sino que además van en pares respecto a la mejora que producen, cambiando solo su aspecto físico. Eso nos deja con un total de cuatro mascotas.

Por otro lado está el sistema de sellos, similar a los amuletos de Hollow Knight. En este podemos añadir hasta cinco sellos (aunque empezamos con dos huecos) para añadir ciertas mejoras al gameplay. Sin embargo, estos sellos no producen una diferencia real. Añaden fuego a las flechas o regeneración de salud y maná, pero apenas he sentido profundidad. Al final, el jugador acaba siempre con los mismos sellos y solo piensa en añadir alguno si encuentra un grimorio, que son los objetos que permiten sumar sellos.

Análisis: momodora: moonlit farewell
Aquí puede verse la interfaz de sellos en un momento temprano de la historia

Estos sellos se encuentran repartidos por todo el mapa, siendo uno de los principales incentivos para explorar el mapa. Por otro lado, hay algunos sellos que puede fabricar una amiga a cambio de dinero y pasar tiempo con ella.

El dinero en Momodora: Moonlit Farewell solo sirve para que Cereza fabrique nuevos sellos. Esto es un problema, porque son pocos sellos, y al principio va a resultar muy complicado conseguir todos, pero tras jugar un par de horas el jugador tendrá dinero suficiente para comprar todos los sellos y, probablemente, gobernar el mundo.

La historia de Momodora, aunque sea la quinta entrega, habla de los hechos acontecidos cinco años después de Momodora III, cuando el mundo es casi destruido por culpa del robo de una campana que, hasta entonces, había sido custodiada por las hadas. El tañido de la campana hizo aparecer infinidad de demonios que no solo harán la vida imposible a los habitantes del mundo, sino que también podrían destruir el Árbol Sagrado de Lun. Es una historia de heroínas, dioses y elegidos que funciona genial como marco para un metroidvania, pero sin profundizar especialmente en nada, narrativamente hablando.

Un detalle interesante es que en la biblioteca del pueblo la protagonista puede consultar libros que cuentan lo acontecido en los tres Momodora anteriores (cronológicamente hablando, claro).

Por otro lado están los personajes. Es muy interesante que el noventa por ciento de los personajes sean femeninos. Es más interesante por la relación de la luna (un elemento muy importante en el juego) con la feminidad. Sin embargo, si bien por un lado presentan a unas protagonistas (tanto Momo como Cereza) fuertes y decididas a salvar el mundo, a pesar de que a veces pueda existir el miedo o la duda, también hay personajes demasiado sexualizados, como ocurre con la Reina de las hadas. Es cierto que esto ocurre en casi todos los videojuegos con estética anime, pero también es cierto que Momodora podría optar por romper con esta tradición que tan poco favorece al videojuego.

Análisis: momodora: moonlit farewell
Algunos personajes presentan más profundidad de la que a priori podría parecer

En definitiva, tal y como ocurre con la propia luna, este videojuego presenta luces y sombras. Es un metroidvania pequeño que puede ser interesante como introducción al género, pero se queda atrás si lo comparamos con otros títulos, ya sean indies o triple A. No obstante, su historia sencilla y desenfadada puede ser ideal para pasar un fin de semana tranquilo o jugar en el autobús.

Hemos realizado este análisis en Switch con una clave proporcionada por Stride PR

Momodora: Moonlit Farewell

✅ Lo Bueno: • Apartado gráfico bonito • Juego muy accesible • Duración corta perfecta para un fin de semana ❌ Lo Malo: • Combate poco profundo • Personalización escasa • Historia superficial

Puntuación del editor:
5.5

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