Análisis: Byte the Bullet

Análisis: Byte the Bullet

No voy a mentir, empecé Byte the Bullet con pocas expectativas. Otro juego de acción y plataformas de estética retro y plagado de referencias, cuyo gameplay resulta claramente derivativo de clásicos como Megaman, Super Mario Bros o Contra. El pixel art no es especialmente llamativo, más parecido a un Spectrum que a una NES o SNES.

El tema es que Byte the Bullet me ha ido ganando poco a poco. El secreto está en los detalles. Se nota que Esteban Marin, desarrollador en solitario del juego, le ha puesto mucho cariño. Todo tiene sabor añejo pero Esteban ha conseguido darle su propio girito, presentándolo de una forma que resulta tan conocida como fresca y acompañado de mucho sentido del humor.

Byte the Bullet, tú eres el virus y yo la cura

La premisa de Byte the Bullet es muy sencilla, el PC de Esteban se ha infectado con un virus así que decide pasarle un antivirus y ese somos nosotros. Como si una especie de Tron se tratara, controlamos al personaje que deberá limpiar el interior del ordenador a base de saltar y disparar.

La placa base es el mapa sobre el que nos movemos y cada componente es un mundo con sus propios niveles, un poco como el mapa y los mundos de Super Mario Bros 3 y sucesivos pero con la particularidad de que podemos empezar por cualquier componente, como en los Megaman que puedes escoger por que nivel empezar.

Cinco son los mundos que hay que limpiar de virus en Byte the Bullet; disco duro, tarjeta gráfica, tarjeta de sonido, alimentación eléctrica y sistema de ventilación, más la RAM que es más o menos secreta (y que es donde encontraremos más variedad de referencias y cambios de gameplay imitando muchos juegos clásicos). Empezar por uno u otro no es una decisión superflua ya que cada mundo desinfectado afectará al resto de niveles del juego.

Análisis: Byte the Bullet

Completar la tarjeta gráfica dotará de color al resto del juego y arreglará ciertos bloques que nos ponen las cosas difíciles en el resto de niveles, con el disco duro se nos activarán los checkpoints de mitad de nivel, etc. A esto le sumamos que conseguiremos nuevas habilidades al matar al jefe de cada mundo, algunas también las podremos encontrar escondidas en algunos niveles.

Esto hace que Byte the Bullet se convierta en una experiencia diferente según como encaremos la partida, lo que sumado a una cantidad importante de secretos invita a la rejugabilidad. Es más, al acabar cada nivel el juego nos informa del tiempo que hemos invertido, la cantidad de secretos que hemos descubierto, los bits que hemos recogido (algo así como el equivalente a las monedas de los Mario) y los enemigos eliminados.

Estas estadísticas nos presentan retos opcionales que son los que otorgan el verdadero reto al juego, ya que terminarlo es relativamente sencillo pero sacar el 100% ya nos hará sudar más. Si algo no imita Byte the Bullet de esos juegos de finales de los 80 y principios de los 90 en los que se basa, es la dificultad endiablada.

Agradable de jugar

En ese sentido me recuerda a la filosofía de la Nintendo moderna, que suele hacer juegos en los que es relativamente fácil llegar al final y reserva los retos de mayor dificultad para lo opcional. También de la empresa nipona ha sadado Byte the Bullet su filosofía de diseño de niveles, introduciendo nuevas mecánicas en cada mundo.

Durante los primeros niveles de Byte the Bullet, cortos y sencillos, se nos presentarán esas mecánicas y será en los últimos, más largos, donde se usarán de formas más complejas que nos pondrán en apuros si no las hemos interiorizado. Una curva de dificultad más que correcta que culmina en unos enfrentamientos con unos bosses que tendrán patrones sencillos pero relacionados con las mecánicas de ese mundo. Hubiera agradecido mayor variedad tanto en los patrones de ataque como en los diseños pero resultan efectivos y cumplen su función.

Análisis: Byte the Bullet

Algo que también cumple su función pero que tendría margen de mejora es el control, que responde de forma fluida y efectiva excepto en un par de detalles respecto al salto. La verdad es que en alguna ocasión se me ha hecho poco preciso a la hora de controlar la inercia, algo que he encontrado especialmente marcado en los niveles que imitan los de otros juegos (estos se encuentran en la RAM) con personajes cuyo salto es más fino, como los de Super Mario bros.

Tener que encadenar varios saltos precisos seguidos se puede hacer un poco más complicado de lo habitual. Es un tipo del salto al que te acostumbras rápido pero que no se siente tan satisfactorio o natural como en las obras maestras del género. Supongo que tantos y tan buenos plataformas de precisión lanzados en los últimos años me han malacostumbrado ya que no es para nada un mal control.

Son pocas las ocasiones en las que Byte the Bullet nos exigirá ese nivel de precisión con el salto, la mayoría del tiempo el movimiento nos resultará tan efectivo como satisfactorio. Tenemos doble salto (que hay que esperar un poco a que se recargue) y una especie de dash que nos serán muy útiles y, aunque solo podemos disparar al frente como en los Megaman, no echaremos en falta poder hacerlo en más direcciones.

En ese sentido agradezco la economía de botones. Con la cruceta (o el stick, o el WASD del teclado, lo que os sea más cómodo…) y dos botones de acción tendremos suficiente para realizar todas las acciones, sin tener que hacer combinaciones extrañas. Un esquema de control sencillo pero efectivo.

Gráficos sencillos

Algo parecido puedo decir de los gráficos de Byte the Bullet, con un pixel art muy sencillo y pocos colores (aún con la tarjeta gráfica liberada). Los escenarios no destacan su variedad, excepto los de la RAM. Teniendo en cuenta que nos encontramos ante un juego desarrollado por una sola persona y que no es especialmente largo, no creo que podamos exigir mucho más. Resultan simpáticos y cumplen su función.

Análisis: Byte the Bullet

La música y los efectos de sonido también están empapados de esa nostalgia y resultan agradables. No me parecerían muy reseñables si no fuera por el uso que hace Byte the Bullet a nivel de mecánicas con la música, con bloques que tendrán un efecto u otro sobre nuestro personaje según hayamos desinfectado o no la tarjeta de sonido.

Conclusión

En definitiva, Byte the Bullet es un caramelito. Un run and gun divertido y efectivo, el tipo de juego que solemos decir que es ideal para la Switch o la Steam Deck, de esos que apetece echar unas partidas cortas para entretenerse sin resultar demasiado exigente. O de pasarse en un par de tardes e ir volviendo a él de vez en cuando para ir sacándole los secretos hasta hacerse el 100%.

Un juego de esos que agradeces tener ahí instalado, sin más pretensión que hacerte pasar un buen rato y sacarte una sonrisa. De estos juegos que ya te aportan algo en sesiones cortas, sin tener que invertir horas para sentir que has avanzado o que te exigen una cantidad ingente de prueba y error. Byte the Bullet es un producto hecho con cariño y plagado de detalles que le hacen más interesante de lo que puede parecer a simple vista.

Byte the Bullet está disponible en Steam, Switch, PS4/5 y XBOX Series.

Este análisis se ha realizado en PC con una clave proporcionada por Jandusoft

Análisis: Byte the Bullet - ErreKGamer

✅ Lo Bueno:
• Como el orden en que te pasas el juego afecta a los niveles y la progresión
• Cantidad de secretos
❌ Lo Malo:
• La precisión del salto se podría mejorar
• Se echa en falta un poco más de variedad en los bosses

Sistema operativo: PC

Puntuación del editor:
7.5

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